Los discursos…

Entre paréntesis….

              Cayetano Llobet T.

Las victorias o derrotas contundentes ofrecen el inconveniente de continuaciones aburridas. Y entonces tenemos que aguantarnos unas peroratas como la que se mandó el Vicepresidente García Linera en Cochabamba  -“los jóvenes deben estar dispuestos a dar sus vidas por la revolución”-, ¡nada menos!  Él mismo debe haber quedado  horrorizado al ver la grabación.



Pero hay que salir del aburrimiento y de la solemnidad de la victoria, sobre todo, si contiene semejantes dosis de altoperuanismo. Y si se tiene el estómago suficiente, ¡y hay que tenerlo!, nada más entretenido que las intervenciones de Hugo Chávez. Ni en las peores versiones de las telenovelas venezolanas ni en los discursos de Cristina Kirchner  -¡que ya es decir!-, se puede encontrar una seguidilla tan coherente de estupideces, sin que falte una sola. Y eso que, gracias a la crisis, ha bajado el tono. Hace unos días, Andrés Oppenheimer me decía, “la boca de Chávez es directamente proporcional a los precios del petróleo”.

Y precisamente, para discutir de la crisis financiera mundial, se reunieron en la cumbre del Alba. Horas antes, Evo Morales había propuesto la creación de una OEA sin Estados Unidos. Ya en Caracas, con aplauso asegurado, se le dio por explicar, con autoridad académica indiscutible, las causas de la crisis financiera internacional y, entre otras cosas, reveló que la Organización Mundial de Comercio está al servicio de los negocios de los millonarios. Terrible decepción para todos los que estábamos seguros de que se trataba de una orden de hermanas de la caridad. Y más grave todavía: demostró la necesidad de acabar con el Banco Mundial, el BID y el Fondo Monetario Internacional. Ya que estamos en la revolución y enterrando al capitalismo mundial, ¡hagámoslo en serio, carajo! Y Chávez tuvo que reconocer, textual, “la inmensa sabiduría del compañero Evo, sustentada, además, en su gran preparación”… ¡Te pasaste hermano!

El Alba es un verdadero estuche de monerías que, como todo el mundo sabe, es un club de barrio pobre sostenido por el chico rico. Cuba, que cobra las regalías del préstamo ideológico que le ha hecho al sargento; Nicaragua que es buen coro para que Ortega aumente su fama de corrupto, y Dominica, ¡potencia mundial!   Honduras, que tiene el privilegio indiscutible de tener a uno de los presidentes más burros del continente, don Manuel Zelaya, que no ha llegado a darse cuenta de que el sustento de Centroamérica es su relación con Estados Unidos. Con semejantes protagonistas,  la cumbre del Alba, eclipsó, borró del mapa informativo a la otra cumbre, la de la APEC , (Cooperación Económica Asia-Pacífico), en la que estaban enanos como China, Japón y USA… ¡cuestión de tamaños!

Pero, Chávez, sigue siendo la joya de la corona. Puesto que tan importante foro ya había decidido la eliminación del Banco Mundial,  BID, FMI, había que terminar la faena: el mismísimo presidente Chávez, orlado de verde y rojo, con Bolívar detrás suyo, en marco de observación e inspiración, rescata la última sigla que quedaba indemne: la Corporación Andina de Fomento. Revela que la CAF , cuya sede está en Caracas, maneja los créditos como lo hace el Fondo Monetario Internacional, y lanza la terrible admonición: “Entonces habrá que cerrarla y este edificio de aquí podría ser sede más bien del banco nuestro, un edificio completo”… ¡verdadera delicia de razonamiento, extraordinario!, ¿quién puede competir con eso?

¡Voto por los discursos!