El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, advirtió que si el presidente Evo Morales no puede garantizar la seguridad del gasoducto, su país estudiará de «manera seria» y de «ser necesario» abrir sus propios contactos con los prefectos de la región oriental de Bolivia para asegurar la provisión de gas.
Gobierno refuerza la custodia militar en plantas de gas.
Los Tiempos
Agencias
El Canciller brasileño realizó esas declaraciones, según la cadena CNN y la agencia estatal brasileña, la semana pasada ante la amenaza de los grupos contrarios al gobierno de afectar el gasoducto que alimenta mercados estratégicos en Argentina y Brasil.
Los prefectos y cívicos de Santa Cruz y Tarija, principales productores de hidrocarburos, buscan la autonomía de esos departamentos, para tener la posibilidad de manejar y disponer sus recursos naturales directamente, al margen del Poder Ejecutivo, para impulsar el desarrollo de sus regiones.
Según la agencia estatal de información brasileña, la subsidiaria de Petrobras en Bolivia, ante la amenaza de los grupos opositores bolivianos de invadir las instalaciones de la empresa en el país y pese al resguardo militar dispuesto por el Gobierno, tomó una serie de previsiones para garantizar su infraestructura y la provisión de gas a Brasil.
Ayer, una explosión en la zona de Palmar Grande, Yatebute (Tarija) que daño el gasoducto Yacuiba-Río Grande (Gasyrg), afectó el suministro normal de gas a Brasil. Se redujo en tres millones de metros cúbicos, de los 30 millones, el envío de gas diariamente a Brasil, según confirmó el presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Santos Ramírez.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo ayer en rueda de prensa que «el Gobierno ha dispuesto una mayor presencia de unidades militares para preservar la estructura hidrocarburífera».
La compañía Transierra informó que Bolivia analiza usar otro gasoducto para restituir los envíos de gas hacia Brasil, disminuidos en un 10 por ciento debido a una explosión.
Frente a esta contingencia, en Manaus, el ministro de Minas y Energía de Brasil, Edison Laboa, según EFE, afirmó que su gobierno podría poner en práctica un «plan de contingencia» en caso de que falle el suministro de gas natural de Bolivia a causa de los problemas en ese país.
Para Lobao hasta el momento no es posible cuantificar la pérdida de gas no suministrado, pero afirmó a periodistas que la situación «no crea problemas» porque Brasil tiene reservas y puede evitar el desabastecimiento.
El plan de contingencia que está en discusión incluye sustituir la electricidad de origen térmico por la de origen hídrico, desconectar algunas plantas a gas y, en «última hipótesis», utilizar el propio gas natural, que la petrolera estatal Petrobras reinyecta en sus yacimientos, para dirigirlo al abastecimiento del mercado comercial interno, explicó.
«Habrá un gran perjuicio para Bolivia y algunas dificultades para Brasil», que recibía hasta ayer 31 millones de metro cúbicos, afirmó.
Bolivia abastece más de la mitad del mercado de gas natural de Brasil, a través de ese gasoducto de 3.000 kilómetros de longitud, manejado por una empresa binacional, con capacidad nominal de 30 millones de metros cúbicos por día del combustible.
Ese gas abastece más de la mitad del mercado comercial brasileño y el 60 por ciento del estado de Sao Paulo, el corazón industrial del Brasil.
El embajador de Brasil en Bolivia, Frederico Araújo, dijo ayer a medios brasileños que en 48 horas se sentirá el efecto del atentado en el gasoducto, aunque minimizó los daños en el sistema.
Lobao acompañó hoy al presidente Luiz Inácio Lula da Silva a una inspección a las obras de un nuevo gasoducto en plena selva amazónica que llevará a partir de 2009 unos cinco millones de metros cúbicos del combustible hasta la ciudad de Manaus.
Alertan sobre peligro
El hecho se suscitó alrededor de las 5:00 de ayer en la zona Palmar Grande, Yatebute, donde un grupo de jóvenes procedieron a cerrar la válvula SDV – 3 del Gasyrg, destruyendo la llave de seguridad y provocando una masiva fuga de gas, siendo que una chispa intencional causó un incendio de proporciones.
Técnicos de la estatal YPFB dijeron que el incendio que se produjo debido a la presión en el ducto después de que grupos de manifestantes opositores cerraran una válvula de paso.
La contrapresión del cierre de la válvula SDV-3 desató una segunda ruptura en la válvula SDV-2, a las 15:00, en inmediaciones de la zona Yaguacua, Sanandita. Un gran estruendo provocó la alarma generalizada en las poblaciones aledañas.
«Este tipo de atentados pudo haber ocasionado un accidente de fatales consecuencias para los intrusos y pobladores del área», advirtió la empresa transportadora Transierra en un informe a la Superintendencia de Hidrocarburos.
Aunque se hacen todos los esfuerzos para controlar el fuego, prevalecen diferentes riesgos sociales y ambientales. En caso de ocasionarse otra ruptura y fuga de elementos altamente inflamables podrían desatarse nuevos incendios de magnitud, además de serias afectaciones a la flora, fauna, agricultura y contaminación de aguas.
El presidente de la petrolera, Santos Ramírez, calculó que reparar la tubería costará 100 millones de dólares y tomará entre 15 y 20 días. El estado perderá ocho millones de dólares diarios por una reducción del suministro.
YPFB dijo que hasta la tarde de ayer los activistas mantenían ocupados dos campos petroleros en el sur.