El «vivo» y el ingenuo

image

Esa exacerbación de la retórica al que le pusieron por nombre Hugo Chávez y que por esas cosas que tiene la vida, hoy se encuentra gobernando a la patria del Libertador Simón Bolívar, hace muy buenos negocios con Estados Unidos pero impide que Bolivia haga lo mismo. Sucede que los arrebatos verbales del torbellino del Caribe no se trasladan al campo de los negocios.

Es más, podría decirse que a mayores exabruptos verbales, mayor es el volumen de los negocios entre Venezuela y Estados Unidos; mientras George Bush y Hugo Chávez intercambian gentilezas, los grandes buques se dirigen puntualmente hacia el mercado norteamericano, que constituye el 75 por ciento del mercado petrolero de Venezuela.



Bush y Chávez no solo intercambias insultos. Venezuela es el segundo proveedor de crudo a los Estados Unidos y el volumen de venta llega en la actualidad a los 1.3 millones de barriles diarios. Si se toma en cuenta que en la actualidad la producción boliviana de petróleo es de 25 mil barriles diarios, nos daremos cuenta de la magnitud del negocio.

En febrero de este año, Chávez amenazó con no vender a Estados Unidos “una sola gota de petróleo” pero evidentemente no hablaba en serio y los suministros venezolanos continuaron llegando sin tropiezos al país del norte. Pero el flujo comercial se produce también en sentido inverso. Desde hace años, Venezuela confronta una aguda escasez de alimentos, que según Hugo Chávez, es propiciada por el imperio.

La mejor forma de combatir esta conspiración resultó ser comprar los alimentos del mismo imperio y es así que el mercado venezolano se vio inundado con arroz marca Gulf Pacific, frijoles Trinidad Benham y leche en polvo Cal Western Packaging.

Resulta entonces evidente que Hugo Chávez, a la hora de hacer negocios hace gala de un pragmatismo que envidiarían los más ortodoxos neoliberales. Sin embargo, Evo Morales, más papista que el Papa, despliega un antiimperialismo a ultranza que seguramente causa gracia a su propio mentor.

Y no es que los muchachos del norte nos caigan bien o mal. Ocurre que Bolivia exporta a Estados Unidos desde el 2002, un total de 463 productos y solo 50 a Venezuela. Además, el 96 por ciento de las exportaciones dirigidas a EE.UU se realizan bajo el régimen de preferencias arancelarias como aporte a la lucha contra el narcotráfico (Atpdea), el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) y el régimen de Nación Menos Favorecida (NMF).

El Atpdea no va más porque el gobierno del MAS no le ha prestado atención a la lucha contra el narcotráfico porque eso sería como matar a la madre, el SGP finaliza el 31 de diciembre y el NMF, que beneficiaba a las exportaciones de minerales está en veremos.

Es así que mientras Hugo Chávez, a pesar de su apabullante vocinglería continúa haciendo excelentes negocios con Estados Unidos, Evo Morales con su retórica antiimperialista y su inexistente visión económica, solo ha logrado cerrar fuentes de trabajo y nos promete una crisis cuya magnitud está por verse, porque si bien la crisis internacional tiene su impacto, no cabe duda que también el MAS ha hecho un generoso aporte para profundizarla. Siendo ingenuos podríamos esperar que Chávez, por una vez en su vida actuara de buena fe y  le recomendara a Evo,  “te dije que hicieras lo que hago no lo que digo”.

 

* Presidentes Hugo Chávez y Evo Morales, foto archivo ABI