Inician proceso a los policías que ingresaron en Paraguay

Instituciones de Villamontes apoyan a los policías sancionados y denuncian que el ingreso de militares y civiles paraguayos a tierra boliviana es constante. “Cada vez entran los militares a comprar diésel”, dijo un soldado del puesto El Tigre.

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Frontera. El hito que divide a Bolivia y Paraguay es precario y desolado, pero en los últimos días aumentó el control militar



Incidente. Seis uniformados fueron sacados de Villa Montes; al súbdito paraguayo lo dejaron en libertad

Henrry Ugarte A. | El Deber

El Comando Policial de Tarija iniciará hoy el proceso disciplinario interno contra el teniente coronel Jorge Vidaurre y otros cinco efectivos de menor rango que tenían su base en Villa Montes y fueron suspendidos por haber ingresado en territorio paraguayo para detener a dos supuestos delincuentes. La incursión derivó en un incidente diplomático entre ambos países, pero concluyó rápidamente con una disculpa por parte del Gobierno de Bolivia.

Entre el 16 y 17 de mayo, por denuncia de una familia ganadera de la zona de Ibibobo, población fronteriza ubicada a 40 kilómetros de Villa Montes, un grupo de cinco policías, un guía y el supuesto afectado con el robo de especies sobrepasaron 30 kilómetros la línea divisoria entre Bolivia y Paraguay y detuvieron a Roberto Sosa, uno de los presuntos delincuentes que sustrajeron dos motocicletas, tres armas de fuego, dos teléfonos celulares, dos motosierras y Bs 4.000.

Para superar el problema con los guaraníes y a tan sólo dos días del 74 aniversario del cese de hostilidades de la Guerra del Chaco, el Gobierno de Bolivia tomó tres determinaciones: pedir una disculpa internacional al Gobierno de Paraguay, destituir al comandante de la Policía de Frontera, Jorge Vidaurre, y procesarlo junto a los cinco uniformados invasores.

Vidaurre fue replegado el pasado martes a Tarija y en su lugar quedó, de forma interina, el capitán Ricardo Berdeja. Ayer, en medio de la tristeza y  llanto de sus familiares, partieron de Villa Montes los últimos tres policías para asumir su defensa. El cambio de destino y la baja de la institución son las sanciones posibles que les espera.

Si bien los efectivos del orden que ahora están en Tarija se excusaron de hablar, por razones obvias, sus familiares y amigos contaron su versión de los hechos ocurridos entre el 16 y 17 de mayo.

Ante la denuncia del ganadero afectado por el robo de especies, los dos policías que atendían el puesto de Ibibobo se fueron a Villa Montes para pedir refuerzo e ir en busca de los sospechosos. Luego de la respectiva justificación, el comandante de la Policía de frontera ordenó el operativo y los dos grupos partieron en dos camionetas hacia la línea divisoria, donde recabaron el permiso de salida de la Aduana boliviana y el visto bueno de ingreso de la Aduana paraguaya.  

Con la licencia de las dos únicas instituciones que hay en la frontera, el grupo llegó hasta la población de Destacamento Infante Rivarola, donde el teniente primero del Ejército paraguayo, Freddy Gonzales, les aprobó el operativo y hasta los acompañó 30 kilómetros adentro, logrando capturar solamente a Sosa.

Una vez esposado, el supuesto delincuente fue llevado hasta la línea fronteriza y entregado a los policías bolivianos con todas las cosas que había robado; eso sí, en la Aduana boliviana uno de los funcionarios que se salvó de ser sancionado reveló que los policías pidieron permiso para entrar en el lado paraguayo, pero sólo para sentar la denuncia contra Sosa por el delito de violación a una menor. El agente de la Aduana no precisó si los efectivos portaban armas.

A lo largo de la semana pasada varias instituciones de Villa Montes se pronunciaron en apoyo a los policías sancionados. Luis Rojas, un hacendado conocido de la zona de Ibibobo, declaró a radio Fides que no se explica cómo las autoridades de Gobierno se asombran de este tipo de hechos, cuando el ingreso de militares y civiles paraguayos a tierra boliviana es constante. “Cada vez entran los militares a comprar diésel”, dijo un soldado del puesto El Tigre.

Ambos países reforzarán la frontera

Uno de los objetivos de los gobiernos de Bolivia y Paraguay es reforzar la zona fronteriza para ejercer más control en una ruta frecuentada por auteros y narcotraficantes.

En su visita a la ciudad de Mariscal Estigarribia, con ocasión del 74 aniversario del cese de hostilidades de la Guerra del Chaco, el ministro de Defensa de Bolivia, Walker San Miguel, manifestó que planteará a su homólogo paraguayo, Luis Nicanor Bareiro, encarar un programa para reforzar con militares la seguridad de la zona fronteriza.

Aunque en Paraguay  la seguridad de la frontera depende más de la Aduana y de la Policía Nacional, el ministro Bareiro respondió que a fin de evitar que se repitan incidentes como el registrado hace casi un mes, las Fuerzas Armadas paraguayas reforzarán el control en todos sus puestos limítrofes.

En lo que concierne a los puestos de control militar boliviano en la frontera con Paraguay, EL DEBER comprobó que las condiciones son mínimas y la desatención es notoria. “¿No tiene algo para comer o tomar? Aquí  nos dan el rancho y nada más. Después hacemos guardia muchas horas y nadie se acuerda de nosotros”, dijo un soldado, que abre la tranca a los vehículos que pasan por el puesto militar El Tigre. 

Entre tanto, según el diario paraguayo ABC, el fiscal Alan Schaerer, de la ciudad de Filadelfia, ubicada en el Chaco, donde hay marcada presencia de menonitas, decidió pedir informes al Gobierno de Bolivia sobre la presunta violación fronteriza por parte de la Policía.

Un juez dejó en libertad al paraguayo 

El juez Primero de Instrucción Manuel Estrada, con sede en Villa Montes, determinó la libertad del ciudadano paraguayo Roberto Sosa, que estaba detenido en la celda del Comando de Frontera de la Policía, acusado de robo agravado.

Sosa, a quien en su país también lo identifican como Miguel Ángel Cabrera, salió en libertad con medidas sustitutivas mientras dure la investigación. Si bien el súbdito paraguayo no puede abandonar el país y deberá presentarse ante el fiscal que lleva el caso cuantas veces lo requiera, en Villa Montes nadie sabe nada de él.

Según el capitán Ricardo Berdeja, la Policía cumplió con la orden del juez; sin embargo, ningún medio de prensa de Villa Montes pudo tomar declaración ni fotografías al súbdito paraguayo, acusado de robo. 

   Control limitado  

– Policías. En Villa Montes, tercera sección municipal de la provincia Gran Chaco del departamento de Tarija, hay 50 efectivos policiales que se encargan de la seguridad de más de 50.000 habitantes. Sólo dos efectivos custodian el puesto de Ibibobo, a 60 kilómetros de la línea fronteriza con Paraguay.

– Militares. En Ibibobo está el Regimiento Campero Quinto de Infantería. A tan sólo 100 metros de la línea divisoria está el puesto El Tigre; las condiciones para el control son mínimas.