Tres cooperativas de Oruro, el 80% de las de Potosí y 300 concesiones de mineros chicos paralizaron su actividad debido a la baja de la cotización del zinc. Los sectores aseguran que la demanda del mineral se redujo en el mercado externo.
La Razón
La caída de los precios internacionales de los minerales, especialmente del zinc, ya se hace sentir en el país; puesto que esta situación ocasionó el cierre de operaciones en la minería chica y en las cooperativas de los departamentos de Oruro y Potosí.
A pesar del fondo de sostenibilidad que anunció el Gobierno la semana pasada para brindar un salvataje al sector, el 80% de las cooperativas productoras de zinc de Potosí, tres de Oruro y 300 concesiones del mismo rubro están paralizadas debido a que no cubren sus costos de operación y por la reducción de la demanda en el mercado externo.
En Potosí existen 51 cooperativas, en las que trabajan unos 20.000 mineros. De esa cifra, el 80% ha paralizado sus actividades, afirmó el vicepresidente de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin) Potosí, Corsino Villanueva.
“No hay quién compre las cargas y todos vamos a parar. Somos 51 cooperativas en Potosí y están trabajando unos cuantos, el 10 ó 20%; pero el 80% no está trabajando”, manifestó.
La semana pasada, la libra fina de zinc llegó a cotizarse en 0,48 dólares, mientras que el 2007 alcanzó un promedio máximo de un dólar y medio. Ayer, el mineral tuvo una leve recuperación y se cotizó en 0,52 dólares.
Mientras, el presidente de Fedecomin Oruro, Eduardo Berdeja, explicó que tres cooperativas mineras que producían zinc en este departamento paralizaron sus actividades desde septiembre, debido a que su última producción les ocasionó pérdidas.
“Las cooperativas de zinc María Luisa, Pacacollo y 23 de Marzo, ubicadas en la provincia Salinas de Garci Mendoza, donde trabajaban 337 cooperativistas, han parado toda su actividad”.
El dirigente minero señaló que el problema ahora no es sólo por la baja del precio del zinc, sino también porque los ingenios dejaron de comprar el metal a los cooperativistas, ya que tienen almacenados grandes volúmenes del producto y no pueden venderlo porque la demanda en el mercado externo se redujo.
“Estos ingenios compraron el zinc a más de un dólar, y ahora que bajó el precio, además perderán en la venta”, añadió.
La minería chica también se ve afectada. El presidente de la Cámara Nacional de Minería (Canalmin), Ramiro Aguilar, lamentó que cerca de 300 concesiones mineras que trabajaban con zinc, y que brindan cerca de 3.000 empleos, hayan cerrado sus operaciones por los bajos precios alcanzados por el mineral.
Informó que, por esta razón, se están reuniendo con las autoridades del Ministerio de Minería, que pretende crear un fondo de salvataje (créditos), similar al que lograron las cooperativas. Este mecanismo partiría con un millón de dólares, aunque la demanda del sector es mayor y espera por lo menos tres millones.
La semana pasada, el Poder Ejecutivo anunció la creación de un fondo de sostenimiento reembolsable para compensar a las cooperativas mineras por la caída del precio del zinc. Los recursos destinados a esta medida ascienden a $us 5 millones.
El precio que sostendrá este mecanismo será de 0,65 dólares la libra fina de zinc y el límite inferior será de 0,45 dólares.
Por lo que el fondo cubrirá hasta 20 centavos de dólar cuando el metal tenga un precio menor al techo establecido.
30.000 mineros de otro rubro
Con el auge de la minería, la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin) registró a 80.000 cooperativistas, de los cuales 30.000 antes pertenecían a otros rubros, como el de la construcción (albañiles) y el agropecuario, informó el vicepresidente de esta entidad, Néstor Villalobos.
Ahora que llegó la crisis minera, si la producción deja de ser rentable, estas personas podrán retornar a su anterior actividad; en cambio 50.000 cooperativistas estarán realmente afectados, explicó el dirigente.
Indicó que el fondo de cinco millones de dólares ofrecido por el Gobierno podrá aliviar el golpe a la minería durante dos años. Dijo que luego habrá que pensar en otra alternativa de solución.
“La experiencia nos muestra que el auge en la minería dura dos años, pero la crisis se prolonga hasta por cuatro o cinco años”, añadió Néstor Villalobos.