La reelección de Luis Almagro a la Secretaría General de la OEA desató apoyo y rechazo. El embajador boliviano Jaime Aparicio dijo que es un «triunfo de la democracia», pero su colega de México Luz Elena Baños Rivas fue crítica y aseguró que esa elección refleja «las malas prácticas democráticas y la confrontación».
Almagro recibió el apoyo de 23 votos frente a los 10 de su única competidora, la excanciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa, quien cuestionó la gestión del también excanciller de Uruguay, sobre todo en los casos de Bolivia y Venezuela.
Aparicio sostuvo en la sesión de la OEA: «Debería ser un momento de celebración, es un triunfo de la democracia, de la lucha, de los valores republicanos y de los valores que están insertos en todos los convenios que han firmado los miembros de la OEA”, sostuvo en la sesión tras la votación que eligió a Almagro».
Bolivia, a la cabeza de la presidenta Jeanine Áñez, apoyó la reelección. La OEA denunció irregularidades en las elecciones del 20 de octubre de 2019, que acabó con la dimisión de Evo Morales en medio de denuncias de fraude electoral, un paro cívico, un motín policial y la sugerencia de los militares de dimisión.
En la misma sesión, Baños Rivas lamentó lo ocurrido, sobre todo -dijo- cuando Almagro fue uno de los más críticos a la reelección. «Inicia un segundo periodo no solo con la falta de apoyo, sino con el rechazo de un grupo importante de Estados».
Además, sostuvo, «expresa la profundización de las diferencias y fracturas en el hemisferio, es la muestra del triunfo de la conducción parcial de la OEA, de un Secretario General que actúa como otro Estado miembro y no como un facilitador».
A través de su cuenta en Twitter, Aparicio añadió que con la reelección de Almagro en la OEA se fortalece su tarea de defender y promover la democracia en las Américas.
Un grupo de expertos de la OEA estuvo a cargo de una auditoría a las elecciones del 20 de octubre, que concluyó que hubo irregularidades. Otros expertos descartaron esa conclusión.
El excanciller y candidato vicepresidencial del MAS, David Choquehuanca, afirmó que con Almagro hay una manejo «clientelar» del organismo.