Los refugiados bolivianos en Brasil comenzaron a adaptarse


Conflicto. Los que consiguieron refugio son 58, pero los asilados suman 118 debido a que algunos cruzaron con toda su familia.

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Temerosos. Los refugiados se congregan desde septiembre en la plaza de Brasilea para coordinar sus acciones



El Deber

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Christian Peña y Lillo. Cobija

Los 118 refugiados bolivianos, que recibieron ese estatus de parte del Gobierno de Brasil en días pasados, analizan los límites y consideraciones que implica esta condición en el vecino país. Están agradecidos por la decisión que asumió el Consejo Nacional de Refugiados (Conare), que por unanimidad votó a favor de nuestros compatriotas que escaparon de Pando debido a las detenciones y sindicaciones que hizo el Gobierno en su contra por los luctuosos hechos ocurridos en Porvenir, el 11 de septiembre de 2008.

Lograr tener un contacto con los ahora refugiados resulta difícil. Ellos evitan los medios de comunicación para precautelar su nueva condición, ya que no pueden emitir ningún tipo de criterios a la prensa, sobre todo aquéllos de tinte político. Ésta es una regla general de todos los países que conceden refugio político a quienes se consideran perseguidos.

EL DEBER logró contactarse, luego de varios intentos, con algunas de estas personas. Las encontramos reunidas en una vivienda de la frontera con Brasil. Estaban conversando sobre la nueva condición que ahora se les ha otorgado y, como se menciona en una nota de prensa del periodista Felipe Recondo, fue concedida porque el Conare entendió que es fundado el temor de los pandinos de considerarse perseguidos políticos.

En esa misma publicación, que fue el medio a través del cual nuestros compatriotas se enteraron de la decisión en su favor, se señala que el ministro de Justicia de Brasil, Tarso Genro, observó que los pandinos que están en su país son gente de pueblo, trabajadores y comerciantes.

“No nos interesa si el conflicto los ha colocado en la izquierda o la derecha”, reproduce la afirmación de la autoridad brasileña el periodista Recondo.

Los pandinos, que en la mayoría de los casos tienen órdenes de aprehensión en nuestro país, señalaron que buscan rehacer su vida y la de su familia.

Muchas de estas personas aún no cuentan con trabajo, por lo cual aún dependen de la colaboración de sus parientes que están en Pando, que los ayudan en lo que pueden.

Están satisfechos, porque ahora empezarán a tramitar documentación que les permitirá acceder a beneficios que los brasileños tienen, como la salud y la educación gratuita, que en parte paliará sus necesidades.

El control de la Policía Federal es estricto. El número de efectivos en las poblaciones de frontera con Cobija (Brasilea y Epitaciolandia) aumentó luego de la decisión de su Gobierno de dar refugio a las 118 personas, por lo que, constantemente, oficiales vestidos de civil hacen rondas por los domicilios de los pandinos para velar por su seguridad y constatar que no tengan problemas.

En septiembre pasado, la Policía Federal tuvo que expulsar de su territorio a dirigentes oficialistas que hacían inteligencia en Brasilea.

El común denominador de los refugiados es la esperanza. Pese a las complicaciones económicas y de índole familiar que les está tocando afrontar, algunos señalan que las cosas cambiarán y “podremos volver a Bolivia para contar la injusticia que se ha cometido con nosotros y con mucha otra gente”, dijeron.

Cancillería confía en revertir refugio

El Gobierno de Bolivia confía en que Brasil no conceda asilos por razones políticas o a personas encausadas en la vía judicial, dijo el vicecanciller Hugo Fernández.

“Brasil nos ha asegurado que cualquier decisión se tomará únicamente por razones humanitarias», declaró Fernández en una rueda de prensa en la que confirmó que el Comité Nacional de Refugiados de ese país (Conare) atendió 58 solicitudes de refugio de bolivianos que huyeron el año pasado por el conflicto de la región de Pando.

Según Fernández, el Conare concedió el 22 de mayo 58 solicitudes, de las cuales algunas incluyen a los familiares de estas personas, por lo que el número total de asilados es de 118.

Portavoces del Ministerio de Justicia brasileño confirmaron el domingo que el Conare aprobó la solicitud de los 118 ciudadanos bolivianos en virtud de que existía un «fundado temor» de persecución política.

El vicecanciller se mostró confiado en que Brasil ‘actúe en concordancia’ de las normas internacionales y con lo acordado en la reunión de presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se celebró en Salvador de Bahía, en diciembre pasado.

En ese encuentro, la comisión que investigó la violencia de septiembre en Pando entregó su informe final a los mandatarios, que se comprometieron a ‘promover la más amplia difusión’ del documento, recordó.

Fernández distinguió la decisión de Brasil de conceder asilo  de la de Perú y EEUU al refugiar a ex ministros de Gonzalo Sánchez de Lozada. “No es lo mismo, porque en el caso dePando estamos hablando de unos hechos mucho menos claros y no sabemos cuántos de estos 58 están implicados», apuntó.