La policía boliviana decomisó 17,3 toneladas de cocaína entre enero y agosto

La FELCN decomisó 17,3 toneladas de cocaína entre enero y la primera quincena de agosto, informó hoy el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres.

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EFE. La autoridad, encargada de la lucha contra el narcotráfico, dijo en rueda de prensa que el 40 por ciento del total incautado en ese período «es droga peruana» y lamentó que los narcotraficantes hayan convertido a Bolivia en un país de tránsito de estupefacientes.



Entre el 1 de enero y el 16 de agosto, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) realizó además 7.514 operativos, en los cuales se detuvo a 2.166 personas involucradas en el ilícito y destruyó 11 laboratorios de purificación de cocaína.

La policía también confiscó 1.831 toneladas de marihuana, volumen que incluye el peso global de las plantas decomisadas en el área rural y no sólo el de las hojas usadas como droga.

En lo que va del año, los agentes antidroga también erradicaron 3.736 hectáreas de coca, planta que los narcotraficantes desvían a la fabricación de cocaína, frente a la meta mínima anual de 5.000 hectáreas que exige la ley antidroga.

La legislación permite un máximo de 12.000 hectáreas de coca en el país, pero el Gobierno del presidente Evo Morales, que aún es dirigente máximo de los productores de coca del Chapare, admite un límite de 20.000 hectáreas.

Cáceres explicó que 12.000 hectáreas pueden cultivarse en la zona de Los Yungas de La Paz, siete mil en el Chapare y mil en la región de Caranavi, también en el departamento de La Paz.

El Gobierno cree que las 20.000 hectáreas de cultivos cubre la demanda legal de la hoja de coca con fines culturales, medicinales e industriales, aunque está en marcha un estudio financiado por la Unión Europea para determinar si esa cifra es correcta.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) estableció en junio pasado que la cantidad de coca existente en Bolivia era de 30.500.

Según el Gobierno, los cultivos de coca que se encuentran por encima de los 20.000 hectáreas deben ser erradicados porque presuntamente van dirigidos a la fabricación de droga.

Cáceres advirtió, además, que no se permitirá que se siembre «ni una planta de coca» en la región amazónica de Pando, fronteriza con Brasil, a donde fueron trasladadas la semana pasada comunidades de inmigrantes, algunas provenientes de la zona del Chapare.