Presidente boliviano quiere hacer desaparecer la Iglesia Católica

Obispo salvadoreño considera “muy dura” declaración de Evo Morales sobre la Iglesia. «No pueden desaparecer más de 1.000 millones de católicos” en el mundo.

image El Cardenal de Bolivia, Julio Terrazas.

La Patria



El obispo castrense de El Salvador, Fabio Colindres, consideró hoy “dura” una declaración atribuida al presidente de Bolivia, Evo Morales, sobre la desaparición de la Iglesia Católica y descartó que eso pueda suceder.

“La expresión es muy fuerte, es muy dura. (Pero) sea como sea, respeto mucho al señor presidente de la República de Bolivia, su manera de pensar tiene que ser respetada”, declaró Colindres, en una rueda de prensa tras la misa en la Catedral de San Salvador. Colindres, que hoy encabezó la eucaristía en reemplazo del arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, fue consultado sobre un pronunciamiento atribuido al jefe de Estado andino, aunque el jerarca admitió desconocer “cuáles fueron las palabras”.

“Si fue esa la expresión: ‘la Iglesia Católica debe desaparecer’, no es una expresión muy feliz, es una expresión que, por supuesto, denota desconocimiento de lo que la Iglesia católica es”, aseguró.

Indicó que la Iglesia “no es un grupo de hombres o de mujeres, es algo mucho más grande y trascendente”.

“Yo no quiero juzgar, todo lo contrario, mi respeto al señor presidente, pero (…) tenemos que tener mucho cuidado en ese tipo de expresiones. Cuando hablamos de la Iglesia Católica, hablamos de más de 1.000 millones de hombres y mujeres en el mundo y no pueden desaparecer más de 1.000 millones de seres humanos”, agregó.

En Bolivia más del 90 por ciento de la población se declara católico.

Recientemente, Morales declaró: “Cuando no pueden dominarnos con la oración, vienen con el fusil”, al aludir a la situación registrada en Honduras tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya el pasado 28 de junio.

Una revista digital peruana (connuestroperu.com) atribuye a Morales el pasado 29 de julio haber sugerido que tiene planes de tomar el control de las actividades de la Iglesia católica boliviana por ser un “símbolo vivo” del colonialismo europeo, que debe pagar impuestos, que eliminará la enseñanza de la religión en las escuelas y varias celebraciones religiosas populares. El mandatario boliviano cuestionó una declaración del cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, quien le pidió a Zelaya que no retornará al país para evitar un “baño de sangre”, después de que el gobernante depuesto fue enviado por los militares a Costa Rica.

Morales ha mantenido una complicada relación con el Episcopado de Bolivia, al que ha criticado en varias ocasiones.