Confrontación| Los impasses entre el Gobierno y los miembros del Poder Judicial, suben de tono. El Ministro de Defensa vaticinó el fin de este «Poder Judicial conservador»
Acto de inauguración del Año Judicial 2009 en la Corte Suprema de Justicia, ayer. | Correo del Sur
Los Tiempos
Agencias. Las relaciones entre los poderes Ejecutivo y Judicial no encuentran puntos de conciliación. El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eddy Walter Fernández, criticó ayer duramente el accionar del Gobierno contra los miembros de los órganos judiciales y la institucionalidad. La respuesta desde el Ejecutivo no se dejó esperar, el ministro de Defensa, Walter San Miguel, reprochó esas críticas y sostuvo que era el «último discurso del Poder Judicial conservador».
Ayer, durante el acto de inauguración del Año Judicial 2009, que por primera vez no contó con la presencia de ningún miembro del Ejecutivo, el presidente de la Suprema dedicó ayer la parte final de su discurso-informe, en denunciar los continuos ataques del Gobierno que buscan «desmoronar» el Poder Judicial. Puso énfasis en las tensas relaciones con el Poder Ejecutivo, las cuales entorpecieron a su juicio la necesaria coordinación entre los dos poderes.
«Consideramos que es el último discurso del Poder Judicial conservador, del Poder Judicial que no hizo justicia durante décadas o centurias, afortunadamente el 25 de enero vamos a ver una nueva alborada de la justicia boliviana», aseguró San Miguel al criticar al presidente de la Corte Suprema, alegando que éste que quiere mostrar que los ataques son en contra de todo el Poder Judicial, cuando sólo se trata de cuestionamientos justos a magistrados que no cumplieron a cabalidad sus funciones.
San Miguel dijo que el informe de Fernández fue imparcial e incompleto y lamentó que la autoridad judicial no haya informado al país el porqué de la retardación de justicia en casos como el de Gonzalo Sánchez de Lozada y otros que tienen que ver con altas ex autoridades del Poder Ejecutivo y están en manos de la Suprema.
En este contexto, caldeado en los últimos días ante el rechazo del presidente Evo Morales a la invitación para el acto de inauguración del nuevo año judicial, por no haber sido incluido en la lista de oradores, Fernández manifestó que en 2008 el Poder Judicial continuó «siendo víctima del atropello, la infamia y la diatriba» del Gobierno, actitudes que «han denigrado la honorabilidad personal de sus autoridades y sus instituciones».
Asimismo, denunció un permanente intento del Ejecutivo de «interferir la actuación jurisdiccional y dejando al país en la orfandad jurídica institucional». «Ya no causa extrañeza que más de las veces, sin razón alguna, el Poder Judicial hubiera sido blanco de los ataques más despiadados, al ser calificado como el poder más corrupto, más débil y más vulnerable; sin darse cuenta que con ello se está malogrando la integridad institucional y poniendo en riesgo la vigencia del Estado de Derecho», afirmó el magistrado.
«A diferencia de los años anteriores llegamos a 2009 en condiciones poco afortunadas para el sistema de justicia del país, debo decir con la suficiente claridad que por efectos de asedio político permanente, hoy el Poder Judicial se encuentra en un proceso peligroso de desmoronamiento institucional debido a la eliminación sistemática del Tribunal Constitucional y dejar sin quórum al plenario del Consejo de la Judicatura», señala parte del informe leído por Fernández.
Según el presidente de la Corte, lo que se estaría buscando con estas actitudes es que «el Poder Judicial se someta al poder político y complazca en sus aspiraciones e intereses».
«El país debe saber, como lo hemos dicho en reiteradas ocasiones, que en el cumplimiento de nuestra función, no nos anima otro propósito que no sea el servicio a la nación y a la sociedad boliviana y la defensa de la verdad y de la justicia», acotó.
Sin embargo, afirmó que el Poder Judicial continuará «en la lucha por preservar las garantías constitucionales, haciendo respetar los derechos ciudadanos como única forma de asegurar la convivencia pacífica y civilizada entre todos los bolivianos».
«El Poder Judicial, consciente de su responsabilidad histórica, ha sido absolutamente cauteloso frente a los últimos acontecimientos, provocados por la intransigencia y los radicalismos políticos; lo que no significa, de ninguna manera, que debamos callar y convertirnos en simples observadores y cómplices de la trasgresión al orden constitucional o la vulneración sistemática de los derechos ciudadanos», dijo Fernández.
«Los magistrados de hoy, como los de ayer y los del mañana, estaremos siempre expuestos a ser envueltos en el torbellino de pasiones humanas, desde el momento en que nuestras decisiones necesariamente tienen que afectar intereses de unos en contra de otros», añadió.
Fernández además recordó las conclusiones a las que llegó el Poder Judicial en su encuentro desarrollado a fines de 2008 en la capital del Beni, Trinidad, en el cual se rechaza la nueva Constitución Política del Estado, por considerar que esta pone en grave riesgo el sistema judicial y por tanto las garantías y derechos de los bolivianos.
Exhortan al Legislativo
El presidente de la Corte Suprema, Eddy Fernández, exhortó ayer al Poder Legislativo a «restituir a la brevedad posible» la integridad de las instituciones judiciales, a través de la designación de magistrados y funcionarios del Poder Judicial.
«Si bien el Poder Judicial no ha tenido la suerte de alcanzar un perfil propio y consolidado, es tiempo en que los tres poderes del Estado, en igualdad de condiciones y con un profundo respeto a la institucionalidad, podamos ofrecer al país y a la sociedad boliviana la certidumbre en el ejercicio pleno de sus derechos y de sus deberes democráticos», sostuvo.
Fernández reclamó al Congreso Nacional «restituir, a la brevedad posible, la integridad de nuestras instituciones, designando a los magistrados del Tribunal Constitucional, consejeros de la Judicatura y altos dignatarios de Estado, cuya decisión compete al Poder Legislativo».