La Cumbre del Clima cierra la puerta a un tratado vinculante y sólo acuerda financiación y metas a 2020.
EEUU, China, India, Brasil y Sudáfrica llegaron a un acuerdo calificado como “insuficiente”. Los países del G77 y de la UE criticaron el texto que ni siquiera establece la reducción de emisiones de CO2, punto central de la cumbre.
Activistas del cambio climático se manifiestan tras el anuncio del acuerdo de mínimos en la cumbre del Cambio Climático en Copenhague (Dinamarca). / Efe
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ABC.es
ARACELI ACOSTA | COPENHAGUE
Un acuerdo de sólo tres páginas marcó el final de la Cumbre del Cambio Climático que, en los últimos días, vio pasar a más de 100 jefes de Estado y de Gobierno. De nada sirvió su presencia, o de mucho, según se mire, porque el descafeinado documento que anoche se esperaba aprobar ha sido posible sólo gracias al esfuerzo y el empeño de algunos líderes. Pero aún así sólo puede hablarse de fracaso estrepitoso, pues retrasa la consecución de un tratado vinculante para antes del fin de 2010, «preferiblemente en seis meses», según el documento sobre la mesa al cierre de esta edición.
El denominado «Acuerdo de Copenhague» no es más que una declaración de intenciones que no sólo no avanza, sino que da pasos atrás con respecto a la «Hoja de ruta» de Bali, aprobada en 2007. Así, recoge que el objetivo de la acción global debe ser que el incremento de temperatura sea inferior a los 2ºC, si bien no especifica cuál es el punto máximo en que deben empezar a descender las emisiones, sólo dice «lo antes posible», cuando los científicos marcan 2015 como el límite de «no retorno».
El mayor impedimento, según explicó la ministra española de Medio Ambiente, Elena Espinosa, estaba en la reducción de emisiones y todo indicaba que las únicas referencias a los recortes iban a ser las grandes cifras de 2050; esto es, al menos un 50% de reducción a nivel global y un 80% para los países ricos. Nada del corto plazo.
La decepción de Brasil
Los grandes obstáculos para que no se fijaran metas de reducción en 2020 han sido China y Brasil. El primero se entiende por su negativa a que su reducción de emisiones fuese auditada por la ONU, condición que ponen los países ricos para que pueda acceder a la financiación. De nada sirvieron las múltiples reuniones que mantuvo ayer Obama con el primer ministro Chino, Wen Jiabao. Las pegas de Brasil no se entienden, sobre todo después de que en su discurso ante el plenario el presidente Lula hiciera el papel de conciencia moral del planeta.
Sí se acordaron en cambio cifras de financiación para la mitigación y adaptación de los países en desarrollo.Un fondo multilateral de 30.000 millones de dólares para los próximos tres años y otro fondo que a partir de 2020 debe aportar 100.000 millones de dólares anuales. El documento matiza que tendrán preferencia los países en desarrollo más vulnerables y cita los países menos desarrollados, los pequeños estados insulares y África.
Las razones para este acuerdo de mínimos las expresó muy bien ayer el ministro sueco de Medio Ambiente, Andreas Carlgren: el bloqueo de China por no permitir que se verifique su reducción de emisiones y que Estados Unidos esperara a última hora para proponer una oferta mejorada. El papel más ambicioso, pero que no sirvió contra los dos gigantes, fue el de la Unión Europea.
Un trabajo que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien continuaba participando anoche en la reunión, calificó de «coherente, serio y riguroso» y, sin duda, el «más ambicioso y responsable».
Así se fraguó el (des)acuerdo
La cena ofrecida por la reina Margarita fue el punto de partida de una negociación «in extremis» de sólo 25 países
A. ACOSTA | COPENHAGUE
El documento que ayer discutieron primero los ministros y después los jefes de Estado empezó a fraguarse el jueves a partir de las 11 de la noche, cuando tras la cena de gala organizada por la reina de Dinamarca se convocó a reunirse a un grupo de unos 25 países más la UE, la Comisión Europea y Naciones Unidas. Entre ellos China, India, Brasil, EE.UU. Suráfrica, Japón, México, Arabia Saudí, Maldivas, Australia o Rusia y, entre los europeos, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Dinamarca, Suecia y España.
La reunión se convocó para elaborar la base del acuerdo y romper la hegemonía del G-77, que representa a países con muy diferentes intereses, pero dominado por China.
Según fuentes cercanas a la negociación, «los giros a lo largo del día fueron muy importantes, gracias al esfuerzo personal de los líderes». Sin embargo, el papel obstaculizador de China e India, y un sorprendente duro papel de Brasil, habían llevado al cierre de esta edición a una situación muy complicada, donde no estaba claro si el documento recogería cifras de recorte de emisiones.
Cumbre climática acaba con pacto de pocos e insuficiente
EEUU, China, India, Brasil y Sudáfrica llegaron a un acuerdo calificado como “insuficiente”. Los países del G77 y de la UE criticaron el texto que ni siquiera establece la reducción de emisiones de CO2, punto central de la cumbre.
• EN COPENHAGUE • El presidente Evo Morales camina por una céntrica calle, junto a una oficial de seguridad.
La Razón
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y los líderes de China, Brasil, India y Sudáfrica alcanzaron ayer un ´acuerdo significativo´ en la cumbre de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebra en Copenhague, informó la BBC.
Obama declaró que el acuerdo entre los cinco países proveerá 30.000 millones de dólares a los países pobres durante los próximos tres años para ayudarlos a combatir el cambio climático, monto que aumentará a 100.000 millones de dólares desde el 2020.
También se mantiene el objetivo de limitar el aumento de la temperatura terrestre a dos grados centígrados, como buscaban europeos y estadounidenses.
En rueda de prensa, el mandatario estadounidense elogió el acuerdo, que aseguró supone un ´avance sin precedentes´, aunque reconoció que todavía ´hay que hacer mucho más´, dijo la BBC.
Sin embargo, estas negociaciones que finalizaron cerca de la madrugada del sábado no tienen ninguna conexión con las discusiones dentro del marco de Naciones Unidas, por lo que se esperan aún más noticias sobre la posición del resto de los líderes de las naciones presentes en Copenhague, en especial de la Unión Europea.
Por ejemplo, un portavoz de ese bloque dijo que ´un acuerdo es mejor que ninguno. Lo que se pudo acordar hoy está muy por debajo de nuestras expectativas´.
El Mandatario estadounidense dijo también que tomará algún tiempo alcanzar un pacto legalmente vinculante.
Previamente, un diplomático estadounidense aseguró que el acuerdo ´no es suficiente para combatir el cambio climático, aunque es un importante primer paso´. ´Ningún país está completamente satisfecho con cada punto, pero éste es un paso significativo e histórico y una base desde la cual podemos hacer progresos´, señaló el diplomático.
´Los países desarrollados y en vías de desarrollo han acordado establecer sus compromisos y acciones a nivel nacional´, agregó el diplomático que participó en los 10 días que duró la Cumbre del Cambio Climático que se realizó en la capital danesa.
Según el corresponsal de Medio Ambiente de la BBC, Richard Black, no está claro cómo otros países recibirán el acuerdo.
Black explicó que algunas delegaciones todavía no han tenido acceso al documento.
Los líderes presentes en la Cumbre del Clima que comenzó el 8 de diciembre negociaron mucho más allá del tiempo que se estableció para discutir un pacto en la capital danesa, incluso, algunos como el Presidente de Rusia, abandonaron el encuentro horas antes de que finalizara.
Tras conocerse algunos detalles del acuerdo, desde la organización medioambiental Greenpeace se mostraron decepcionados. ´Parece que hay pocos políticos capaces de ver más allá de su propio interés y todavía menos que se preocupen por las millones de personas que se enfrentan a la amenaza del cambio climático´, afirmó John Sauven, director ejecutivo de Greenpeace en el Reino Unido.
´Ha quedado claro que la lucha contra el cambio climático requiere un modelo de política radicalmente diferente al que han mostrado en Copenhague”, aseguró el director ejecutivo de Greenpeace, ayer. BBC
PUNTOS DEL ACUERDO
Límite • El acuerdo reconoce la necesidad de limitar el aumento de la temperatura media del planeta a 2 grados Cº.
Emisión • La cuestión crucial de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a medio plazo (2020) será decidida en enero, según el texto. No se habla del largo plazo.
Financiamiento • También refleja el compromiso de EEUU a otorgar 3.600 millones de dólares a los países más vulnerables de aquí al 2012 .
Reacciones
BOLIVIA • El embajador de Bolivia ante Naciones Unidas, Pablo Solón, consideró que el acuerdo alcanzado en la cumbre sobre el clima de Copenhague por un grupo de jefes de Estado es ´inaceptable´ por excluir a los demás y por su ineficacia para combatir el calentamiento global, un problema de todos. Copenhague, AFP
G77 • El acuerdo obtenido o logrado por los jefes de Estado el viernes por la noche en la cumbre de Copenhague es ´el peor de la historia´, estimó el sábado por la madrugada el delegado de Sudán, Lumumba Stanislas Dia-Ping, cuyo país preside el grupo G77, que reúne a 130 países en vías de desarrollo del mundo. Copenhague, AFP
UNIÓN EUROPEA • La Unión Europa aseguró ayer que el acuerdo que se debatía en el último día de la cumbre del Cambio Climático de Copenhague ´no solucionará la amenaza climática´. El presidente de turno de la Unión Europea, el sueco Fredrik Reinfeldt, sostuvo que este documento ´no es perfecto´. Copenhague, EFE
BRASIL • La delegación brasileña expresó ayer su ´decepción´ por el acuerdo alcanzado con Estados Unidos, China, la India y Sudáfrica sobre mecanismos de supervisión para los objetivos de reducción de emisiones porque consideran que ´no es el resultado´ que esperaban en el acuerdo por el Cambio Climático. Copenhague, EFE
CUMBRE • La canciller alemana, Angela Merkel, organizará una nueva ronda de negociaciones sobre el cambio climático en Bonn (Alemania) ´dentro de seis meses´ para preparar la próxima conferencia sobre el clima de México a fines del 2010, indicó ayer a la prensa el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Copenhague, AFP