Curiosidades de los arqueros en 2009

Son varios los infortunios “guardameteros” en el año que termina: calamidades, peripecias y acciones escatológicas dentro de las canchas, algunos “haciendo`pipi” detrás de anuncios y otro más arrojado en plena cancha.

El alemán Lehmann hace pipí detrás de unos letreros mientras el partido se desarrolla

El Deber. Sin lugar a dudas, 2009 fue el año de los porteros. Pero no por sus atajadas, sino por sus calamidades, peripecias y acciones escatológicas dentro de las canchas.
Este año, no hubiera sido tan divertido sin ellos. Por eso, ofrecemos un recuento con las acciones más simpáticas, ridículas y un tanto desagradables de los guardametas.
Y como dicen, portero sin suerte, no es portero. Ojalá que en 2010 los arqueros tengan la misma fortuna para gusto de todos los aficionados al fútbol.
Lens “Calamidades” Lehmann
Al portero alemán de Stuttgart le pasó de todo y, seguro, querrá que 2009 termine pronto porque peor suerte no pudo tener durante estos 12 meses.
Lo demandaron por robarle unos lentes a un fan; lo “agarraron” haciendo del baño atrás de unos anuncios publicitarios en pleno partido de la Europa League: y su equipo lo suspendió por irse a beber al Oktoberfest.

¿Algo más? Pues sí.
Un niño “recogebalones” se burló de él. Lehmann tenía prisa por reanudar el encuentro que perdían frente al Hannover y el joven se tomó el tiempo para que el ex arquero del Arsenal llegara a pedirle el balón para aventárselo por encima de su cabeza.
La mala noticia para este guardameta alemán es que al año aún le quedan 7 días…
Los escatológicos
A todos, pero a todos, nos han dado ganas de ir al baño mientras estamos haciendo nuestro trabajo. Los porteros no tendrían porqué ser la excepción.
¿Para qué tomarse la molestia de ir al sanitario? Sería impensable que el guardameta de un equipo saliera corriendo a la mitad de un partido para ir a “hacer de las suyas”.
Al igual que Lehmann en la Europa League, Paul Gothard, guardameta del Auckland City neozelandés, le dieron ganas de hacer pipí.
Sólo que a diferencia del alemán, quien fue a esconderse atrás de los anuncios publicitarios para “evacuar”, Gothard fue más discreto: se arrodilló y discretamente dejó que todo fluyera ante los ojos del mundo porque estaba en un encuentro del Mundial de Clubes.
Los fracturados
No hay nada peor para un futbolista que terminar fracturado. Esta desagradable situación la vivieron dos porteros: Gregory Coupet y Sebastián Blázquez.
El arquero francés trató de impedir que el balón se fuera a tiro de esquina. Sin embargo, en un mal gesto, todo el peso de su cuerpo cayó sobre la pierna izquierda y le ocasionó una fractura del tobillo. Esta lesión aún lo tiene alejado de las canchas.
Pero para el guardameta del Deportivo Cali colombiano, una fractura no es suficiente para dejar de jugar al fútbol.
Blázquez participó en dos encuentros infiltrado por dolores que tenía en la pierna izquierda y ya en el último de ellos tuvo que salir de cambio.
Resultó, tras valoraciones médicas, que tenía fractura de peroné. Él pensaba que tenía una contractura muscular.
Los ardidos
No hay nada peor para un portero que recibir un gol. Aunque eso no debiera ser motivo para tomar represalias contra los delanteros, pero a éstos parece que no les importó.
En la US Open Cup de la MLS, el guardameta del DC United, Josh Wicks agredió al delantero colombiano Fredy Montero, al saltarle en el pecho, mientras el ariete se disponía a levantarse del suelo para festejar su anotación. Debió doler.
En otro caso de “ardor”, el guardameta de la liga rumana, Nuno Claro, vio la desventaja que tenia frente al delantero Georgian Paun y le dio una patada voladora para no recibir un gol.
Al ver la tarjeta roja en manos del árbitro, después de tan artera agresión, todavía se atrevió a decir ¿Yo por qué?
Los que nunca, nunca debieron ser porteros
Como dijimos arriba, portero sin suerte no es portero y la suerte no es, precisamente, el mejor atributo de estos hombres.
Jurgen Sierens, arquero del RSC Anderlecht de Bélgica, se enredó con la pelota cuando intentaba detener el tiro de un jugador del Roeselare y acabó por meterla en su propia portería. Ni los del Cirque du Soleil hubieran podido hacer semejantes malabares con el balón, antes de introducirlo en la portería.
El portero del Farsley Celtic, un pequeño equipo inglés, debe ser muy fan de las proezas de Miguel Marín.
Sólo así se explica que, después de atrapar el balón, haya anotado un increíble autogol en su intento para despejar de manos.

Hay otros infortunios “guardameteros” con fecha inexacta. Por ejemplo, el “portero que se burla solo”. Sólo basta ver lo que quién sabe qué intentó y terminó por dejarle el balón al delantero rival para que lo empujara al fondo de las redes.
O aquél que, tras anotar de penalti, va, festeja con sus compañeros y, mientras eso sucedía, el equipo rival aprovechó para meter un gol ante la mirada atónita del propio guardameta “goleador”.



Así terminamos el recuento y esperemos que para 2010, los porteros nos regalen más acciones como éstas. Hacen el fútbol más divertido.