Los últimos esclavos

El Mundo

Parece inaudito lo sucedido en Cordillera cuando a la cabeza de nuestro «liberador de esclavos» Alejandro Almaraz quien acompañado con grupos elites de las gloriosas FF.AA. fue recibido con disparos realizados por los esclavos quienes defendían la propiedad de su amo, un cruel norteamericano, la batalla desigual fue vencida finalmente por Almaraz quien detuvo a los malagradecidos encadenados esclavos (estos fueron acusados de terrorismo, esto ya es en serio) quitándoles el armamento -6 viejos fusiles heredados de la guerra del Chaco-, lo raro fue que los esclavos defendieron la propiedad de su amo (Ronald Larsen) quien no se encontraba en el lugar, el país todo salto en jubilo ante un hecho tan trascendental que ponía fin a más de 500 años de esclavitud.

Esta crónica narrada me imagino que debió haber sido utilizada por los órganos de los medios gubernamentales, que en cada acción del gobierno encuentran inspiración poética para ser relatada, como yo no estoy en la lista de los adoradores del mestizo (le molesta que le digan indio en Bolivia, tiene razón, no lo es) que se encuentra en Palacio de gobierno cuando no está viajando, de verdad que no es de mi agrado simplemente porque pretende ser dueño de la verdad y personalmente siento que lo sucedido en Caraparicito (establecimiento que conozco ) es simplemente el afán que tiene este régimen de alimentarse de carne y sangre humana; me explico, cuando el país está en calma, la gente meditando sobre lo que sucede en el país, los movimientos sociales están descansando (por lo tanto su agitador Fidel Surco tiene que viajar al Perú a organizar marchas contra la CAN), las colas desesperan , la impunidad asusta, Pando se encuentra tomada y sus habitantes entre presos y exiliados, ante este cuadro los estrategas deben imaginarse que el fin se acerca y deben agitar el ambiente y no encontraron mejor opción que brincarle a la tierra, primero atacaron la propiedad de los menonitas (organización religiosa que se dedican a la agropecuaria) y hoy Caraparicito, mañana decidirán por la propiedad de Laguna Corazón del Presidente cívico y con ello buscar que los «rebeldes de la media luna» reaccionen y comience la guerra mediática de «cómo los oligarcas se niegan a cumplir las reformas agrarias, que defienden a los acaparadores de la tierra , que los extranjeros tienen más derecho que los pobres bolivianitos.



Y así ellos están en la campaña permanente para evitar que nos demos tiempo para pensar de la misma forma y hoy parece que las encuestas donde el SI no llega al 46% y el NO esta cada día subiendo 38% los asusta y por eso deben buscar sangre para alimentar al monstruo de la campaña electoral que busca simplemente consolidar la reelección del Presidente, reelección que no es conveniente no por nada alguien dijo que los gobernantes son como los pañales deben ser cambiados cuando fueron usados.

Los hechos pasados donde se cometieron excesos de ambos lados deben servir como experiencias y esta nos demuestra que no debemos reaccionar con hormonas sino con neuronas y evitar la confrontación, no le demos sangre para beber sino enseñémosle que el camino es la paz, la propuesta serena, que no sucedan excesos de rescatar propiedades que al final de cuenta ellas serán de quienes la merecen, la tierra no debe ser alimentada de sangre ellos ganan con la muerte, sucede que sus muertos, esos que ellos provocan como la de Christian Urresti, la de los de La Calancha, y las otras, no son parte de investigación alguna, pero ellos sacan provecho con muertes sospechosas como las de Porvenir (lo de sospechoso no es negar dichas muertes sino las de evitar contribuir a la verdad), es por eso que lo sucedido en Caraparicito responde a una estrategia de provocación y por el bien de la democracia evitemos caer en ella.