Elecciones en Venezuela

Editorial de Los Tiempos.

Cuanto ocurra hoy en Venezuela será de enorme trascendencia no sólo para el futuro de ese país, sino también para el nuestro, pues son tan estrechos los vínculos entre el régimen chavista y el de Evo Morales, que la suerte de uno está ligada a la del otro



Por décima vez en los últimos diez años, 17 millones de venezolanos volverán a asistir hoy a las urnas para elegir a gobernadores y alcaldes en los 22 estados de su país. Sin embargo, oficialistas y opositores coinciden en que cada voto emitido tendrá, además, un contenido que trasciende la elección de autoridades locales: será una manifestación de apoyo o rechazo al “Socialismo del Siglo XXI”.

Las elecciones se realizan casi doce meses después de que Chávez sufriera su primera derrota desde que asumió por primera vez el poder en febrero de 1999. Como se recordará, el 4 de diciembre del año pasado, contra todas las previsiones una mayoría de venezolanos dijo "No" en el referéndum convocado para aprobar o rechazar el proyecto chavista de reforma constitucional.

Lo que está en juego en los comicios de esta jornada es, pues, nada más y nada menos que el futuro de la “revolución socialista”. Y Chávez está tan consciente de ello que ha anunciado su decisión de no tolerar ningún resultado adverso. “Deben recordar que la revolución está armada", ha dicho a los opositores, y para que no queden dudas sobre los alcances de su espíritu autoritario, ha anticipado su intención de sacar tanques blindados a las calles de los estados y municipios donde sus candidatos sean derrotados. También ha advertido con no hacer llegar los financiamientos estatales a los lugares donde pierda, "porque sería como financiar a los que quieren destruir a la revolución".

Semejantes amenazas, repetidas una y otra vez hasta horas antes del acto electoral, han sido interpretadas como una manifestación del estado de desesperación en que se encuentra el caudillo caribeño. Razones para ello no faltan, pues según las últimas encuestas es muy probable que la oposición, pese a sus debilidades, logre ganar más de la mitad de gobernaciones y alcaldías en disputa. Entre ellas, las de los dos estados económicamente más importantes de Venezuela: el petrolero de Zulia y el industrializado Carabobo.

Si tal cosa llegara a ocurrir, Chávez sólo podría elegir entre dos caminos: resignarse y renunciar a su proyecto totalitario y aprender a gobernar en un ambiente de mayor pluralidad y diversidad, o cumplir sus amenazas y dar por concluida la vigencia de la democracia en Venezuela.

Con estos antecedentes resulta evidente que cuanto ocurra allí hoy, será de enorme trascendencia no sólo para el futuro de los venezolanos, sino también para el nuestro pues, como se sabe, son tan estrechos los vínculos entre el régimen chavista y el de Evo Morales, que la suerte de uno está ligada a la del otro.