Gringo maldito

El Mundo. El Director.

Ayer el Presidente de la Republica Evo Morales se molestó cuando alguien le preguntó sobre el periodista Jorge Melgar, se molesto sin caer en extremos empezó a hacer contra-preguntas, que Melgar era “supuesto periodista”, un “comentarista”, “si alguien lo defiende eso significa que es como el señor Melgar”, “significa que quien averigua por él debe ser como él”, lo que obligó -al que preguntó- a tener que explicar que no es como Melgar, el Presidente logró que el periodista no continúe con las preguntas y en Evo lo reconoció como dirigente del troskismo ¿?, que lo conocía de las luchas sindicales y algo claro señaló el Presidente Morales al decir que este periodista vertía comentarios racistas, xenofóbicos y lo demuestran por intermedio de los videos.



A esto me saltó una idea de cuando derrocaron a Gonzalo Sánchez de Lozada, hace 5 años los medios de La Paz, El Alto e incluso conocidos analistas tenían adjetivos de grueso calibre para señalar que Goni era un: “Gringo maldito”, “Gringo entreguista”, “Gringo asesino”; es más, hoy radios de El Alto y medios del gobierno se refieren a Leopoldo Fernández como “el carnicero de porvenir”, permanentemente se lo señala como un genocida.

Creo que al Presidente o al segundo hombre de la nación no les corresponde señalar si Melgar es periodista o no, se lo denuncia de que era un activista político, que alquilaba un programa de televisión, que no se olvide el Vicepresidente que él estuvo muchos años actuando como periodista en Pentágono y los noticieros de PAT , Evo señaló que los verdaderos periodistas son los que fueron despedidos por defender a Evo Morales, así que eso nos deja la duda: ¿defender a Evo es ser periodista y criticarlo es ser supuesto?, esa valoración muy subjetiva deja señales de que la intolerancia está adquiriendo cuerpo.

Melgar indudablemente tiene un lenguaje poco frecuente en la televisión pero una vez José Camilo Cela señaló: “la forma no es lo importante lo que realmente importa es que alguien lo entienda”, después el propio presidente señaló que este supuesto periodista es responsable de instigar a que se tome un aeropuerto; eso lo dudo, conozco periodistas importantes que se pueden quedar sin garganta pidiendo que la gente se bañe en el “arenal” y le aseguro que esto -que es una actividad higiénica- no encontraría eco, una cosa es que lo escuchen, otra cosa es que compartan y una muy lejana que lo obedezcan, solo el Pastor Jim Jones en noviembre de 1978 logró que 913 personas cometan un suicido colectivo en Jonestown, pero eso fue mediante lavado de cerebro, con consignas religiosas.

En la publicidad señaló que: “Melgar amenazó a dignatarios de estado”, en Bolivia no existe el delito de conspirar para cometer delito, solo en los EE.UU. se refiere a que una persona que cuenta con los elementos y oportunidades para hacer un delito y amenaza comete delito, en Bolivia solo se tipifica sobre delitos cometidos, lo demás es simple anécdota.

Lo mejor que puede hacer el gobierno en torno a la poco afortunada forma de detener a una persona es liberarlo por respeto al debido proceso al que tiene derecho toda persona, lo contrario es cargar permanentemente con una denuncia que colgará sobre la cabeza del Presidente respecto a la persecución, a la libertad de prensa y a la censura -que es injusto creo-, en Bolivia existe -hasta hoy- total libertad de prensa y lo de Riberalta fue una “chambonada”.