La presidenta Jeanine Áñez no pudo viajar al interior por seguridad. Se concentró en Palacio Quemado, donde germinó al menos tres cambios notorios que muestran las diferencias políticas con la gestión del exmandatario Evo Morales
Hacía 15 meses que el Palacio Quemado no tenía tanto trajín. El 9 de agosto de 2018 sus pasillos y sus salones ya no eran testigos de decisiones políticas. Evo Morales había optado por trasladar todo el poder a la Casa Grande del Pueblo. El 12 de noviembre de este año, Jeanine Áñez devolvió la esencia al Palacio de Gobierno. La mandataria instaló su refugio en la vieja casa presidencial y no logró salir de La Paz en los primeros 10 días de su mandato transitorio.
Hasta el 21 de noviembre, Áñez había cumplido los diez primeros días de su gestión. En ese corto tiempo sorprendió con tres medidas que se diferenció con la gestión del expresidente Evo Morales: la política exterior, el retorno de la Biblia a Palacio Quemado y la coordinación con las Fuerzas Armadas (FFAA) para desmovilizar las manifestaciones que piden su renuncia.
Áñez está preocupada. No tiene miedo, pero sí preocupación por la crisis que atraviesa el país. La presidenta, que llegó a Palacio Quemado el martes 12 de noviembre, decidió concentrar su trabajo en la ciudad de La Paz. Según el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano Atalá, la mandataria solo tenía pensado un viaje al interior. Era el 18 de noviembre y debía llegar a Trinidad, Beni, para el aniversario del departamento.
No lo logró. Información de inteligencia llegó al centro de la sede de Gobierno y evitó que la dignataria viaje a su tierra natal. Estaba en plan un supuesto magnicidio.
“Matar a un presidente no es un simple asesinato, eso se llama magnicidio. (Por eso) la presidenta (Áñez) no ha salido de La Paz, no realizó ningún acto público, pero confiamos que, a pesar de esta situación adversa, el diálogo será efectivo y que en los próximos días”, recalca Justiniano Atalá.
Áñez llega temprano a Palacio Quemado. Por lo general a las 7:00. De inmediato sostiene reuniones. Su gabinete está a su disposición y pueden reunirse de inmediato. Es como una reunión permanente por la situación que atraviesa Bolivia. Se queda en la casa presidencial todo el día. No sale a ningún acto y cualquier evento, como posesión de alguna autoridad, es en el hall del Palacio.
“Hay grupos narcoterroristas que amenazan su vida (de Áñez) y yo, como responsable de la seguridad interna, no podía permitir un mínimo de riesgo porque a cualquiera de nosotros que nos maten, no es problema”, remata el ministro de Gobierno, Arturo Murillo.
La autoridad apunta a grupos extranjeros que estarían detrás del plan de magnicidio. Dice que hay colombianos, cubanos y venezolanos tras los atentados “terroristas” en el país.
Ese riesgo evita que Áñez salga del país. Justiniano relata que la presidenta tiene que entregar proyectos y algunas obras en el país. Pone como ejemplo la ciudad de El Alto, donde está previsto inaugurar ocho escuelas que fueron financiadas por la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE).
“Tenemos varios proyectos que entregar en diferentes regiones del país. Obviamente no son nuestros proyectos, son del Gobierno anterior, pero todos esos proyectos deben continuar. No hay que meter miedo a la población”, remarca Justiniano.
Tipo de Estado
El ministro de la Presidencia detalla que este Gobierno tiene dos tipos “esenciales de gestores”. Dice que los ministerios técnicos tienen la función de dar la gobernabilidad del país y que ahora están encargados de dar la continuidad de proyectos del pasado Gobierno. Y añade que en el segundo grupo están los ministerios políticos, que están encargados de dar la línea política del Ejecutivo.
“Creemos que estamos marchando en ese sentido en estos primeros días de Gobierno. Tenemos varios proyectos que entregar, firmas de contratos, entonces, el Estado tiene que seguir funcionando y en ese sentido el Estado está bien, el Estado está funcionando bien”, remarca Justiniano.
Áñez tiene la decisión de cualquier asunto de Estado. Lo coordina con su entorno. Uno de ellos es Óscar Ortiz, senador de Unidad Demócrata (UD) y a quien se prefirió mantenerlo en la Asamblea Legislativa Plurinacional para que realice el trabajo legal para la convocatoria a las nuevas elecciones.
“Este es un Gobierno de transición. El objetivo es convocar a elecciones, esa es la tarea primordial. Y claro, también otra tarea es pacificar el país”, recalca Ortiz.
Opiniones de expertos
El politólogo Yerko Ilijic considera que los tres puntos que se asumieron dieron un giro a la línea política que tenía el país en la era de Morales.
La política exterior -dice- es la decisión más fuerte. Romper relaciones con el gobierno de Nicolás Maduro y reconocer a Juan Guaidó, quien se nombró como presidente encargado de Venezuela. Además, las relaciones con Cuba están por un momento tenso y existe la idea de mejorar la diplomacia con Estados Unidos, país con el cual Morales mantuvo malas relaciones.
“Son cambios normales por la línea política que tiene este Gobierno transitorio. Luego de acusar a venezolanos y cubanos de sedición era difícil que haya buenas relaciones con estos gobiernos. Lo que se debe analizar es que es un gobierno transitorio y hay cosas que deben seguir con normalidad”, opina Ilijic.
Mientras, el analista Marcelo Gonzales ve que el retorno de la Biblia a Palacio Quemado es un “adorno” en el discurso de Áñez, ya que -dice- el Estado boliviano se considera laico. El experto considera que la presencia militar en este conflicto ya se dio cuando Evo Morales era presidente.
“Ese domingo (10 de noviembre) cuando las FFAA sugieren a Evo Morales que renuncie, empieza el rol de los militares. Luego salen a las calles y ahora son beneficiados con un decreto que los exime de cualquier responsabilidad en caso de muertes durante las protestas en las calles”, señala.
Los 10 primeros días de mandato de la exsenadora Jeanine Áñez fueron difíciles. Enfrenta la convulsión social que se instaló en La Paz y recibe las amenazas sin temor, sino con preocupación. No quiere salir de la sede de Gobierno por seguridad, pero también por el arduo trabajo.
Fuente: eldeber.com.bo