El destape en el caso Pando

Centa Centa Reck

Los planes que impulsaron a la toma de Pando ya están al descubierto, sin maquillaje y sin los arropes de las acusaciones que determinaron la militarización y posterior toma del territorio pandino, ahora salen a flote las verdaderas intenciones y los motivos que realmente definieron que el prefecto Leopoldo Fernández sea apresado bajo la acusación de masacre y sedición, planteando para ello un operativo que desde los jefes y las columnas masistas tenían definido que Pando debía sufrir una transformación, dejando de ser territorio del oriente para convertirlo paso a paso, golpe a golpe, en territorios masista-aymara- andinocentrista.

La purga étnica y la toma territorial han quedado probadas con las últimas declaraciones de funcionarios del gobierno que ya no ocultan ni disimulan sus verdaderos planes y que además están siendo plenamente apoyados por Hugo Chávez quien no ha dejado de entrometerse, ni de practicar una sostenida ingerencia de opinión y de hecho en asuntos del Estado Plurinacional de Bolivia que sigue siendo tomado por este mandatario como una de sus colonias imperiales.



En este tenor el gobierno de Venezuela ha expresado que apoya a su homólogo de Bolivia en su proyecto de convertir a Pando en enclave masista, proyecto político- militar que responde con admirable exactitud al documento “Marcha hacia el oriente”, que planteaba la toma del territorio, amedrentamiento militar, desplazamiento de la población originaria del territorio y copamiento o repoblación con gentes traídas desde el occidente del país y afines a la ideología masista.

La repoblación del territorio pandino, forma parte de una antigua práctica que desde tiempos inmemoriales realizan los pueblos conquistadores sobre los que han sido conquistados y que plantea que esta es la mejor manera de hacerlos suyos, expropiarlos, desvirtuando sus constumbres, usanzas, tradiciones para imponer por estos medios la cultura y la visión del conquistador.

Estamos sin duda ante un episodio de toma de territorio y de colonización interna que dentro de esta primera oleada tiene  previsto transportan un elevado número de familias de occidente para que tengan un efecto aumentando la votación a favor de Evo Morales, a los que luego se les cumpliría con la promesa de asentarlos dándoles tierras y tomando en este sentido el territorio, del que poco a poco serán desplazados no sólo los mestizos pandinos sino los indígenas del lugar.

Por otro lado, ya existe un importante apoyo venezolano, para desarrollar la estrategia de adoctrinamiento ideológica que consiste en insuflar la ideología masista en estudiantes y colonizadores, arrastrando también a su paso al mayor número de ciudadanos pandinos que se dejen influenciar por debilidad o necesidad de sobrevivir.

Pando, por lo tanto va camino a convertirse en un fuerte enclave masista, plan que cuenta con apoyo venezolano y con el trabajo de los militares que en la presente etapa están jugando un rol de adhesión incondicional a los planes ideológicos de Evo Morales, aceptando aportar a la construcción o destrucción de la patria siguiendo lo que les exige el proyecto masistas con puntos y coma.
Es realmente grave que las fuerzas militares existan bajo el lema de orden y subordinación, sin cuestionar a que se subordinan y para que y bajo que ordenamiento cumplen estos preceptos.

E presidente del Comité Cívico de Pando, Herbert Salvatierra, también ha señalado que se estima que estos planes tienen como otro objetivo de gran importancia el “aprovechar los recursos forestales y no renovables del departamento”. El mismo presidente del Comité de Pando, ha pronostica que pueden darse “fuertes enfrentamientos” entre las familias que están migrando desde el occidente hacia Pando y los indígenas que radican en el departamento, pues el problema de la tierra se hará serio en la medida en que se compruebe que está será indefectiblemente para los migrantes correligionarios masistas.

Esta fue la misión que cumplió el adelantado Juan Ramón Quintana en su avanzada hacia el oriente boliviano que inició el 11 de septiembre de 2008, en medio de un hecho violento que cobró vidas humanas y que Unasur bautizó como una masacre en la que los “únicos y exclusivos culpables” fueron supuestamente los cívicos-autonomistas.

Pero como dice Joan Manuel Serrat “El tiempo, el implacable, el que pasó siempre una huella triste nos dejó…” y a pesar de los avatares si seguimos esta huella podremos encontrar las verdaderas razones, los objetivos reales de los hechos que ocurrieron, más allá de los retrueques, maquillajes y embalajes. Ahora estamos pues ante las evidencias de la motivación que sin fue sin duda la que definió el plan de primer avanzada hacia el oriente boliviano a través de la toma militar-política-ideología y de limpieza étnica dentro del territorio de Pando.

Esto por lo menos debería quedar en la memoria historia para que el tiempo el implacable, el que pasó nos deje esta huella no sólo dolorosa sino de una forma de eliminación de la plurinacionalidad y pluriculturalidad que está siendo sobredeterminada y canjeada n favor de un adoctrinamiento ideológico.