Digan lo que digan

Editado por: Centa Reck. Sección: Editorial. http://www.laestrelladeloriente.com/noticia.php?idnoticia=6372

En medio de una verdadera epidemia de denuncias de corrupción el presidente Evo Morales intenta pasar el temporal con los ojos cerrados, pidiendo además a los bolivianos que sigamos su ejemplo y que no nos preocupemos si los vientos huracanados nos nublan totalmente la visión del camino que su gobierno insiste que debemos seguir.

El Presidente tuvo una participación harakirika en un acto en el que se celebraba el Día de la Lucha de la Corrupción. Habló mucho sin decir nada que no fuera el volver a las consabidas fórmulas plañideras que ya no satisfacen a nadie, y que tampoco provocan lástima o conmiseración, sino más bien todo lo contrario.



Acusó a la oposición de querer dañar a su ministro que parece que es uno de sus mimaditos porque hizo el trabajo de Pando entre otras cosas no muy santas. Insistió en que como no pueden tumbarlo ni debilitarlo han inventado el tema del contrabando de su ministro y del prefecto de facto que este puso en Pando, el vicealmirante Rafael Bandeiras.

No presentó ninguna prueba, destiló resentimiento por el supuesto trato injusto que recibe en pago a sus acciones por el país. Lanzó muchas quejas a moco tendido, muestras de enojo e incluso alguna que otra pataleta, como esa de reprochar a un periodista en público y hacerlo pasar al frente para entregarle unas cartas; pero nada concreto sobre los 33 camiones que estamos seguro que nadie se los inventó, y que no son fruto de la imaginación florida del ex general López, compadre- ahijado de Quintana.

El presidente planteó en resumen, que todos tienen la obligación de creer en su honestidad y la de su gabinete, que esto es prácticamente un acto de fe y no se debe cuestionar más. Después expresó que a todos sus ministros o funcionarios que acusen de corrupción él los reconfirmará en el acto y asunto concluido.

Por supuesto que ésta no es la mejor manera de enfrentar un tema de acusación de corrupción, mucho menos si la acusación viene desde un correligionario y ex compadre de Quintana. No entendemos como Evo Morales cree que puede resolver el tema decidiendo que aquí manda y ordena él y le importa un bledo y tres cominos las acusaciones y lo que diga el pueblo, la oposición y el ex compadre Cesar López, que hasta apareció en la televisión haciendo campaña por la constitución, instando a que todos apoyen el proceso de cambio, al tiempo que insistía que volvía a reconfirmar su acusación de que el ministro Quintana había ordenado la liberación de los 33 camiones de contrabando.

Digan lo que digan, el presidente Morales en una especie de ex abrupto ratificó a su ministro. Prefirió escucharse a sí mismo, planteando que lo que es bueno para él tiene que ser tomado por bueno para todos, así se trate de un frasco de vermífugo o 33 camiones queriendo pasar por 17 denarios fruto de un mal sueño o de una pesadilla que ahora el presidente nos manda a todos olvidar.

Pero existieron y existen los 33 camiones que fueron liberados en Pando y que no hay poder humano que los pueda hacer desaparecer por el hoyo de un discurso.