Por falta de transporte, pacientes con cáncer caminan entre 1 a 4 horas por sus tratamientos


“A veces camino tres horas de Ventilla a Senkata, pero cuando me duele harto o me mareo, son más de cuatro horas», dice a ANF.

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Una paciente con cáncer pide ayuda al Gobierno. Foto: Asociación de Pacientes y Familiares con Cáncer

 La Paz, 7 de abril (ANF).“Los dolores son muy feos, tengo que caminar más de tres horas para recibir mi quimio”, relata Florinda Ch., de 44 años, que lucha contra el cáncer de mama. Hace más de dos semanas que llegó de Oruro y desde que el Gobierno dictó cuarentena, que instruye la suspensión del transporte público por el coronavirus, debe recorrer a pie desde la zona Ventilla de El Alto, La Paz, hasta el sector de Senkata, para hacer su tratamiento; esa caminata le toma entre tres a cuatro horas, dependiendo del estado de su salud.Cuando está muy débil y mareada, ese tramo largo le toma un poco más de cuatro horas hasta Senkata, de donde le recoge una ambulancia para trasladarla hasta el Hospital de Clínicas, pero estos últimos días, su salud se deterioró por la preocupación por sus seis hijos. Tres llegaron con ella hasta la sede de gobierno para acompañarla, el resto está en Oruro, entre ellos su hijo menor de seis, quien llora todos los días porque extraña a su mamá, y porque a sus hermanas que lo cuidan ya no les alcanza el dinero para comprarle el yogur, que tanto le gusta.La paciente está desesperada por retornar a su tierra, pero el poco dinero que trajo ya se le acabó hace varios días. Bs 2.300 invirtió en su sesión de quimioterapia y medicamentos, esa plata dice que se prestó de la dueña de la casa donde vive con sus hijos y por eso los pequeños que la acompañan se alimentan solo con “té y pan”, tanto en la mañana y por la tarde. En la noche, ya no les alcanza el dinero y deben dormir sin probar bocado.Esa situación está afectando la salud de Florinda que implora al Gobierno que ayude a su familia y a otros pacientes oncológicos que por falta de dinero no se alimentan bien, y por la cuarentena no pueden conseguir transporte público para llegar a los hospitales. Asegura que esas largas caminatas empeoran su estado de salud, e incluso en una oportunidad por el sol fuerte y los efectos de la quimioterapia estuvo a punto de desmayarse al retornar a Ventilla, donde uno de sus familiares le dio cobijo.“A veces camino tres horas de Ventilla a Senkata, pero cuando me duele harto o me mareo hago más de cuatro horas. Apenas me camino y después me duele mi pie, mi cabeza en la noche y no puedo dormir, pero tengo que aguantarme para que mis wawas no me vean ni se sientan tristes”, dice a ANF.Otra paciente con cáncer que pasa por la misma situación por falta de transporte, Gloria (nombre referencial), vive en Los Rosales en el macrodistrito Sur y debe llegar hasta la 21 de Calacoto en la zona de San Miguel, unos 4 kilómetros, para alcanzar a la ambulancia que la traslada hasta el hospital de Clínicas.“Tengo que hacer ocho quimioterapias, me faltan dos y tengo problemas para el traslado. La ambulancia me recoge en la 21, de ahí lo que tengo que caminar es hasta la zona Los Rosales, es lejos no más y lo peor es la subida. Tengo que caminar más de una hora y eso me pone mal. De la quimio sales débil y ahora con lo que tenemos que caminar es más riesgoso para nosotros mismos”, señala.Gloria implora a las autoridades nacionales, departamentales y municipales que colaboren con un transporte a los enfermos oncológicos para evitar el desgaste físico que realizan al caminar largas rutas. Si bien hay dos ambulancias, que trasladan a los pacientes, éstas solo circulan por puntos establecidos y no les llevan hasta sus domicilios.“Para nosotros es muy difícil hacer la caminata de ida y vuelta porque nuestra salud es débil, y hay otros con cáncer más avanzado o personas de la tercera edad que igual tienen que caminar. No importa si hace sol o lluvia, tenemos que ir a nuestro tratamiento porque el cáncer no espera. Ojalá nos puedan ayudar con un transporte, necesitamos la ayuda de nuestras autoridades”, exclama.La secretaria de fiscalización de la Asociación de Pacientes y Familiares con Cáncer, Susana Zuazo, en contacto con ANF afirma que hay alrededor de 15 enfermos que realizan quimioterapia y unos 25 que están en tratamientos de radioterapia tanto en La Paz y El Alto, y que por la falta de transporte público se ven obligados a caminar largas distancias. «Hay pacientes que van sin compañía y ponen en riesgo sus vidas», señala.Ante esa situación, Zuazo pide a las autoridades que destinen un medio de transporte para los enfermos que aparte de luchar contra el dolor del cáncer, deben aguantar la falta de transporte público para su traslado y lidiar con su situación económica, ya que muchos por la cuarentena y su estado de salud no pueden generar ingresos para alimentar a sus familias, financiar tratamientos.Piden a la presidenta Jeanine Añez que los incluya en el bono de la Canasta Familiar de Bs 400 para que les ayude a paliar sus necesidades.El secretario de Gobernanza del municipio de El Alto, Henry Contreras, al conocer la situación dramática de los enfermos oncológicos por la falta de transporte para trasladarse hasta el Instituto Boliviano de Radioterapia y Oncología de esa urbe, se comprometió con ANF a coordinar con la Asociación de Pacientes y Familiares con Cáncer para buscar una solución para este sector, y así evitar que los pacientes se sigan exponiendo a riesgos al realizar caminatas tan duras y largas que afectan su salud./MLA/ANF/