Böhrt y Romero articularon el pacto para el proyecto de CPE

Una crónica de las relaciones entre el senador de Podemos y el ministro del MAS. En la comisión paralela se estableció que el Gobierno estaba dispuesto a hacer concesiones en su CPE.

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Reunión: el Ministro y el podemista (ambos en la parte derecha) comparten la mesa de diálogo en la Sala de Retratos del Parlamento



La Prensa

El ministro de Desarrollo Rural y ex constituyente del MAS, Carlos Romero, y el senador de Poder Democrático y Social (Podemos) Carlos Böhrt fueron los articuladores del acuerdo, que se firmó el 20 de octubre, para la realización de los referendos por el proyecto de nueva Constitución, previstos para el 25 de enero de 2009.

La información fue proporcionada por fuentes cercanas a Böhrt y Romero, pues para consolidar los acuerdos hubo reuniones previas entre ambos en las que se hicieron concesiones en el proyecto constitucional.

Entidades internacionales, embajadas y grupos de presión bolivianos también actuaron silenciosamente para evitar una escalada del conflicto y alcanzar acuerdos democráticos sobre el proyecto de CPE y las autonomías.

En las negociaciones se destacaron por su trabajo el senador Böhrt y el ministro Romero, quienes tuvieron que enfrentar a los “sectores duros” de sus propios partidos, convencerlos de la necesidad de los acuerdos y propiciar un escenario en el que fueran posibles concesiones mutuas.

Junto con Böhrt y Romero trabajaron otros “moderados”, como el jefe de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina; el prefecto de Tarija, Mario Cossío; el senador de Podemos de ese departamento Roberto Ruiz, el diputado cruceño Alejandro Colanzi y el asambleísta Ricardo Pol, ambos de UN, y Mario Justiniano y Guillermo Richter, del MNR.

Pero una de las claves del logro de los acuerdos, dijeron testigos de las negociaciones, fue el que haya funcionado con tanta eficiencia la dupla “Böhrt-Romero”. Ambos se convirtieron en “bisagras” de sus propios partidos para negociar con el otro bando.

Romero dijo en declaraciones a los medios que uno de los primeros elementos que hicieron germinar el acuerdo fue el que la autoridad gubernamental y el senador Böhrt trabajaron juntos en un libro sobre la CPE (junto con el abogado Carlos Alarcón).

El Deber informó al respecto que, “según detalla Romero, los pactos comenzaron a tejerse a través de un trabajo académico suyo y del podemista Carlos Böhrt. A ellos se sumaron otros investigadores, quienes descubrieron las fallas del texto de Oruro y plantearon alternativas”.

El mencionado libro se titula Hacia una Constitución democrática y fue auspiciado por la Fundación Boliviana de Democracia Multipartidaria (FBDM) y el Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (ILDIS). Fue editado en abril. Aparentemente, durante los meses de elaboración del texto, Böhrt y Romero trabaron mayor amistad y ganaron confianza mutua.

Allí, informal e implícitamente, establecieron las concesiones mínimas que tendrían que hacer ambos grupos para lograr un acuerdo nacional.

Romero había sido uno de los más influyentes asambleístas y Böhrt conocía el proyecto de CPE al derecho y al revés. Antes, la FBDM y el ILDIS habían financiado otro libro con el objetivo de acercar a las posiciones contrarias. Ese texto se tituló Puentes para un diálogo democrático y fue editado en febrero. Se refería a las posibilidades de compatibilizar el proyecto de CPE y los estatutos autonómicos.

Después del referéndum revocatorio del 10 de agosto, otra vez el ILDIS y la FBDM organizaron una actividad destinada a unir a las posiciones. Nuevamente los invitados fueron Böhrt y Romero. Dicha actividad se realizó cuatro días después de la consulta en la que fue ratificado el presidente Evo Morales y contó con la presencia de representantes de organismos internacionales y de embajadas, y de dirigentes políticos del oficialismo y de la oposición.

Personas cercanas a Böhrt y Romero dijeron a La Prensa que la FBDM tuvo otra participación posterior trascendente, tratar de acercar las posiciones del Gobierno con las de los prefectos, usando como puente a Cossío. Quien coordinó y facilitó los enlaces fue el senador Ruiz.

Una vez que Cossío se reunió en el Palacio de Gobierno con el presidente Morales, el 14 de septiembre, surgieron las primeras señales de esperanza. Con la posterior ayuda de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se establecieron las bases para las negociaciones en Cochabamba.

El senador Böhrt admitió que la FBDM tuvo otra iniciativa clave cuando les ofreció a los actores del diálogo de todos los sectores un espacio “neutro y adecuado” para reunirse de manera informal, sin agenda concreta, excepto tratar de hacer énfasis en las coincidencias y no en las diferencias.

Esas reuniones, luego realizadas de manera autónoma, fueron el germen de la “comisión paralela” o “clandestina”, como la llamó el legislador podemista.

Las fuentes consultadas señalan que los integrantes de esta comitiva procuraron eludir en las reuniones a dirigentes de “línea dura”, como el presidente del Senado, Óscar Ortiz (Podemos). Incluso indican que el jefe podemista, Jorge Quiroga, buscaba sabotear los acuerdos y no viabilizarlos.

Según un testigo de los sucesos, en una de las reuniones de la “comisión paralela”, en la que participaron Romero, Böhrt, Richter, Pol, Doria Medina y otros, se estableció con claridad que el presidente Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera estaban dispuestos a lograr un acuerdo y que para ello ofrecieron hacer varias concesiones como que se requieran dos tercios de los votos del nuevo Congreso para elegir a miembros de la CNE y para las futuras reformas a la CPE.

El presidente de la FBDM, Guido Riveros, se limitó a señalar que los objetivos de la fundación que dirige son “afianzar la democracia, lograr acuerdos y generar pactos. Desde hace años que esta institución promueve talleres, reuniones, diálogos y financia textos e investigaciones destinados a lograr consensos y acuerdos”.

Riveros considera “que los acuerdos congresales para los referendos son muy positivos, han pacificado al país y han bajado la polarización (…) Muchos trabajaron para este acuerdo, especialmente los observadores internacionales, pero todo lo que nuestra fundación haya podido hacer para generar un acuerdo nos complace”.

Más detalles

Entre el sábado 18 y el lunes 20 de octubre, el Congreso estuvo empantanado con las reformas al proyecto de Carta Magna.

Tras la llegada de los sectores sociales afines al MAS se aceleraron los acuerdos entre el oficialismo y la oposición.

El martes 21 se aprobó la convocatoria para los referendos por el proyecto de Constitución.