Cuando García Linera dice que el voto por el No causará violencia, lo que en el fondo quiere significar es una terrible amenaza. Como los reyes de la Edad Media, este extraño guerrillero, amenaza con la violencia en caso de que votemos contra sus imposiciones absurdas.
Opinión. Editorial.
En algún momento y alguien tiene que asumir la representación de los bolivianos que piensan democráticamente y en la proyección de sus principios y objetivos, frente a los términos y a las actitudes que el Vicepresidente de la República utiliza para imponer lo que él cree que es correcto. Lo haremos con las consideraciones que merece el Segundo Mandatario y al mismo tiempo con la claridad y firmeza a que tenemos derecho para asumir el papel que nos corresponde en el desarrollo del país. La comprensión y la paciencia tienen sus límites.
Ésta no es la primera vez que el Segundo Mandatario utiliza términos absolutos y descarta toda posibilidad de pluralidad y disensión. En otras circunstancias sería risible lo que ha dicho, pero considerando la sobrecarga conflictiva que hay en la situación actual, no sólo es prudente, sino necesario realizar formulaciones ideológicas, históricas y procedimentales, ante todo lo que hace este funcionario, aparentemente seguro de tener derecho a esa conducta ilimitada, próxima al absolutismo.
Varias veces lo hemos visto en el canal oficialista exponiendo planes políticos y económicos, supuestamente perfectos y milagrosos. La verdad es que el Lic. Linera conoce los aspectos generales de la política y la historia, pero no entiende claramente los componentes esenciales de la teoría del Estado y menos de la economía. Una prueba está en la total disparidad en lo que él propone y lo que realmente hacen los ministros de Planificación, de Hacienda así como los gerentes de las grandes empresas estatales.
Otra falla de consecuencias graves para la institucionalidad del Estado es que el Vicepresidente siendo parte del Poder Legislativo actúa, permanentemente, como Presidente de la República, obviamente, en este caso la responsabilidad no es sólo de él sino de los que permiten tales excesos. Últimamente se le ha ocurrido decir que las personas que voten por el No en el próximo referéndum serán las que ocasionen la polarización y la violencia. Para cualquier persona normal, capaz de conocer e interpretar lo que sucede en Bolivia, ésta es una declaración simplemente extraña, totalmente opuesta a la realidad.
El vicepresidente Linera y su proyecto constitucional son parciales y totalitarios. Las manifestaciones verbales de este alto funcionario están en la lógica de quienes no admiten ninguna posibilidad diferente. En consecuencia, en la hipótesis de un proceso violento posterior, uno de los causantes será él. Afirmar que la votación contra el proyecto de CPE oficialista, puede causar la violencia, en el fondo es una declaración pública de intolerancia y absolutismo. Lo que ha dicho el Lic. Linera, en el fondo, es una amenaza monárquica. Los reyes de la antigüedad, amenazaban a quienes no pensaban como ellos, con indignarse, hacer temblar a todos, provocar verdaderas catástrofes sociales. Este extraño rey ahora nos dice si votan contra mí habrá violencia, ya verán lo que les pasa.