• Encapuchados • Fidel Surco aparece en la foto con los supuestos guerrilleros*
Desde que se inventaron los argumentos, definitivamente vale todo. Cualquier situación puede ser atribuida a un montaje y con eso se elude cualquier tipo de responsabilidad. Fidel Surco salió precisamente con una de esas. Afirmó que la foto en la que aparece con un grupo armado es un montaje que tiene el objetivo de desprestigiarlo.
Definitivamente se quiso salir por la tangente pero sus argumentos resultaron nada sólidos y es claro que no convencieron a nadie. Es claro que el nuevo delfín del gobierno de Evo Morales no tiene para nada inclinaciones democráticas y sus contactos con las FARC son ampliamente conocidos.
En el pasado mes de septiembre, Fidel Surco realizó clandestinamente un viaje a Colombia y sospechosamente retornó al país pocos días antes de iniciar la marcha para cercar el edificio del Congreso nacional.
Las fotografías tomadas en la zona de Rurrenabaque no dejan margen a la duda. El MAS está propiciando la creación de grupos armados y para ello cuenta con respaldo de grupos irregulares como las FARC colombianas y el MRTA peruano, cuyos miembros están utilizando a Bolivia como santuario. De hecho, un ex emerretista peruano sigue trabajando en el gobierno como estratega en comunicación,imagen y propaganda.
En retribución a la acogida que les brinda el gobierno boliviano, estos subversivos encubiertos muchos con el denominativo de "refugiados", dan entrenamiento militar a grupos de campesinos y en las fotografías esto queda absolutamente claro.
Dentro de los planes del MAS no descartan para el futuro una confrontación armada y por consiguiente están tomando previsiones. Surco, además mantiene un estrecho contacto con Fernando “Pacho” Cortes, quien es el principal enlace entre las FARC y el gobierno de Evo Morales. Además no hay que olvidar que el tal Pacho,durante el proceso que se le siguió en el país, ha contado también,entre otros, con el apoyo y la protección del senador Antonio Peredo y de su aguerrida esposa.
* (foto El Nuevo Día)