Gabriel Dabdoub Álvarez. «La ideología no llena estómagos»

A un mes de dejar su cargo, el máximo dirigente de los empresarios destaca el nuevo rol de la CEPB. Recordó cómo en las reuniones con el Gobierno, la agenda política muchas veces desplazó a la económica. Considera que la inflación baja es buena, pero teme por la contracción de la demanda y una caída de la producción nacional. Dice que Evo Morales debe ser más humilde y gobernar para todos.

El Deber. (Juan Carlos Salinas C.). – ¿Cuál es el balance de su gestión?



– Asumí el cargo de presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) en febrero de 2007 y con apoyo de asociados hemos posicionado a la institución como líder del sector empresarial en los distintos ámbitos públicos y privados, tanto a nivel regional como nacional e internacional.
En mi gestión defendimos los principios de la libertad económica y el respeto a la propiedad privada. Logramos la participación activa de todos los sectores y de todas las regiones. Además, nos pronunciamos permanentemente para proteger los intereses no sólo de los afiliados sino también de todo emprendedor, pequeño y mediano empresario, y pudimos proponer una agenda económica donde planteamos cómo generar empleos; remarcamos la importancia de las exportaciones, el rol de las empresas estatales, cómo acceder a los créditos y cómo diversificar la actividad agropecuaria e industrial.

– ¿Qué puntos están pendientes?
– Se debe continuar con la incorporación a la CEPB de los pequeños y medianos empresarios, es un proceso de largo plazo. Es fundamental contar con estos sectores, pues una confederación fuerte sólo será cuando incluya a todos los empresarios del país. Eso es lo que aún nos falta, es una asignatura pendiente que se debe cumplir.

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– ¿Cuántas veces se reunió con el jefe de Estado?
– Bueno… nos reunimos dos veces e incluso una tercera cuando nos convocaron por el asunto del terrorismo y nosotros planteamos que no sólo se debía hablar de este asunto sino de la situación económica del país. Una pena que estos encuentros tuvieron un alto componente político cuando se necesita una agenda con un contenido económico.

– En la intimidad de estas reuniones ¿cuál es el rostro de Evo Morales? ¿Es tan déspota como dice la oposición o es un presidente conciliador como se muestra ante los medios?
– Se debe reconocer que es una persona con un arrastre popular y muy carismática, pero tiene que ser más humilde. Este aspecto en la construcción de confianza es importante. Morales es una persona con fuertes  arranques hormonales y eso no lleva a una relación de diálogo. Es lo que debe cambiar para generar un mayor espacio de tolerancia.

– ¿En esos encuentros se logró algún acuerdo o avance?
– La palabra acuerdo es muy amplia. Es mejor decir que el empresariado hizo propuestas bien claras para trabajar con los ministerios de Trabajo y de Obras Públicas. No hemos negociado nada sino que hicimos planteamientos concretos como la agenda económica. En muchos casos hemos logrado solucionar los problemas, en otros, por visiones ideológicas más que técnicas, no hemos logrado ser atendidos en nuestros requerimientos.
Son muchos los temas tratados, van desde acceso y consolidación de mercados, pasando por acciones dirigidas a resolver problemas que afectan la productividad y competitividad de los diferentes sectores, así como el insistente accionar institucional tendiente a lograr que las autoridades dejen de lado consignas y visiones ideológicas y tomen decisiones basadas en evidencias técnicas y fundamentos económico-financieros.

– En su momento el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, le hizo una reflexión a Morales y le dijo que él gobernaba para los ricos y los pobres, para los empresarios y los  trabajadores. ¿Considera que Morales tomó en cuenta estos consejos?
– Creo que no los tomó en su plenitud y eso se nota hoy. El presidente debe cumplir su promesa que hizo antes de su reelección en la cual se comprometió a trabajar con el sector empresarial. Fui testigo de cómo los presidentes de Brasil, Chile y Argentina en cada viaje que realizan siempre llevan una delegación empresarial privada para generar distintos acuerdos comerciales. En nuestro caso eso no sucedió.

– ¿Cómo puede evaluar el de-senvolvimiento de la economía nacional?
– Los empresarios hemos sostenido siempre que el manejo de la economía nacional no es sólo responsabilidad del Gobierno, sino una tarea tan importante que debe contar con el aporte de todos los sectores. Con esa convicción, la CEPB ha elaborado un documento denominado Agenda Económica 2010-2015 que señala los puntos más importantes que deben ser atendidos por el Ejecutivo de manera prioritaria y urgente. Nuestro aporte no sólo está en señalar estos temas urgentes sino en convocar, una vez más, a las autoridades para que dirijan y abran un debate en torno a ellos. Los aciertos o desaciertos en el manejo económico podrán ser adjudicados al Gobierno pero las consecuencias, siempre las enfrenta el pueblo boliviano. 

– ¿Qué aciertos se pueden destacar del Gobierno?
– Hay muchas cosas que se pudieron hacer mejor, hemos perdido oportunidades cuando la coyuntura internacional nos reflejaba un crecimiento importante. Como positivo se puede señalar que el Ejecutivo fue prudente en generar ingresos en las Reservas Internacionales y lo que se debe hacer de acá en adelante es no malgastar estos recursos sino cuidarlos de forma adecuada.

– Las autoridades gubernamentales destacan los datos macroeconómicos. ¿Eso tuvo una repercusión en el sector?
– En la gestión pasada cuestionamos las cifras que emitió el Gobierno sobre el crecimiento económico al tercer trimestre del 2009, nosotros le pedimos al Ejecutivo que explique la manera en la que se obtuvo la tasa de crecimiento de 3,24% en los primeros nueve meses del año. Tenemos dudas sobre este crecimiento porque ese año se registró una caída de las exportaciones del 23%, una baja de precios internacionales del petróleo, una contracción del 13% de los ingresos por la venta del gas, bajaron las remesas, tuvimos problemas de sequía en varias regiones y un mayor crecimiento del desempleo en el país.

– Sin embargo, la inflación en 2009 cerró en 0,26% una de las más bajas en 20 años.
– El control de la inflación es un aspecto positivo. Sin embargo, el hecho es que los precios vienen cayendo de forma persistente. Si bien esto es bueno por un lado, puesto que incrementa los saldos reales, en particular de los asalariados, puede no ser tan bueno si la persistencia de bajada de precios comienza a desvelar contracción de demanda y por lo tanto, menor producción. Hay muchos que dudan de las cifras en sentido de que así como se subestimó la inflación se podría estar subestimando la caída de precios, así que la bajada de precios tiene dos caras. Esperamos que no se trate de un enfriamiento de la economía que conlleve a problemas de demanda y menor empleo.

– ¿Cuáles son los retos que los empresarios deben superar en 2010?
– Mucho de la economía de Bolivia depende de dos grupos de variables. El primero es la política y la forma en que se encaren las nuevas leyes. Esto puede ser un factor de impulso pero también puede ser inverso si no existe diálogo y concertación. El segundo grupo de variables tiene que ver con el precio de las materias primas, particularmente el gas. Es importante avanzar en el tema de la transformación productiva, la industrialización quedó atrás, la palabra como tal ya es un tanto pasada de moda, ahora se debe buscar la tecnificación. Industrializar es transformar materias primas en insumos, en productos elaborados; la tecnificación apunta a utilizar tecnologías de vanguardia para multiplicar la oferta de bienes y servicios. Ese es nuestro desafío.

– ¿La llegada de la derecha a la presidencia de Chile puede afectar la actividad comercial con este país?
– Más allá de la ideología, que no llena estómagos, como empresarios somos optimistas en que las negociaciones con Chile sean atractivas para abrirnos mercados independientemente de la posición política. La visión empresarial implica un giro que va desde acuerdos basados en soportes políticos eventuales de países ideológicamente afines, hasta acuerdos bilaterales estratégicos dirigidos a levantar negocios ventajosos con todos los socios potenciales.

– En ese país la alianza Gobierno-privados es fuerte. ¿Qué es lo que falta en el nuestro para lograr lo mismo?
– Cuando existe voluntad de los gobernantes y de sus actores relevantes de la economía como la empresa privada y los gremios es posible generar alianzas, en busca de mejores alternativas de desarrollo.

– ¿Y esta voluntad existe en los empresarios privados o sólo es un discurso?
– Existe, no son sólo palabras. Sin embargo, desde la CEPB para cooperar, requerimos institucionalizar el diálogo entre el Gobierno y el sector productivo nacional en su conjunto. Debemos construir de la mano leyes adecuadas para la producción cooperativa social, empresarial y comunitaria. Articular estas políticas de apoyo y restablecer la institucionalidad, reconociendo que es fundamental para la estabilidad social y el desarrollo.

– En estos momentos donde la reelección de las autoridades es la moneda común ¿por qué no se presenta para un segundo periodo frente a la CEPB?
– Pues, porque tengo la firme convicción de que es importante dar lugar a los nuevos valores y no quedarnos atornillados en una función, eso no le hace bien a las instituciones.

– Luego de varios años, un cruceño volvió a estar frente a la CEPB.¿Se pudo imponer el liderazgo de esta región?
– Asumí el reto de estar al frente de la confederación en un momento de máxima tensión política y me siento complacido porque recibí el apoyo de las federaciones departamentales. Considero que el empresariado cruceño cumplió un papel importante en la CEPB que otra vez  volvió a ser un referente.

– A un mes de dejar las ligas mayores del empresariado nacional ¿qué consejos le puede brindar al futuro presidente de la confederación?
– Se debe tener la inteligencia y paciencia de llevar las cosas con tranquilidad, porque la decisión de uno puede afectar a un conglomerado de asociaciones. Debe haber equidad, pues una federación de un pequeño departamento vale lo mismo que una de mayor tamaño. Firmeza es otra cosa que no debe faltar.

PERFIL

La familia es lo primero

Gabriel Dabdoub nació en Santa Cruz. Se formó profesionalmente en The University of Toledo-College of Business Administration, donde obtuvo los títulos de Bachelor of Business Administration, Management Production y Computer Science.

Su experiencia profesional y empresarial es extensa. Se destacan la gerencia general de la industria textil Telares Santa Cruz y la subgerencia de la fábrica de cerámica Ceramil Ltda.

En sus esporádicos ratos libres, Dabdoub, casado hace 25 años, aprovecha para estar con su familia (cuatro hijos varones) a la que considerá el centro de sus actividades.

Ama la tecnología y gusta navegar por la Internet. Odia la mentira y la calumnia.