El presidente Morales expulsó, en noviembre de 2008, a la DEA y la acusó de conspirar con la oposición. Estados Unidos rechazó las acusaciones a las que calificó de “infundadas”.
Despedida del embajador Goldberg, trás ser expulsado por el gobierno de Morales. Ocurrió en septiembre de 2008
La Patria
El gobierno de Estados Unidos continúa revisando sus relaciones con Bolivia y su legación diplomática anunció, este viernes, que los programas de cooperación se desarrollan con normalidad, a la espera de “cualquier decisión”.
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El encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos, Kris Urs, estuvo este viernes en El Alto para poner en marcha un programa de provisión de Alcantarillado que beneficia a unas 17.000 personas.
“En el largo plazo, la relación está bajo revisión; la ayuda que damos está bajo revisión y cuando Washington haga una decisión, nosotros vamos a informar oportunamente (…) Por el momento, hemos tomado la decisión de seguir con la ayuda que tenemos pero en Washington se está revisando toda la relación y podría tomar cualquier decisión. Yo no quisiera especular sobre qué pasaría, pero por el momento seguimos trabajando”, puntualizó Urs.
Versiones preliminares, de fuentes diplomáticas bolivianas, informaron recientemente sobre las gestiones que estaría realizado el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y el nuevo embajador boliviano ante ese organismo, José Enrique Pinelo, para propiciar una reunión entre el presidente Evo Morales y su colega de Estados Unidos, Barack Obama, durante la próxima Cumbre de las Américas que se realizará en Abril, en Trinidad y Tobago.
En todo caso, Urs dijo que para mejorar una relación se necesita de respeto entre los países “Nos quedamos con la esperanza, el deseo, de mejorar las relaciones, pero necesita que los dos países se traten el uno al otro con respeto (…) respeto es un camino de doble vía”, subrayó el representante diplomático.
Anteriormente, el canciller David Choquehuanca sostuvo que las nuevas autoridades diplomáticas estadounidenses anticiparon su voluntad para reencaminar las relaciones con Bolivia, aunque dijo que aún aguardan “cambios en los diferentes espacios” del gobierno de Obama.
“Bolivia aún está en busca de señales claras de parte de los Estados Unidos para reconducir estas relaciones, pero hemos manifestado de que esa reconducción tiene que ser bajo nuevas reglas”, precisó el Canciller, poco antes de enviar a Pinelo a Washington, donde está la sede de la OEA.
Desde la expulsión del embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg, en septiembre de 2008, las relaciones entre la Casa Blanca y Palacio Quemado se han reducido sólo al nivel de encargados de negocios, ya que en reciprocidad el entonces representante boliviano en Washington, Gustavo Guzmán, también fue retirado.
El presidente Evo Morales también decidió expulsar, en noviembre de 2008, a la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA), a la que igualmente que acusó de conspirar y aliarse con sectores opositores a su gobierno. En ambos casos, Estados Unidos rechazó las acusaciones a las que calificó de “infundadas”.
Tras la elección de Barack Obama como nuevo mandatario de Estados Unidos, el gobierno boliviano anticipó la posibilidad de restablecer los escenarios de confianza y cooperación, aunque ya en julio de 2008 se había intentado desarrollar una agenda de siete puntos, la que sin embargo, no registra ningún avance hasta el momento.