Zelaya aprueba, Micheletti rechaza

image Óscar Arias presenta un plan de siete puntos para resolver la crisis hondureña

El portavoz del gobierno de facto dijo que el retorno de Zelaya debía ser aprobado por el Congreso

Arias: “La fuerza fue el origen de ese problema, y no será jamás su solución”



TEGUCIGALPA (ENVIADO ESPECIAL LA VANGUARDIA) – JOAQUIM IBARZ

El derrocado presidente Manuel Zelaya aprobó el plan de siete puntos propuesto en San José por el mandatario costarricense Oscar Arias si ello supone su regreso inmediato al poder. Mario Saldana, portavoz de la comisión negociadora que representa al gobierno de facto de Roberto Micheletti, aceptó algunos puntos del plan, pero dijo que no tenía facultades para aprobar el retorno de Zelaya a la presidencia, ya que ese punto primordial tendría que ser discutido por el Congreso.

El derrocado Manuel Zelaya declaró a la emisora local Radio Globo que estaba de acuerdo con la propuesta de Arias “siempre y cuando todos los poderes del Estado estén integrados en el nuevo Gobierno y mi retorno sea inmediato". El derrocado presidente dijo que su regreso a Honduras es cuestión de horas y podría tener lugar este mismo domingo, en claro desafío a las advertencias del Gobierno encabezado por Micheletti de detenerle y enviarle a la cárcel en cuanto pise suelo hondureño.

“Quieren restituir al presidente Zelaya sin ningún tipo de negociación, no lo podemos aceptar", afirmó Saldana.

La hoja de ruta de Arias contempla la restitución del depuesto presidente Manuel Zelaya y la conformación de un Gobierno de unidad popular con representante de los partidos; también se plantea el adelanto de las elecciones y una amnistía para delitos políticos relacionados con el conflicto, antes y después del golpe de Estado del pasado 28 de junio.

La primera de las siete propuestas presentadas a los delegados de Zelaya y del gobierno de facto de Roberto Micheletti, reunidos en la residencia presidencial de Arias en San José, supone la vuelta inmediata al poder del derrocado presidente  hasta cumplir el periodo constitucional, que finaliza el 27 de enero.

Arias, que dijo contar con el apoyo de la comunidad internacional, propuso también la conformación de un "gobierno de unidad y reconciliación nacional, compuesto por representantes de los principales partidos políticos" y una "amnistía general exclusivamente para todos los delitos políticos cometidos con ocasión de este conflicto, antes y después del 28 de junio pasado".

El plan de Arias estipula la "renuncia expresa" del mandatario depuesto, Manuel Zelaya, a instalar una cuarta urna en las elecciones del próximo noviembre que daría vía libre para facilitar su reelección; también se rechaza cualquier consulta popular no autorizada por la Constitución. Las elecciones generales del 29 de noviembre se anticiparían al último domingo de octubre, lo mismo que la campaña electoral. El sexto punto contempla el traslado del comando de las Fuerzas Armadas hondureñas del poder ejecutivo al Tribunal Supremo Electoral un mes antes de las elecciones "para garantizar la transparencia y la normalidad" de los comicios.

La última propuesta es la confirmación de "una comisión de verificación compuesta por hondureños notables y miembros de organismos internacionales, que vigilen el cumplimiento de estos acuerdos y supervise el correcto retorno al orden constitucional" en el país.

En medio de retóricos tambores de guerras y guerrillas, con incontables amenazas de Manuel Zelaya de regresar a Honduras por la brava, en San José se reanudaron ayer las conversaciones que impulsa Óscar Arias para encontrar una salida pacífica a la compleja crisis regional.

        Una vez instalada la mesa, Arias dirigió un mensaje a las partes: “La comunidad internacional da su respaldo unánime a esta mediación, esperando que el conflicto hondureño se resuelva por caminos de paz”. Subrayó que ese apoyo “no cobijará a quien pretenda resolver el conflicto por medios violentos. La fuerza fue el origen de ese problema, y no será jamás su solución”.

El diario “La Nación” de San José señala que “Zelaya debe escoger  entre la estrategia de la violencia de Chávez o la vía de la mediación y la paz para retornar al poder”. Asimismo, dice que “Micheletti y el Ejército deben escoger entre una situación económica y política incontrolable, atizada por Chávez, o un retiro oportuno y pronto del poder”.