Bruce Springsteen, 25 años de su ‘Born in the USA’

image A su denuncia le dio la vuelta Ronald Reagan, que usó la canción como himno de su campaña electoral

ESTEBAN LINÉS | Barcelona | 04/06/2009 | CulturaLA VANGUARDIA

El tiempo se esfuma, como diría Neil Young, ahora tan de actualidad escénica, pero no deja de llamar la atención que estos días se cumpla ya un cuarto de siglo desde que apareciera uno de los álbumes más impactantes del mercado estadounidense de estos veinticinco años.



· 1 – Bruce Springsteen durante uno de sus últimos conciertos el pasado mes de mayo en Rutherford del Este, Nueva Jersey (EE.UU.) /   AP / Cuenta Kostroun

Contraportada del album ‘Born in the USA’ / ‘La Vanguardia’ / Archivo

Bruce Springsteen, el Boss, ya se había hecho un nombre, el favor de la crítica y un buen colchón económico antes de que sacara a la luz Born in the USA. Hasta entonces había acumulado una tríada de discos que, para no pocos, constituyen lo más elaborado musicalmente de su prolongada carrera profesional, es decir, Born to run, The River y la sorprendentemente intimista Nebraska.

‘Born in the Usa’ nació rodeada de la polémica. El indudable mensaje político, en este caso la recuperación del orgullo por sentirse estadounidense -un tema, por otra parte, recurrente en sus textos hasta el día de hoy- fue hábilmente aprovechado por la Administración Reagan, que la transformó mediáticamente en un alegato patriótico a favor de su política federal.

La canción que daba título al álbum (de incuestionable tono crítico ante la situación política reinante) se propagó y se difundió ad nauseam como un "parahimno" nacional y como una tonada hiperutilizada en la campaña de reelección reaganiana (que alcanzó con holgura), símbolo de las excelencias de una forma de gobernar nítidamente conservadora y alejada de las preocupaciones sociales que siempre han caracterizado el ideario del cantautor de Nueva Jersey.

Un cuarto de siglo antes de que Estados Unidos esté recuperando un indudable tono patriótico bastante masivo gracias a la presidencia de Barak Obama, el Boss publicaba su séptimo disco de estudio, que se convertiría en el mayor bombazo comercial de su carrera discográfica, con más de quince millones de ejemplares vendidos sólo en Estados Unidos.

El indudable acierto económico se vio, con todo, acompañado de uno de los mayores sinsabores para el siempre concienzado bardo: lo que pretendía ser una reivindicación y defensa de las clases más desfavorecidas de la nación y, a la vez, una crítica nítida a la intervención de Estados Unidos en Vietnam, se convirtió en una de las armas más visibles utilizadas por Ronald Reagan para conseguir una segunda legislatura.

imageSpringsteen publicó ‘Born in the USA’ el 4 de junio de 1984 y logró el número uno en la lista de la revista Billboard a lo largo de un mes.

La portada del disco acrecentaba ese tono patriótico que Springsteen quería dar a su mensaje del momento: se veía, sobre un fondo barras y estrellas, al cantante y guitarrista de espaldas, con una gorra de béisbol saliendo del bolsillo trasero de su pantalón texano. Mientras unos incluso interpretaron esa imagen como que estaba orinando sobre la bandera, otros quisieron ver lo contrario. Springsteen , indignado por el mensaje desvirtuado de su disco, se negó a ceder para la publicidad de Chrysler la canción por la desorbitada oferta de 12 millones de dólares.

Hoy la canción es un clásico indiscutible de su amplio repertorio , al igual que el disco, De éste también se extrajeron uno de los mayores éxitos del cantante, como es Dancing in the dark,cuyo vídeo fue dirigido en el año 1984 por Brian de Palma. Ahora, algunos de los temas contenidos en aquel álbum forman parte del Greatest hits (Sony-Bmg) que se edita en España y que resume una carrera con dieciséis álbumes y premiada con 19 premios Grammy.