En tres años, seis organizaciones sembraron el terror en Cochabamba. Colombianos, peruanos, chilenos, ecuatorianos y cameruneses llegaron a esta tierra.
La Policía boliviana desbarató en Cochabamba una mega banda internacional de delincuentes peruanos y bolivianos e incautó varias armas en agosto de 2009 (Foto ABI).
Por Vásquez Katiuska – Los Tiempos – 7/03/2010
Cochabamba se ha convertido en un gran atractivo para el arribo de bandas delictivas internacionales. En apenas tres años seis de estas organizaciones irrumpieron en el medio cobrando vidas.
Colombianos, peruanos, chilenos, ecuatorianos y cameruneses llegaron a esta tierra para validar y acreditar su historial delictivo y acechar a negociantes, ahorristas y librecambistas: sus blancos predilectos.
En los últimos tres años al menos seis bandas han hecho de Cochabamba su centro de operaciones provocando cuatro muertes y más de una decena de heridos. Colombianos, peruanos, chilenos, ecuatorianos y cameruneses llegaron a esta tierra, para validar su historial delictivo y acechar a negociantes, ahorristas y librecambistas, sus blancos predilectos.
Según expertos en investigación criminal las bandas ingresan a Bolivia sin dificultades atraídos por la supuesta bonanza económica y por la facilidad que tienen para burlar los controles migratorios.
Suelen burlar los controles de la policía y la falta de normas que regulan el hospedaje y las actividades de extranjeros en el país les facilitan las cosas, pero ante todo es un fenómeno de la globalización de la delincuencia, originada en países expulsores con altos índices de pobreza, desempleo y de excesiva violencia.
Mimetizados entre las comunidades de extranjeros y delincuentes criollos se abrieron paso hacia sus objetivos: familias adineradas, empresarios, librecambistas, comerciantes y ahorristas. Casi siempre de aspecto inofensivo y presumiendo de una vida acomodada las bandas como “Los Caicedos”, irrumpieron en la ciudad para atracar y sin disparar sin pensarlo contra el que se resista.
Arremetidas foráneas
El 7 de octubre de 2007, una pareja de ancianos que regresó y se encontró con la puerta violentada, encontró que “Los Caicedo” habían invadido su morada, con armas en busca de una caja fuerte. Después, de hacerse de su botín huyeron pero se fueron capturados, luego de una persecución.
Las pesquisas demostraron que “Los Caicedo”, eran avezados delincuentes llegados de Colombia con nexos con el hampa en La Paz y Santa Cruz. Un tribunal condenó a tres de ellos y las dos mujeres, que también participaron en el atraco salieron sin culpa de lío legal.
La arremetida de las bandas continuó en marzo de 2008 con el asalto a la farmacia San Elías, una de las más frecuentadas por su fama de precios bajos. Cerca de las 19:00 al menos cinco atracadores colombo ecuatorianos, que simulaban ser clientes protagonizaron un asalto que cobró dos vidas y dejó consternada a la ciudad con el fatal desenlace.
Un año después las bandas internacionales volvieron atacar con la conformación de una organización numerosa y bien armada.
La “mega” banda, señalada de varios atracos como el perpetrado contra un librecambista en el que utilizaron un micro lleno de pasajeros, que en realidad eran sus familiares, para despistar a la Policía.
La banda de “Los Colombianos”, artífices de “la marcada” volvieron a poner en evidencia la preferencia del hampa extranjera por la llajta. En menos de diez días dieron al menos cuatro golpes, interceptando en motocicletas as sus víctimas. Tras ola de atracos la Policía no bajo la guardia y capturó a siete de ellos, en una céntrica casa.
EL CASO SAN ELÍAS
El 6 de marzo de 2008 una banda colombo ecuatoriana acabó con la paz en la farmacia San Elías, al irrumpir violentamente, para robar y mató a balazos al propietario, Elías Asfura, además, del guardia de seguridad Saúl Bascope.
Después, de una larga investigación marcada por amenazas fueron condenados a 30 años en la cárcel de Chonchocoro (La Paz) por el doble crimen: Alberto Isaías Ayala Peñafiel (ecuatoriano) y Juan David López Díaz (colombiano). Además, de cinco personas que participaron y fueron detenidos en penales locales.
Alberto Isaías Ayala, usaba doble identidad y era uno de los diez delincuentes más buscados en Ecuador, pero llegó a Cochabamba como un turista más y tras aliarse con antisociales locales, perpetró el violento robo a la farmacia. En su historial delictivo figura el crimen de un capitán de Policía y un fiscal en Ecuador.
CAPTURADOS
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) logró capturar en tiempo récord a por lo menos tres de las bandas extranjeras que operaron en los últimos siete meses. Pero, el resultado final es desalentador. Después de seis meses dos de las bandas están libres sin pena ni culpa.
Después, de cada arremetida la Felcc echó andar un equipo de investigación criminal que en coordinación con unidades especializadas desarticuló estas organizaciones. La última fue enviada a la cárcel hace unos días bajo los cargos de robo agravado y asociación delictuosa. Sin embargo, no todos los casos tienen ese final y menos una sanción por la ligereza con la que fiscales y jueces administran las salidas alternativas que franquea la ley.
DELITOS MÁS DENUNCIADOS
Solo en los últimos cuatro meses de 2009 la Felcc secuestro 50 armas de fuego, una mayoría de ellas por denuncias de robo agravado, terrorismo y amenazas. De los cerca de 200 procesos registrados en la fuerza anticrimen la gestión pasada 137 de ellos fueron esclarecidos pero aún se debaten en los tribunales.
REGISTRO DE ATRACOS Y ROBOS DE 2009
ROBOS RESUELTOS VÍCTIMAS ACUSADOS APRESADOS
137 137 249 127
CASOS ESCLARECIDOS EN LA FELCC
DIVISIÓN TOTAL PORCENTAJE
Plataforma 405 34
Menores 231 19
Homicidios 156 13
Propiedad 148 12
Personas 123 10
Económicos 54 5
Corrupción 49 4
Crisis 9 1
Trata 19 2
Total 1.194 100
Impunidad con “Los Caicedo”
Cochabamba no es la misma desde el 7 de octubre de 2007, cuando la banda de colombianos de “Los Caizedos” entró en la casa de “los Antezana” en Cala Cala y después de asesinar, robar y protagonizar una persecución fueron capturados, en poder de un sofisticado arsenal.
El jefe de la banda, Jorge Umaña (28) fue condenado a 30 años. Pero, la apelación la en la Sala Penal II revirtió el fallo y está a punto de salir con fianza. Es el último que queda detenido de los cinco que cayeron. El otro condenado con la misma pena, Andrés Chávez Santa
María, está suelto. Lo mismo sucedió con Jack Anderson Caicedo (26), que salió con garantías y desapareció. Los hampones tuvieron de su lado a un ex gobernador de El Abra, que fungió como su garante y logró que los traslade de la cárcel de máxima seguridad a San Sebastián.
El debut del “hombre araña”
Ni los condominios se salvaron de la delincuencia foránea. “El hombre araña”, Franklin Gutiérrez, llegó desde el Ecuador para inaugurar el robo a edificios mimetizando como inquilino. La Policía le puso el guante el 11 de julio de 2007, luego de una persecución y haber robado varios edificios, con pistolas con silenciadores y equipado con explosivos de alto poder.
Fue condenado a 10 años por el robo a un empresario en El Abra y está pronto a salir fruto de la retardación de justicia.
“El hombre araña”, bautizado así por habilidad para introducirse en los edificios despintando a los guardias y poseer un moderno arsenal para burla la seguridad de condominios, intimidar a sus víctimas y decodificar los sistemas de seguridad de lo departamentos.
El historial de la “mega” banda
La “mega” banda, una historia de asaltos sucesivos, un grupo versátil y numeroso de peruanos y bolivianos, que se gestó con fines terroristas, según la teoría de la Felcc. 23 de sus integrantes cayeron en 10 de agosto pasado y uno de sus líderes, Williams Morante Lagos, un mes después.
En el historial de la banda se cuenta el espectacular robo a la licorería Ilegal de Quillacollo, a plena luz del día y con asaltantes fuertemente armados. También, el robo a un librecambista en Cliza en la que usaron un micro, para despistar a la Policía.
Cuando cayeron presos los encontraron con 23 armas, varias de grueso calibre, como fusiles 7.62, cuatro rifles de 12 milímetros con mira telescópica y varias pistolas y revólveres. 17 de ellos tardaron más en ser detenidos que en salir en medio de irregularidades.
Banda chilena y los cajeros
A fines de 2009 la Felcc capturó la banda chileno- boliviano, poco después de que atracó la galería de ropa deportiva Fair Play y se alistaba para robar cajeros automáticos, siguiendo un método clásico en Chile de enganchar la cabina con un cable metálico flexible y arrancarla con la fuerza de un vehículo, según los insumos que se hallaron en su poder.
La banda estaba al mando de un ex convicto de la cárcel de Iquique (norte de Chile), Ismael Cervando Gómez Ávalos, que comenzó a operar con cuatro cómplices a los diez días de haber pisado la llajta.
En Bolivia reclutó como su informante y guía a la banda de Josue William Foronda Mendoza. Gran parte de la banda, ahora libre después de cinco meses de reclusión, vivía en un céntrico departamento y usaba un auto exclusivo pero rentado.
Colombianos de “la marcada”
Los colombianos de “la marcada” acabaron en la cárcel, tras ser capturados en tiempo récord por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc). Por segunda vez, en menos de un año, sacar o llevar dinero al banco podía acabar en una tragedia: estaba al acecho una nueva banda que utilizaba motos, informantes y dispositivos telefónicos imperceptibles, para seguir a sus víctimas.
En un abrir y cerrar de ojos sucedieron cuatro atracos, atribuidos a la banda. Un cliente bancario, una librecambista, un bazar y un empresario, fueron victimas de los motoqueros: que comenzaron su ola de robos el 18 de febrero, con el asalto a un cliente bancario en el puente Killman. Siete de los sospechosos están detenidos, entre ellos el presunto cabecilla, Alexander Muñoz.