Foro: A 39 años de la democracia hay que trabajar en institucionalidad, paridad y valores

La constante en las exposiciones fue la necesidad de trabajar en reconstruir la institucionalidad en el país, fortalecer la paridad y la alternancia, además de reconducir los valores y buscar consolidar un Estado inclusivo. El evento fue organizado por La Ruta de la Democracia y transmitido por su página de Facebook.

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Fuente: ANF



En un foro virtual para conmemorar 39 años de la recuperación de la democracia en Bolivia, siete ponentes dieron a conocer este viernes el balance de estas casi cuatro décadas y las perspectivas a mediano y largo plazo sobre el sistema democrático, la libertad de expresión y de prensa, las autonomías, las perspectivas sobre los pueblos indígenas, el género y lo generacional.

La constante en las exposiciones fue la necesidad de trabajar en reconstruir la institucionalidad en el país, fortalecer la paridad y la alternancia, además de reconducir los valores y buscar consolidar un Estado inclusivo. El evento fue organizado por La Ruta de la Democracia y transmitido por su página de Facebook.

“Si no hay Estado de Derecho, transparencia, rendición de cuentas ni libertades no hay democracia. La democracia está desinstitucionalizada. El caudillismo y el hiperpresidencialismo han destruido a las instituciones. Precisamos crear un Estado de Derecho, independencia de poderes, poner en ejecución el debido proceso e impulsar las libertades democráticas”, expresó el primer expositor, el politólogo Carlos Toranzo Roca.

El reconocido analista compartió el espacio virtual con la periodista Lupe Cajías, quien hizo un análisis de la libertad de expresión y de prensa en este tiempo, y los investigadores Carlos Hugo Molina, Sonia Montaño, Pedro Portugal, María del Mar Ayaviri y Álex Bernabé Colque. Este 10 de octubre se conmemorarán 39 años de la recuperación de la democracia boliviana tras 18 años de gobiernos militares y dictatoriales.

Democracia en construcción

Para comprender el 10 de octubre de 1982 y la relación de la sociedad con el Estado, el abogado y director de Innovación del Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (CEPAD), Carlos Hugo Molina, planteó revisar sucesos históricos como la Guerra del Chaco y la Revolución Nacional de 1952.

En tanto que Toranzo recordó que lo que sucedió hace 39 años no fue la recuperación en sí de la democracia representativa, dado que esta no existía. “Sacamos a las dictaduras militares para comenzar a construir democracia representativa marcada por la existencia de un sistema plural de partidos. A partir de esa época hay el inicio de la construcción de democracia republicana”.

Ambos expositores también mentaron otros hitos como la Marcha Indígena de 1990, la participación popular, la descentralización, como elementos clave para comprender este proceso en el país. Toranzo, quien considera que hasta 1982 había poca conciencia de los Derechos Humanos en Bolivia, dijo que la marcha del 90 fue un parteaguas que permitió hablar de territorio y dignidad. Para Molina aún “estamos en una democracia en construcción”.

Respecto a la participación de los jóvenes en este proceso, Toranzo manifestó que las redes sociales se han convertido en sus trincheras para la lucha. No obstante, María del Mar Ayaviri, en representación del Consorcio Boliviano de Juventudes (Conbojuv), hizo un reclamo en sentido de que la voz de los jóvenes no ha sido escuchada y que cuando les toca ser candidatos para cargos públicos ingresan como suplentes o “de relleno”.

“Muchos valoraron los movimientos juveniles como resistencias, plataformas o de movimientos sociales, que se encontraron protagónicamente en las calles y en las redes sociales. Sin embargo, a la hora de la hora, los operadores político partidarios han decepcionado a estas generaciones alejándolos de las urnas, produciendo sentimientos de frustración y de engaño”, descargó Ayaviri.

Perspectivas

Uno de los temas que está permanentemente en agenda es el referido al regionalismo, clasismo y racismo en Bolivia. Para Molina se trata de situaciones que hay que superar porque no suman en democracia. “Nos han inducido, y nos están induciendo, a una confrontación, a un falso debate entre indios y blancos, entre oriente y occidente, entre ciudad y área rural. Y todo esto debiera desaparecer”.

Sobre este eje, el historiador y fundador del periódico Pukara, Pedro Portugal, consideró que tiene que surgir una nueva mirada en el país. “En ese nuevo pensamiento boliviano tal vez podamos superar los problemas que hemos tenido y el movimiento indígena pueda ser un elemento integrador en vez de ser algo que se ha instrumentalizado y que termina siempre en división y enfrentamiento”, dijo.

A propósito, Álex Bernabé Colque, coordinador de la Fundación Igualdad LGTB, mencionó que para él y su organización la democracia no es racismo ni manipulación. También se refirió a lo que sí conciben como democrático: respetar, libertad de expresión de ideas, libertad de decidir a quién amar, soberanía para elegir con información. “Sin diversidad no hay democracia”, culminó.

En lo relacionado a la participación de las mujeres en el proceso democrático, la socióloga Sonia Montaño comentó que debería servir para cualificar la democracia, pero que lo que ha ocurrido en los últimos años ha sido el incremento de los feminicidios y de la violencia contra este sector de la población. También observó que pese a que existe normativa para promover la paridad y alternancia en la política, eso no es suficiente.

“No basta la cantidad ni la presencia numérica si es que no hay autonomía política de las mujeres (…). La libertad de pensamiento es imprescindible”, enfatizó Montaño.

El orgullo de ser periodista

En su balance de estas casi cuatro décadas respecto del trabajo de los periodistas, Lupe Cajías destacó que pese a todas las circunstancias adversas —presión, agresiones y amenazas desde el poder, pugnas de dueños de medios en detrimento de la calidad informativa, incursión de la banalidad— aún se continúa haciendo un trabajo que devela el abuso de los poderosos.

“Paralelamente está la trinchera, la esperanza, el orgullo de ser periodista. Porque a pesar de todo aquello, interna y externamente, a pesar de sufrir humillaciones en Palacio de Gobierno en la cobertura de una noticia, a pesar de los gases, a pesar de los palos, la prensa siguió manteniendo un espacio de denuncia, de reflejar lo que estaba ocurriendo en el país y de mostrar el cansancio ciudadano frente al abuso del poder, un espacio de diálogo, de otras voces y otra posibilidad de interpretar la realidad”, culminó la periodista.

Al finalizar este foro virtual que duró dos horas, desde la organización se hizo la lectura de un manifiesto a propósito de estos 39 años. El documento titula: “A seguir construyendo la democracia en Bolivia”.