Remarcó que el expresidente Evo Morales y su candidato a la presidencia por el MAS, Luis Arce Catacora, han decidido convocar a elecciones presidenciales en plena crisis sanitaria y por eso hicieron aprobar ayer una ley en la Asamblea Legislativa, que «controlan y manipulan a gusto», para acortar los plazos para la realización de los comicios en un plazo máximo de 90 días.
«En Bolivia, el voto es obligatorio y obligar a que casi 6 millones de personas se movilicen por la calle en un solo día (de votación) en plena pandemia, traerá miles y miles de contagiados (por el nuevo virus) y eso puede generar cientos de víctimas fatales», alertó.
Sostuvo que es muy sorprendente que el único fin de convocar a elecciones con rapidez sea solamente la ambición personal de poder que tienen Morales y Arce.
Por eso, la Presidenta volvió a observar y rechazar de manera enfática la ley del MAS. Pues «queremos hacer elecciones y vamos a hacer elecciones, pero hay que hacerlas cuando la pandemia lo permita. Lo correcto es que los médicos, los científicos y el propio Tribunal Electoral nos digan la fecha ideal para convocar al voto», señaló.
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Por tanto -según la primera autoridad del país- el único responsable de cualquier daño a la salud y a la vida de la gente, por esta convocatoria apresurada, será el MAS.
Además, «mi candidatura tiene la fuerza, no sólo para competir en una elección, sino para ganar las próximas elecciones. Pero sería una irresponsabilidad terrible de mi parte poner mis intereses políticos antes que la salud y la vida de los bolivianos», apuntó la Jefa de Estado.