Chavez pide a sus seguidores que tomen las calles tras las elecciones del domingo

El presidente venezolano busca acorralar a la oposición con insultos y amenazas

JOAQUIM IBARZ – CARACAS (ENVIADO ESPECIAL DE LA VANGUARDIA)

Hugo Chávez está en pie de guerra. El presidente venezolano pidió a sus seguidores que tomen las calles tras la votación del próximo domingo “para evitar que la oposición grite fraude y se repita lo ocurrido en Nicaragua. “El domingo, a organizarse y después de votar, todo el mundo a la calle; las calles son del pueblo, no de la oligarquía”, exhortó el mandatario.



En vísperas de las cruciales elecciones regionales y municipales del próximo domingo, Chávez eleva el nivel de insultos, al tiempo que amenaza con cárcel a opositores y disidentes. En su último discurso de campaña, Chávez pidió  “acorralar sin clemencia” a la oposición. Aunque los excesos verbales no son una novedad en el líder bolivariano, el calibre de las andanadas deja perplejos incluso a algunos de sus partidarios.

“Vamos a seguir acorralándolos en todo el país. Vamos a lanzar la misión ‘Acorralamiento sin clemencia’ para que sepan de qué somos capaces los revolucionarios”, clamó Chávez ante sus seguidores. Con estos ataques virulentos, el presidente busca crear un enemigo que identifique a lo que él llama la “oposición golpista", que le sirva para sustituir los temas de campaña sobre los problemas que acucian a los venezolanos –inseguridad, inflación, corrupción, carestía de alimentos, falta de viviendas- y maquillen el poco gancho de los candidatos oficiales.

Una vez más, Chávez recurre al lenguaje bélico para intimidad a sus adversarios. En las últimas semanas ha repetido una y otra vez que "la revolución está armada". En Zulia, habló de un "plan militar" si ganaban sus contradictores, y en Carabobo amenazó con sacar los tanques si los votantes le daban la espalda. 

Ante el temor de perder la gobernación de importantes estados y algunas alcaldías emblemáticas, el presidente atiza la polarización para convertir las elecciones en un plebiscito sobre su figura. Aunque Chávez no figura en ninguna papeleta, parece ser el único candidato de Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Con  improperios y amenazas, pretende recordar a sus partidarios que no votar por sus candidatos es votar contra él.

“Rosales tú vas preso, bandido de siete suelas”, eres un desgraciado”, fueron los epítetos publicables que Chávez  dirigió al gobernador del estado de Zulia, el más poblado del país, que se presenta como candidato a la alcaldía de Maracaibo (la capital del estado). "Asqueroso traidor", "apátrida", "oligarca" y "mafioso" son apelativos usados por el jefe de Estado al referirse al gobernador de Sucre, Ramón Martínez, disidente del movimiento bolivariano. A Rosales y Martínez amenazó con encarcelarlos. Y también advirtió que no piensa facilitar recursos a los estados rebeldes que voten contra sus candidatos."¿Para qué enviar recursos? ¿Para que se los roben, para que conspiren contra mí?".

Chávez asegura que Rosales es “un ladrón  descarado”, que ha incurrido en decenas de actos de corrupción como la compra de 13 haciendas con dinero de la Gobernación y la creación de dos empresas con sede en Miami. Según Chávez, ahora prepara su fuga del país.

Rosales afirma que la gobernación del Zulia compró las 13 fincas para repartirlas a campesinos comprometidos a trabajar la tierra y que no forman parte de su patrimonio; el gobernador sostiene que las acusaciones son un montaje ideado por Chávez para incriminarlo y apartarlo de la política.

Rosales no se presentó ante la Asamblea Nacional (AN), que lo había citado para responder a las acusaciones de corrupción en su contra.

»Lo que querían hacerme en la AN era una emboscada; yo no me iba a prestar a ese linchamiento político», dijo Rosales, del partido opositor Un Nuevo Tiempo (UNT). »Estoy dispuesto a ir a cualquier instancia, y a debatir en cualquier escenario la andanada de mentiras y falsedades que se han dicho contra mí», agregó Rosales.