Historia de Bolivia según Augusto Guzmán

Leer sobre “la Guerra del Agua” transcurrida en la llajta, me trajo a la memoria al escritor y periodista Augusto Guzmán elegido por la Católica para enseñar historia en el Primer Curso sobre Ciencias y Técnicas de la Comunicación Social que tuvo lugar en Cochabamba (1965-68), bajo los auspicios del entonces Arzobispo Genaro Prata y el muy activo sindicato de Trabajadores de la Prensa presidido entre otros por José Nogales, Oscar Terrazas, Alfredo Ferrufino, Guzmán de entrada anticipó que había dividido nuestra historia en tres grandes capítulos: los libertadores, los industriales y los sindicatos o las nacionalizaciones.

En efecto don Augusto sabio y cauto, acusioso periodista, muchos años corresponsal de El Diario de La Paz, se alejó del tradicional esquema para enseñar nuestra historia, dividida por ciclos presidenciales (Manual del salesiano Florian Giebel) a partir de Simón Bolívar, primer presidente desde el 6 de agosto de 1825 en que nació la República en la ciudad de La Plata (más tarde nominada Sucre) justamente en homenaje al libertador José Antonio de Sucre (venezolano como el primero) y que gobernó por menos de dos años bajo la inspiración de la Asamblea Constituyente, formada por “los padres de la Patria”, unos pocos diputados de las 5 grandes provincias que más tarde alcanzaron al número de 9, a las que se sumó la Provincia de Antofagasta (perdida por el asalto del coronel Sotomayor del Ejército de Chile un 14 de febrero de 1879)

Ese primer gran período bautizado como de “los libertadores” también se llamó de “los militares” por la sucesión de uniformados que administraron la República hasta la Guerra del Pacífico que le costó a la Patria la pérdida de esos inapreciables 400 kilómetros de costa al Pacífico que sellada por el Tratado de Paz y Amistad de 1904, se remacha con el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (Holanda) en una malhadada acción jurídico legal perdida por la administración de Morales Ayma con perspectivas de no recuperar nunca más nuestra soberana salida al mar.



Porqué Guzmán agrupa los gobiernos desde entonces hasta la Revolución Nacional del 9 de abril de 1952, porque caracteriza a Bolivia por la explotación de su riqueza mineral que la hizo famosa en medio de las dos guerras mundiales. Por el desarrollo de la explotación minera y por encumbrar a los barones del estaño Hoschild, Patiño y Aramayo que se convierte en una potencia económica de inocultable peso financiero a nivel global. Con la nacionalización de las minas, se inicia la era sindicalista que aceleradamente indujo al retorno de una oligarquía que gobernó por décadas.