Más dudas sobre las elecciones

No será nada fácil detener la firme decisión con la que el MAS se enrumba hacia las elecciones de diciembre con o sin nuevo padrón

los_tiempos_beta Por Redacción central | – Los Tiempos



La decisión de la comisión evaluadora de las propuestas para el padrón biométrico, que declaró desierto el contrato de adjudicación, debido a que ninguna de las empresas que presentó sus propuestas cumple los requisitos mínimos exigidos, ha vuelto a poner en riesgo la realización de las elecciones de diciembre próximo en condiciones que resulten aceptables para todos.

El asunto, grave de por sí, lo es mucho más si se considera el contexto político en el que se presenta este nuevo escollo en el camino que debía conducir a las urnas. Es que está ya tan avanzado el proceso de destrucción de la institucionalidad republicana que no es sólo el proceso electoral el que está amenazado. Hemos llegado ya a un punto en el que lo que está en riesgo es la preservación del sistema democrático en nuestro país.

Los factores que nos han conducido a tan trágica situación son los mismos que durante los últimos años han ido minando con singular eficiencia las bases de la institucionalidad democrática. Por una parte, el indisimulado afán del Movimiento al Socialismo de crear con paciencia y meticulosidad las condiciones óptimas para la instauración de un régimen totalitario y, por otra, la inexistencia de una oposición política capaz de evitar que el proceso avance en esa dirección.

Como era de prever, el MAS ya tiene un plan de acción para sacar provecho a las dificultades que trae consigo el empadronamiento biométrico. Ya presentó un proyecto de ley para modificar el Código Electoral, aprobado a comienzos de abril, que autorice a la CNE utilizar el actual registro de electores, pese a los cuestionamientos de la oposición. Su obvio objetivo es revertir la derrota que sufrió en abril.

La oposición, en cambio, como ya es habitual, no tiene mejor idea que atrincherarse en una posición quejumbrosa y defensiva. Incapaz de salir de su permanente extravío, no tiene una propuesta digna de ser tomada en cuenta y mucho menos un plan de acción que pueda hacer frente al del oficialismo.

Las pocas voces opositoras que se oyen provienen de iniciativas individuales. Es el caso de los senadores de lo que era Podemos, Carlos Böhrt y Luis Vásquez, ninguno de los cuales representa a nadie más que a sí mismo. Por su parte, algunos aspirantes a candidatos intentan opinar sobre el asunto, pero lo hacen sin ninguna autoridad porque ni siquiera cuentan con una organización política legalmente reconocida.

En esas circunstancias, no será nada fácil detener la firme decisión con la que el MAS se enrumba hacia las elecciones de diciembre con o sin nuevo padrón. El tiempo corre a su favor y no hay porqué suponer que desperdicie la oportunidad que le presenta la ausencia de un rival.