Activistas sugieren sanciones sociales contra los agresores


Especialistas indican que el castigo social sería una medida eficaz contra los violentos. Abogados penalistas rechazan esa propuesta y dicen que es inhumano.

Sociedad



domingo, 19 de enero de 2020 · 00:03

Fuente: paginasiete.bo

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Verónica Zapana  / La Paz

Activistas sugieren  sanciones públicas  para  los agresores de violencia para que cambien de actitud. Indican  que  la medida  será eficaz para evitar  los feminicidios. Abogados penalistas rechazan esa propuesta y aseguran que es inhumano.

La anterior Ley 1674 indicaba que los agresores limpien las calles y los parques, además  tengan una identificación, quizá un chaleco de color naranja. Con eso, la gente sabría que los de chaleco naranja que limpian las calles son agresores, dijo  la directora ejecutiva de la Coordinadora de la Mujer de Bolivia, Mónica Novillo.

La activista  detalló que pese a que esa disposición, la misma  jamás se puso en vigencia. Añadió que  debería retomarse para  visibilizar a los agresores que golpean a una mujer.

Dijo  que  con este tipo de  sanciones públicas se muestra que  la población no está de acuerdo con la violencia.  Añadió que este castigo  sería muy útil para la sociedad y de esa manera  se evitaría   que el agresor llegue a cometer un feminicidio.  

La  solicitud fue rechazada por la abogada penalista  Verónica Rivero, quien explicó que la Constitución Política del Estado (CPE) no permite este tipo de sanción porque se garantiza el derecho a la dignidad. Resaltó que  la dignidad no puede ser fraccionada por un supuesto castigo. Se supone, además, que en Bolivia no hay la muerte civil, sostuvo. 

Añadió que  la condena penal sólo da años de prisión, pero dentro de la cárcel una persona sigue siendo un individuo íntegro. Recalcó que  esa sugerencia no es la más adecuada.

Indicó que si se revisa el pasado de los agresores,  se verificará que el 99% de ellos también fueron víctimas de agresión de parte de su familia. A ellos hay que reinsertarlos, enseñándoles a que vean la vida de una forma favorable y que no todo es malo, dijo.

Una de las representantes del Observatorio de la Mujer, Eulogia Tapia, destacó que es importante trabajar con los agresores para evitar la reincidencia. Muchos de los agresores  ingresan jóvenes  a la cárcel. Luego de cumplir su condena, salen y vuelven a agredir o  salen de su detención preventiva y van  directo a matar a su víctima. Y lo hacen con  más saña, sostuvo.

De los 117  feminicidios  en 2019, el 94% de los autores  planificaron los crímenes contra sus esposas, novias y exparejas, según un registro elaborado por Página Siete.  Según las autoridades de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) y la Fiscalía las agresiones son más crueles.

Tapia lamentó que pese a que la Ley 348 determina  un trabajo de reinserción de los agresores, hasta  la fecha no hay avances.

Según  la psicóloga Marynés Salazar, una mujer que murió como víctima de feminicidio, antes vivió agresiones físicas y psicológicas. La primera y que se debe atacar de forma urgente es la violencia simbólica que se reproduce a través de discursos, imágenes y mandatos sociales  que perpetuan roles estereotipados. Estos roles  hacen que se vea a la mujer como un objeto de reproducción, de producción o de exhibición y del varón como un ser poseedor del derecho de usar el objeto.

Este tipo de  violencia mediática posesiona a la mujer como un objeto que hay que exhibir. Para los medios la mujer viva o muerta es sinónimo de venta, dijo.

Muchas  mujeres  también enfrentan la violencia  psicológica dentro de sus familias  y escuchan frases   como:  eres fea, quién te va a querer y estás  gorda, por eso te ha dejado, entre otras. 

En el caso de la violencia sexual -según la experta- hay  una hipersexualización y comercialización  del  cuerpo de la mujer. Finalmente, la violencia física avanza   con cachetadas y  puñetes hasta terminar en feminicidio.

Salazar dijo  que es muy importante  ver este problema de forma  estructural. Por eso se necesita  una regulación de los programas de medios de comunicación.

Indicó que el hombre también pasa por ese mismo problema estructural, porque para que  se convierta en un macho violento hay una sociedad que lo adoctrina como tal. Tenemos una sociedad que simbólicamente le dice: macho, los hombres no lloran. Mediáticamente le dicen: cuál de estas chicas quieres,  te puedes escoger, dijo. Psicológicamente -añadió-  le indican: sólo tienes una.  Y físicamente le dicen: si no pegas,  no eres hombre y sexualmente le dicen: si no penetras un  cuerpo,  no sirves para nada.

Según la experta, la casa es el lugar donde se debe educar sobre  la vida y el valor del prójimo.  El cambio debe comenzar en casa, concluyó Tapia.

Fuente: paginasiete.bo