Elogio de la política, no de los políticos

Daniel A. Pasquier Rivero *

clip_image002El dilema del 6 de diciembre. Se metió en el acuerdo para aprobar la CPE la fecha de la convocatoria a nuevas elecciones y el compromiso de un nuevo padrón electoral. Se reconoce tácitamente que sin legitimación de autoridades no se podrá poner en marcha el gran aparato requerido por el cambio al nuevo Estado Plurinacional, verdadero galimatías su implementación. Aún con inteligencia, tolerancia, tacto y olfato político, no se podrá ir más lejos sin mayor comprensión y apoyo de la sociedad entera, pues sólo aprobar los cambios en papeles le ha costado al MAS esfuerzo económico, tiempo, y cargar a su cuenta muertos, viudas/os, huérfanos/as, mutilados/as, dolor, sufrimiento, y un país estancado en su perspectiva de desarrollo. Los que fungen de voceros, en cada caso, tragan bilis, porque la “labor cumplida” del Vice, no es tal. ¿Y el padrón fiable a corto plazo? Sí, la voluntad existe, pero los tiempos corren y esto no es Suiza todavía (promesa de Evo). Esto es el Plan A, respetando la democracia, a la que no es muy afecta el gobierno. Tiene la oportunidad de oro para reivindicarse.

Plan B, no se honran los compromisos. Se consigue la reelección de Evo sin mirar los medios de la democracia “formal” o “abstracta”, según teóricos del proyecto indigenista comunitarista. Si este falla, queda el Plan C, chicote, chantaje, chitón y challa. Es el momento de ver los quilates tanto de políticos como de los ciudadanos comprometidos con la cosa pública, la res-pública, que desde los griegos repite que no hay cosa más noble ni más sagrada que convertirse en servidor y administrador de la casa y la cosa de todos: la doctrina “republicana”. Los llamados a servir por tan elevados conceptos no deben medir consecuencias ni retacear esfuerzo, alejándose voluntariamente de vanidades y codicias por honores y bienes materiales.



Con Estado Plurinacional no se ha resuelto el desempleo, la ausencia de inversiones importantes que ayuden a resolver la pobreza extrema en la que se mueve casi el 50% de la población. Los pasos dados hacia la estatización y control de todos los agentes económicos, llevará a los mismos resultados que consiguieron sus progenitores, Castro y Chávez, que han colocado a sus países entre los más pobres en tiempo récord. Los resultados en educación y sanidad son artificios mediáticos si se los compara con cifras sociales y de economía antes de las pretendidas “revoluciones” y metas quinquenales fallidas, a pesar de los enormes sacrificios exigidos a esos pueblos. Después de 50 años, Cuba pasa hambre, y su futuro es incierto a pesar de la inmensa dádiva chavista, a espaldas del pueblo venezolano; ¿y los años de los rublos? Aún así los Castro vuelven a pedir al pueblo cubano más sacrificio y el “racionamiento” este año es mayor. Por su parte Venezuela “importa” todo y “exporta” revolución y petróleo, y su gran industria de celulares populares a menos de 14 dólares lanzó al mercado 10.000 unidades, gran cosa, cuando en EEUU se descartan por cambio a modelos con mejoras tecnológicas 400.000 al día, en perfecto funcionamiento. Ese es el capitalismo que entierra Evo en cada discurso.

Pero, ¿habrá candidato opositor capaz de derrotar a Evo, según Plan A? Si Evo no trajo aire nuevo a la política plurinacional, tampoco se ha visto un cambio sustancial entre los actores contrarios. Porque se ha cedido, se ha negociado, se han hecho pactos a espalda de los electores, de las regiones y de la voluntad de los pueblos. Y no se han dado explicaciones, no se han asumido responsabilidades y se tildan de traidores entre ellos, y cuando eso no basta, se tiran contra los que reclaman por su voto, por sentirse justamente traicionados. Pronto aprendieron las mañas de los “sistémicos”: todo cambia, para que nada cambie.

Hay que encontrar un “buen” político para convertirlo en principal candidato, y otros más para completar las listas. Para unir fuerzas, para unir a la oposición, para unir al país. Alguno que encarne honestidad intelectual y moral, que reconozca los verdaderos problemas del país (más empleo y más oportunidades, para todos), que esté dispuesto a jugarse “todo a favor de todos”, tomando en cuenta a los excluidos de siempre y a los nuevos, como son los autonomistas. Que tenga presente hasta a los extremistas, para respetarles sus derechos, incluyendo el derecho a un juicio justo, porque llegará el día. Mientras tanto, ojo con los que machacan todo el tiempo con su honestidad, valentía, pulso firme, los listos de turno y quienes les rodean (no salen a la luz pública, expertos entre bambalinas, los mismos de siempre). Esta no es historia de duros ni de blandos, son historias mal contadas, porque mientras unos se la juegan otros simplemente se acomodan, lo más elegante posible.

El abatimiento no tiene cabida, menos en este momento, cuando la acción debe partir del cerebro. Ya la buena estrella de los totalitarios se apaga, excepción la de los Castro que caen como los gatos. Pero por algo será que Venezuela está dispuesta a recomponer sus relaciones con EEUU “a la brevedad posible”, y en ello trabajan sus cancillerías; al otro lado, el fundamentalista iraní está ensangrentado las calles de Teherán para poder continuar en el poder. Y al Estado Plurinacional, Chávez lo deja en la estacada al cerrar negocios de gas con Argentina, y Bachelet afirma en Washington que es el “momento de construir una relación firme” de Chile, por extensión de Latinoamérica, con EEUU, pues “se requieren capitales para enfrentar retos como la pobreza, salud y educación”. Gran descubrimiento. Mientras Evo, enfrascado en su mesianismo, continúa provocando el enfrentamiento entre hermanos plurinacionales, al igual que en Paraguay y Perú.

Todavía es posible reencauzar al país, poniendo la política por delante de los políticos. Que no es tarea sencilla pero la racionalidad debe prevalecer, trayendo a la memoria principios y valores por los que vale la pena luchar y morir. En esta batalla, nadie es imprescindible y todos pueden ser necesarios. Si alguno sobra, le queda tiempo para su conversión. La realidad del país no puede ser desconocida y es un tronar de campanas para cualquier buen ciudadano luchar por libertad, democracia y Estado de Derecho.

*ICEES, Santa Cruz (Bolivia)

Imagen: http:/images.google/blogs.elcorreodigital.com/

Publicado en www.el-nuevodia.com/20090626