Droga y agua enfrentan a dos comunidades de campesinos en Vinto

Peleas entre comunidades de Cochabamba. Los de Charingo impiden el paso de precursores y los de Pantipata, un reducto del narcotráfico, cortaron el agua

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Droga y agua, motivo de pelea en dos regiones – Rocha José Los Tiempos



Por Vásquez Katiuska – Los Tiempos – 22/09/2009

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La droga y el agua se han convertido en un causal de enfrentamiento entre las comunidades de Charingo y Pantipata, en las alturas de Vinto, donde se libra una guerra no declarada desde hace dos semanas.

Este duelo se plasmó en un bloqueo, que tiene incomunicadas a las poblaciones, distante a más de 25 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, y tiende a agravarse por la expulsión de 30 comunarios de Charingo, acusados de haber mantenido “tratos” con sus vecinos.

Pantipata, un reducto del narcotráfico, dejó sin agua potable a los habitantes de Charingo al percatarse de la construcción de un puesto policial, destinado a controlar el paso de coca y precursores hacia las más de cien fábricas de cocaína que existen en las alturas de Vinto, según varios lugareños.

Los pobladores de Charingo, aquejados por la falta de agua potable, comentaron que si bien dejaron de consumir el agua proveniente de Pantipata desde el 28 de noviembre de 2008, pensaban volver a utilizar el servicio a partir de septiembre de 2009. Sin embargo, cuando se disponían hace dos semanas a reparar un tramo de la cañería para restablecer el suministro, se enteraron que Pantipata había resuelto no darles más agua.

Sus dirigentes les explicaron que en Pantipata había malestar por la construcción del puesto policial y por la tranca que Charingo instaló en marzo pasado, para impedir el paso de los precursores. Aunque el retén desapareció en mayo, después de que los dirigentes de Pantipata ganaron una demanda en los tribunales para que la vía quede expedita, persistió el enojo entre los “pantipateños”, según refirió ayer una lugareña.

Aunque los pobladores de Charingo y las demás comunidades afectadas con la contaminación del río del lugar con residuos de las fábricas retiraron el retén, continuaron con el proyecto del módulo policial, destinando un terreno para ello y exigiendo que la Prefectura y la Alcaldía de Vinto que cooperen en la construcción.

La estación policial está a un paso de ser entregada. Los obreros trabajan pese al bloqueo y la hostilidad de los pobladores de Pantipata, que condicionan el suministro de agua a la paralización del puesto policial y la suspensión del bloqueo. La Prefectura intenta mediar en el conflicto, aunque la pasada semana fracasó, pero esta semana prevé retomar el diálogo, informó el director de Seguridad Ciudadana, Henry Terrazas.

Denuncian desvío de coca

Desde que el conflicto comenzó en marzo pasado, al menos 30 pobladores de Charingo han sido expulsados de la vida sindical. Los pobladores contaron que fueron marginados por decisión de la principal dirigente por tener relación con Pantipata.

Añadieron que fueron acusados de ir a la población vecina o de hablar con ellos. Incluso, por venderles comida o refrescos. Sin embargo, denunciaron que la mencionada dirigente incurrió en lo mismo, pues en varias ocasiones la vieron llevando chicharrón o picante de pollo a Pantipata.

Además, expresaron que la dirigente vendió todo lo que se decomisó entre junio, julio y agosto, a los mismos “narcos”. En la última asamblea, le pidieron un informe económico al enterarse de que comercializó 10 taques de coca decomisados por los comunarios en 7 mil bolivianos. 

Añadieron que el acuerdo era que todo lo que se incaute sea entregado a “Los Leos” (policías antidrogas), pero en los últimos tres meses la dirigente ya no llamaba a nadie y se llevaba todo a su casa, presuntamente para venderlo. 

Charingo y otras comunidades vecinas como Tiomoko, Llave Grande, Llave Chica se enfrentan con Pantipata desde marzo por el mismo problema.

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