El peor año de la prensa

El Nuevo Día

Editorial



Más de cien ataques a periodistas y 54 atentados a medios de comunicación son suficientes pruebas como para considerar el 2008 como el año más nefasto para el ejercicio del periodismo en Bolivia. Pese a que, en muchas ocasiones, la vida de reporteros y camarógrafos estuvo en peligro en actos violentos, lo peor ha sido la constatación de que el actual proceso político tiene marcada en su agenda la limitación de la libertad de prensa y de expresión como derechos fundamentales de todos los ciudadanos, no sólo de los hombres y mujeres de la prensa.

Esta política de Estado, reñida con pluralismo informativo tiene al Presidente de la República como su principal impulsor, desde el momento en que declara a los periodistas como sus principales enemigos. Los continuos ataques y críticas de Evo Morales han activado eficazmente el resorte de la violencia callejera a través de grupos especialmente aleccionados para golpear a los periodistas. La identificación de un policía de civil apaleando a un camarógrafo en Santa Cruz, ofrece pruebas de que no hay nada de espontáneo en los ataques y que en todo caso, existe una fuerza institucional comprometida en esas acciones. El caso del teniente Nava y el atentado a un canal de televisión en Yacuiba es otro indicio fuerte que respalda esta afirmación.

La persecución política que se escuda en operadores judiciales benevolentes al oficialismo puede ser el paso siguiente en contra de los periodistas. La aprehensión del comentarista riberalteño Jorge Melgar, sin respetar los principios jurídicos de un procesamiento justo, puede repetirse, toda vez que se ha constituido en un pésimo precedente de incumplimiento de las normas vigentes que protegen la libertad de expresión.

La sistemática arremetida contra a la libertad de prensa también se expresó en el proyecto de constitución que aprobó el MAS en Oruro. Pese a que, mediante un acuerdo congresal se introdujeron algunos cambios en uno de los capítulos relacionados con los medios de comunicación, el texto que será sometido a referéndum el 25 de enero de 2009 no garantiza la labor periodística libre de condicionamientos políticos y en todo caso, permanece el riesgo de que avasallamiento mediante la controversial figura del control social, a nombre del cual, el MAS pretende institucionalizar el accionar irregular de las montoneras.

El lado positivo de todo este fatídico cuadro ha sido el fortalecimiento institucional de las agrupaciones que tienen la misión de defender la libertad de los individuos a recibir información libre de censura. Los activistas nacionales han logrado llamar la atención de las principales organizaciones mundiales que velan por la libertad de prensa, las cuales se encuentran vigilantes en relación a lo que sucede en Bolivia, país que junto a Cuba y Venezuela, se ha convertido en el centro de la preocupación continental debido al peligro que se yergue sobre el trabajo periodístico.

Los activistas nacionales han logrado llamar la atención de las organizaciones mundiales que velan por la libertad de prensa, las cuales se encuentran vigilantes en relación a lo que sucede en Bolivia, que junto a Cuba y Venezuela, se ha convertido en el centro de la preocupación.