El Gobierno brasileño redobló su vigilancia e incluso amenazó con dinamitar las rutas ilegales que utilizan los traficantes de droga y armas entre Puerto Suárez y Corumbá.
El Día, 11 de Noviembre, 2009
El gobierno brasileño ordenó que tropas militares en labor coordinada con la Policía Federal vigilen celosamente sus fronteras que conectan con Bolivia en lo que denominaron “Operación Candado”.
El fin de la operación que llegó a desplazar militares fuertemente armados a Corumbá es impedir el ingreso de droga y armas a bandas delictivas que operan en el sur de Brasil, especialmente en Río de Janeiro, dice una publicación del diario brasileño folhadoms.
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El rotativo incluso menciona que hay órdenes de destruir con retroexcavadoras y dinamitar las rutas ilegales que utilizan los traficantes de armas y droga entre Puerto Suárez y Corumbá.
La Policía de Río considera que el tráfico de armas se focaliza en la región de Puerto Suárez en territorio boliviano, a 11 kilómetros de la frontera con Brasil. Las autoridades brasileñas afirman que la vigilancia en el lado boliviano es inexistente porque no hay un control riguroso, pero también admiten que el trabajo en su territorio aún es precario.
En Corumbá hay 40 hombres de la Policía Federal y 50 en la Policía Civil que los propios delegados al Comando consideran que son insuficientes para controlar la extensa frontera con Bolivia.
Corumbá es el municipio más grande en Mato Grosso del Sur con 65.165,8 Kms2, de los cuales dos terceras partes se encuentran deshabitados debido a la magnitud del Pantanal. En este sentido, el Ejército anunció que colaborará con 450 hombres y barcos para que la “Operación Candado” se extienda hacia el río Paraguay y sus afluentes de más de 400 Kms de frontera.
Desde el 2005, según el diario Folha de Sao Paulo, el Ejército brasileño ha llevado a cabo cuatro acciones policiales sin mucho éxito.
Según informes de ese país, se ha detectado que las armas ingresan por los países vecinos como ser ametralladoras, fusiles y pistolas, además de marihuana y cocaína a los grupos de CV (Comando Vermelho), TC (Terceiro Comando) y ADA (Amigos dos Amigos), en Río, y el PCC (Primer Comando de la Capital), en Sao Paulo.
Los organismos policiales brasileños en cooperación con la policía boliviana en Puerto Suárez acordaron ejercer mayor control en sus rutas ilegales. Sin embargo, el mismo diario hace hincapié en que los bolivianos carecen de equipos para esta lucha.
Incluso mencionan que a 100 metros de la Policía boliviana, en Puerto Suárez, existe un muelle de madera donde los barcos llegan de Brasil por la laguna y el canal Tamengo Cáceres que también conecta al río Paraguay. En este punto no existe vigilancia o supervisión sobre lo que transportan. Los principales puntos de entrada de las armas son Bolivia y Paraguay.
¡Ni los santos se salvan de los narcotraficantes!
La imágenes de Jesucristo y la virgen de Copacabana fueron utilizadas por narcotraficantes que intentaron burlar el control aeroportuario para enviar droga a España. Asimismo se detectó droga en madejas de lana, plantillas de zapato, un florero artesanal, paletas de box y hasta en un cuento para niños.
En el mismo operativo se detuvo a una mujer en la terminal Bimodal que fue enviada a la cárcel en poder de cápsulas de droga. En total se decomisaron 18 kilos de cocaína.
Refuerzan control
Perú • Según publicaciones de los diarios paceños en la frontera con el Perú no existe un control pues la droga peruana ingresa por el lado del lago Titicaca. Bolivia es utilizado como puente para trasladar droga al Brasil.
Chile• El 25 de marzo el Gobierno chileno reforzó las tareas de vigilancia en las fronteras y los puertos del país a raíz de las recientes incautaciones de efedrina, sustancia usada en la fabricación de drogas sintéticas, que aparentemente tenían como destino México.
Argentina• El miedo a que los cárteles mexicanos y colombianos intenten extenderse por otros países ha llevado al Gobierno argentino a reforzar sus fronteras.
Fuerzas antidrogas de Bolivia y Perú hallan megafábrica
La Prensa
Fuerzas antidroga de Bolivia y Perú ejecutaron en los anteriores días el Plan Inca, que permitió desmantelar un megalaboratorio de fabricación y purificación de cocaína en el departamento peruano de Puno, fronterizo con el país.
En una conferencia de prensa que esta mañana ofrecerán el coronel Óscar Nina, director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), y el general Horacio Huivín Grandez, director territorial de Policía de Puno, se darán a conocer públicamente detalles del hallazgo.
Ambas autoridades se dirigirán a los medios en el puente internacional que une a ambos países sobre el río Desaguadero, en la población del mismo nombre.
El Plan Inca fue llevado adelante por fuerzas policiales de ambos países, quienes contaron con apoyo de los Diablos Azules, de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) de Bolivia, quienes patrullaron el lago Titicaca.
En forma paralela, efectivos de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) se desplazaron por el territorio nacional en previsión de que los narcotraficantes pretendan huir, al verse descubiertos, hacia Bolivia.
Los investigadores peruanos enfrentaron una compleja organización que contaba con teléfonos satelitales para comunicarse y, en cercanías de la factoría, “loros” o personas que alertaban de la presencia de uniformados o fuerzas regulares en la zona.
Hasta el momento, la FELCN desarticuló 22 laboratorios de elaboración del alcaloide, que involucran desde plantas artesanales hasta megalaboratorios de nueva generación, para el procesamiento de la droga.
Óscar Nina, jefe antinarcóticos boliviano, dio cuenta de que el más reciente reporte relativo a la incautación de sustancias controladas establece que en Bolivia se secuestraron 23 toneladas de cocaína, en sus formas de sulfato base y clorhidrato o cristal.
Los investigadores bolivianos creen que la producción de este laboratorio sería exportada hacia Brasil, Argentina y países de Europa a través de Bolivia.
No se conoció, tampoco, la cantidad del alcaloide incautado en esta oportunidad ni el número de personas aprehendidas mientras se intervenía la fábrica.