El fuego consume 700.000 hectáreas de bosques y más de un millón de pastizales


Incendios forestales en Bolivia.

La situación más complicada está en Concepción, San Matías y San Ignacio (Santa Cruz). Este agosto incendiario es el segundo mes con más focos de quema de los últimos 10 años. El heroico esfuerzo de voluntarios llegó a su tope, están exhaustos

 

Este es el panorama desolador en el área protegida Ñembi Guasu en Charagua. (Foto: Fuad Landívar)
  

 



Luego de un mes muy crítico, el fuego en el departamento no da tregua. Las cifras de afectación ya alcanzan a 1.718.987 hectáreas (ha). Un dato alarmante es que de este total, 713.137 hectáreas (41,4 %) son zonas donde el fuego arrasó con bosques; las restantes áreas afectadas, 1.005.849 hectáreas (58,5%) son pastizales, según el Ministerio de Medio Ambiente y Agua.La viceministra de Medio Ambiente, Cynthia Silva explicó que debido a que los datos corresponden a un análisis satelital no se puede precisar si el incendio se descontroló o fue una quema controlada. Sin embargo, agregó que dada la situación es evidente que, en su mayoría, se trata de incendios más o menos grandes.Según el reporte el bosque chiquitano es uno de los más afectados, con 452.321 ha. consumidas por el fuego. También hay severos daños en el bosque chaqueño, en el que el fuego arrasó con 116.911.

El gerente de la Cámara Forestal de Bolivia, Jorge Ávila, dice que la información que manejan no es la misma, pero si es oficial, es lamentable el tremendo daño a los bosques. En su criterio, es prudente verificar si se trata de bosques bajo producción. “Según la información que tenemos, se habían afectado 1.300 hectáreas bajo manejo, hasta el miércoles. El viernes el fuego había entrado a una concesión, pero el impacto no había sido medido”, añadió. Para la Cámara Forestal es indispensable paralizar todo tipo de desmonte y comenzar a trabajar en una actividad para reponer toda la vegetación nativa y, por otro lado, promover y apoyar a las plantaciones forestales industriales como una alternativa. “Ese trabajo de reposición de bosques es extremadamente serio y costoso, se que se debe hacer con un criterio científico y muchos recursos económicos. No se trata de sembrar unos plantines y olvidarse de ellos, es un trabajo integrado que va a permitir que esa regeneración sea efectiva y en el corto plazo pueda consolidarse como un área nativa”, remarcó.EL DEBER intentó conocer la posición de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) sobre la pérdida de pastizales, pero no fue posible obtener una respuesta.En similar informe, pero de seis días antes, ya el daño en los bosques superaba el medio millón de hectáreas. Sin embargo, un dato que llama la atención es que en solo una semana, se disparó la afectación en pastizales, de 699.121 ha a más de un millón.Las cifras de hectáreas dañadas que maneja la Gobernación cruceña a la fecha verían, ayer informaron que sumaban 1.180.000 consumidas.

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Según datos del Sistema de Alerta Temprana (Satif) departamental, el 54 % de los focos de quemas registrados ayer fueron en tierra de uso forestal. El 16% en áreas protegidas; el 15 % en las de uso de agropecuario extensivo, el 7% en uso restringido. Los restantes se dividen en las de uso agrosilvopastoril y agropecuario intensivo.

Incendios activos

El Satif reporta 22 incendios activos en 10 municipios: San Ignacio de Velasco, Concepción, San Antonio de Lomerío, San Rafael, San Miguel, Roboré, Charagua, San José de Chiquitos y Puerto Suárez.El alcalde de San Rafael, Julio Alvis, indicó que hace un mes se declararon en desastre y a la fecha no recibieron la ayuda necesaria, por lo que ya contabilizan más de 120.000 ha quemadas. “Ahora ya no tenemos contingentes policiales, solo tenemos brigadistas y a los bomberos, con poco personal. Necesitamos ayuda urgente”, dijo.Otra de las zonas afectadas es San Matías, el alcalde Fabio López, indicó que enfrentan varios problemas para combatir los incendios, los dos principales: la falta de logística y las largas distancias que deben recorrer. “Tenemos que atender un foco de quema a 180 o a más de 200 kilómetros del área urbana”, agregó.Al norte de Concepción, entre las comunidades de San Silvestre y Palestina, está uno de los cuatro grandes incendios. Se nota mucho la mano del hombre. Muchos ganaderos, comunidades indígenas chiquitanas, colonizadores y empresarios aprovecharon el incendio para quemar cordones de chaqueo, ‘limpiar’ pasturas naturales y ‘alivianar’ montes. Incluso algunos prenden contrafuegos en montes vecinos como una forma de cuidar sus potreros. Los incendios forestales son los menos.Una de las pérdidas mayores fue cerca de la comunidad de Bella Vista, donde ayer ardió el aserradero comunal. Toda la infraestructura, maquinaria y madera acopiada quedó convertida en cenizas. En otras zonas de este municipio, el clima dio una tregua. Eso permitió organizar mejor la batalla contra el fuego. Se crearon dos comandos de incidentes, uno de tierra, a cargo de la Gobernación, y otro aéreo, bajo el mando del Ejército.El presidente del país, Evo Morales reconoció ayer que el fuego se reactivó en San Ignacio de Velasco y en Alto Paraguá, por lo que anunció que desde hoy el Supertanker operará en esa zona.

Voluntarios exhaustos

En Roboré, EL DEBER, constató el cansancio físico de los bomberos, tanto militares y civiles que combaten el fuego, con condiciones muy precarias, por la falta de equipos y logística que permitan aniquilar a un enemigo que aparece y desaparece, gracias a la complicidad de los vientos y las temperaturas de hasta 40 grados que han convertido a la Chiquitania en una caja de fósforo que puede hacer combustión con una simple chispa.“Necesitamos más equipos, para nuestros soldados. Más ropa de trabajo y mayor coordinación. Debemos trabajar juntos, mis hombres están exhaustos”, explicó un militar de rango elevado, que pidió no ser citado.El militar, opera en la zona de Quitunuquiña, uno los puntos de incendios activo y en donde el Comando de Contingencia, conformado para combatir el fuego, armó un campamento. “Allí arriba es un infierno”, dice el oficial que espera que tanto la Gobernación, Alcaldía y el Gobierno puedan coordinar mejor la ayuda y apoyar a los soldados y voluntarios, que según él “están reventados”.Donald Aldunate, comandante de la Quinta División acantonada en Roboré, reconoció que existe cansancio en sus tropas pero que el trabajo debe ser cumplido. “Es evidente el cansancio pero la misión debe cumplirse, aunque estamos cansados, porque lo importante es cuidar el medioambiente”, dijo.

Agosto incendiario

En la sumatoria hasta el último día de agosto, los focos de quema contabilizados por el sistema satelital que utiliza la Gobernación dan cuenta que en todo el mes se registraron 10.729 focos de quema, es decir la mitad de todos los de este año (20.639). Mientras que el pico más alto para un solo mes se registró igual en agosto, pero de 2010, cuando se contabilizó 11.824 focos de quema. Según el histórico del Satif la media de los focos de quema de agosto oscila en 4.688.EL DEBER