Pillan a Berlusconi hablando de la prensa: ‘Son unos desgraciados’

En el Consejo europeo. El ‘telefonino’ le ha jugado una mala pasada, los micrófonos grabaron su conversación.

Berlusconi puede ser objeto de chantaje. Cuatro mujeres más dicen que cobraron por ir a sus fiestas.

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María Ramírez (Corresponsal) | Bruselas

Como buen italiano, Silvio Berlusconi vive pegado a su móvil, tanto como para olvidarse de sus colegas europeos durante las cumbres y también de las cámaras y los micrófonos que le están grabando.

Esta mañana, hizo caso omiso de los líderes de la UE y de sus debates sobre el Consejo Europeo y se concentró sólo en su llamada, esta vez con su abogado.

Sin embargo, el ‘telefonino’ le ha jugado una mala pasada, cuando los micrófonos grabaron su conversación con su defensor en el caso de una supuesta incitación a la prostitución en sus juergas privadas.

En concreto, las imágenes fueron grabadas por el canal satélite italiano Sky, cuando enfocaba las mesas antes de comenzar los trabajos del Consejo Europeo.

El primer ministro intentaba asegurar al abogado, Niccolò Ghedini, que no le guarda rencor por haber hablado demasiado y nunca ha condenado sus declaraciones, como publica la prensa. Ghedini aseguró que Berlusconi era «el utilizador último» de las chicas invitadas, por lo que no incitaba a nadie.

«Nunca he hablado de un complot oscuro, nunca he dicho que temía haber sido espiado y nunca he dicho que mi abogado haya perdido la cabeza… Estos son unos desgraciados«, dijo Berlusconi, en referencia a ciertos medios de comunicación.

El abogado Ghedini refirió el jueves, en el periódico ‘Corriere della Sera’, que en el caso de que fuera cierto que las chicas hubieran sido pagadas para acudir a las fiestas de Il Cavaliere, al final y al cabo Berlusconi «era el usuario final y por tanto en ningún caso sería punible penalmente».

«Pero, venga, Niccolò, ¿cómo puedes pensar una cosa así de mí?… Ahora el que se ofende soy yo», dijo, expresivo, Berlusconi, mientras Nicolas Sarkozy y Angela Merkel departían sobre las conclusiones del Consejo Europeo o José Luis Rodríguez Zapatero recibía condolencias por el atentado de ETA.

El premier italiano, que ya enfadó a Merkel en la cumbre de la OTAN de abril, cuando se saltó el protocolo de bienvenida por otra llamada de móvil, tiene ahora poca credibilidad negociadora en Bruselas.

De hecho, sus escándalos domésticos pueden haber debilitado las opciones de sus nacionales para algunos cargos. Varias fuentes parlamentarias y diplomáticas descartan, por ejemplo, que Italia vaya a conseguir que salga su candidato a presidir la nueva Eurocámara. elmundo.es

La oposición avisa que Berlusconi puede ser objeto de chantaje

Cuatro mujeres más dicen que cobraron por ir a sus fiestas
image Silvio Berlusconi atiende a los medios en Bruselas.- EFE

El País

MIGUEL MORA – Roma – 19/06/2009

La política italiana enloquece ante los escándalos encadenados que rodean la vida privada del primer ministro. Las 5.000 fotos tomadas en Villa Certosa; el uso de los vuelos de Estado para trasladar a velinas y cantantes a Cerdeña, y las cintas y el vídeo grabados por Patrizia D’Addario, candidata de un partido coaligado al de Silvio Berlusconi, durante sus visitas a Palazzo Grazioli han disparado a la vez las alarmas y las paranoias.

Mientras la oposición critica la fragilidad de Berlusconi, y recuerda que las visitas masivas a sus fiestas le convierten en un primer ministro «susceptible de ser chantajeado», la mayoría busca enemigos debajo de las piedras. Varios miembros del partido que sostiene al Gobierno, el Pueblo de la Libertad, han acusado a los servicios de seguridad de no proteger bien a Berlusconi. Algunos culpan a su fiel vicepresidente, Gianni Letta, responsable de los servicios de información del Estado.

Ayer, eran ya al menos cuatro las mujeres oídas por los fiscales de Bari que dicen haber acudido a fiestas del Cavaliere a cambio de dinero. Pero Berlusconi sigue enrocado en su propia defensa: todo es mera «basura periodística», prueba de que hay un «plan subversivo» para sustituirle al frente del Gobierno por alguien «no elegido» en las urnas.

Durante un encuentro con la cúpula de Fiat y los sindicatos, el jefe del Ejecutivo negó ayer los «rumores» que señalan como beneficiario al gobernador de la Banca de Italia, Mario Draghi. Y confirmó su «plena colaboración» con Giulio Tremonti, ministro de Economía, también citado por la prensa como posible heredero del liderazgo del centro derecha.

Conspiraciones

Cuando en Italia se habla de conspiraciones y servicios secretos, todas las miradas se dirigen a un hombre: Francesco Cossiga. El ex presidente de la República y senador vitalicio ha confirmado al periódico de la familia Berlusconi, Il Giornale, que ese plan subversivo existe y que es Draghi quien mueve los hilos. Según Cossiga, el complot es «transversal» e implica «al partido de La Repubblica» (se supone que se refiere al Partido Democrático), el magnate Rupert Murdoch (dueño de Sky, competencia de Mediaset) y el líder democristiano Pierferdinando Casini.

Pero no hay consenso en la alucinación. Aunque la veta abierta por el conservador Il Corriere della Sera al revelar la investigación judicial de las fiestas con prostitutas desmiente toda posible conspiración, el secretario de Estado del Interior, Alfredo Mantovano, sugirió ayer que el instigador es el Gobierno español. «No quiero imputar de complot a Zapatero», dijo Mantovano, «pero que España no esté feliz de ver de nuevo a los [inmigrantes] clandestinos en sus costas me parece que es cierto. Como es cierto que EL PAÍS es uno de los principales periódicos progubernamentales de España».

Elevándose sobre el disparate, Gianfranco Fini citó ayer la novela de Dino Buzzati El desierto de los tártaros para resumir la tendencia de la política italiana a «temer la agresión de quién sabe qué enemigo, externo o interno».