Brasileños resistirán en Pando a asentamientos, según Terra


El gobierno dice que hay 300 familias de ese país beneficiadas con un convenio. Terra Magazine revela que los extranjeros denunciaron el hecho a la Embajada de Brasil en La Paz.

image Niños pandinos llevados a un acto oficial con motivo de la visita del presidente  Evo Morales para la entrega de instalaciones en una unidad educativa de Cobija. Ocurrió en mayo pasado.(foto Abi)

La Prensa



Un reportaje de Terra Magazine revela que “ocupantes y hacendados” brasileños que tendrían tierras en el departamento de Pando anunciaron que resistirán cualquier intento del Gobierno de expropiar sus bienes para asentar a 2.000 familias campesinas que serán trasladadas a ese departamento amazónico desde agosto.

El viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz, dijo a La Prensa que no conoce esa resolución y explicó que en todo caso no se trataría de “hacendados”, sino de ciudadanos brasileños “pobres”, que por un convenio firmado el año pasado entre los gobiernos de Brasil y Bolivia se asentaron en Rapirrán, en la zona fronteriza, para cosechar goma y castaña.

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Ese acuerdo bilateral termina en diciembre, de acuerdo con la autoridad, y por eso se pidió que 300 parentelas brasileñas abandonen Rapirrán, porque el Gobierno tiene previsto que una parte de las 2.000 familias campesinas que serán trasladadas a Pando ocupe esa área; las primeras 700 partirán este mes.

Según Terra Magazine, los ocupantes “prometieron resistir o ‘incendiar’ sus propiedades en la zona de frontera del departamento de Pando, después que el presidente Evo Morales exigiera que se retiren de esa zona, sin indemnización, hasta el día 14 de diciembre”.

El viceministro Almaraz dijo que el convenio establece que el Gobierno brasileño se encargará de la dotación de tierras una vez vencido éste, lo que no involucra ningún plan de indemnización.

Terra informó que la insatisfacción de las familias brasileñas quedó evidente durante la reunión realizada el jueves en la localidad de Plácido de Castro, ubicada en el distrito de Acre (Brasil), que está en la frontera con Bolivia.

Ese encuentro contó con la presencia de representantes de la Embajada de Brasil en La Paz y de la Oficina Regional para el Cono Sur, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que tiene relación con la Organización de Naciones Unidas.

El Gobierno boliviano, dice la nota, pidió que los asentados salgan de una franja de 50 kilómetros de la frontera, y supuestamente ofreció la posibilidad de transferir a las familias brasileñas que quieran permanecer en territorio boliviano tierras ubicadas “más al centro del país”, lo que fue negado por Almaraz.

Los brasileños alegan que cuentan con propiedades que financiaron con sus recursos. Waldemar Gomes contó que tiene su hacienda en Alto Mutum, al margen del río Abuná, hace 30 años.

La preocupación de estos residentes fue expresada por Alisson Ferreira, concejal de Plácido de Castro, según la nota, a la Embajada brasileña y a la OIM.

Apuntes

El reportaje menciona que los campesinos brasileños no quieren dejar las tierras.

Esas propiedades se encuentran en territorio boliviano, en la frontera, en Rapirrán.

El Gobierno confirmó que existe un convenio con Brasil para los asentamientos.