Rolando Villena y Roberto Quiroz, ambos serían los candidatos del oficialismo. Analistas consideran que la elección de esa autoridad no debe ser política porque se pone en riesgo su imparcialidad y su credibilidad.
Elección: la primera votación en la Asamblea Legislativa fue el 16 de abril
La Prensa
Politizado: Dos analistas consideran que la elección de esa autoridad no debe ser política porque se pone en riesgo su imparcialidad y su credibilidad. La actual Defensora recomienda no manosear los nombres de los postulantes.
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Amnistía Internacional instó ayer a las autoridades bolivianas a respetar la independencia del Defensor del Pueblo, cuya principal misión es la defensa de los derechos humanos frente a los órganos del Estado.
En un comunicado público, esta organización dice que “la institución requiere de un titular que mantenga su independencia, de lo contrario no podrá cumplir su función constitucional en defensa de los derechos humanos”.
De acuerdo con un reporte de la agencia ANF, el llamado de Amnistía se efectúa luego de que el presidente de la Asamblea Legislativa, Álvaro García Linera, dejó de lado la evaluación de la trayectoria meritocrática de los postulantes porque se dio 40 puntos a la relación con movimientos sociales y los apoyos expresados en cartas.
El presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara de Senadores, Eduardo Maldonado (MAS), respaldó esa posición al indicar que la evaluación y la calificación que se hizo a los postulantes es sólo una referencia a la cual puede apelar el pleno de la Asamblea. “Es una referencia, más no la única; si fuera la única, estaría demás el pleno”.
El anterior viernes, la Asamblea debía elegir a la nueva autoridad de entre 14 postulantes que fueron habilitados por la Comisión Mixta de Constitución; sin embargo, la votación fue suspendida en medio de cuestionamientos al oficialismo por querer elegir un candidato que ya contaba con el respaldo político del Movimiento Al Socialismo (MAS). Los postulantes más votados fueron Rolando Villena y Roberto Quiroz, ambos supuestamente serían los candidatos del oficialismo, y el ex Defensor Waldo Albarracín, quien obtuvo la mayor puntuación en la calificación de la comisión evaluadora (73,5), salió en tercer lugar en la votación de los asambleístas.
Louise Finer, investigadora de Amnistía en Bolivia, dijo que la autonomía de esta autoridad “constituye un contrapeso necesario en cualquier Estado democrático”. Dos analistas consideran que una elección politizada del Defensor pone en riesgo su imparcialidad y la credibilidad de sus actos.
El constitucionalista Gabriel Peláez manifestó que si la Asamblea Legislativa llega a elegir a una persona tomando en cuenta criterios políticos, “habrá perdido totalmente imparcialidad y su actuación no va a ser confiable para nadie”.
El experto observó que la evaluación y la calificación de los postulantes presentaron deficiencias desde un principio al colocar “reglas direccionadas” al valorar aspectos sindicales “que nada tienen que ver con el Defensor del Pueblo”.
Para la politóloga María Teresa Zegada, es necesario que esa institución sea independiente, porque si no, se desnaturaliza y pierde su razón de hacer frente a un Estado Plurinacional que puede incurrir en abuso de poder.
En su criterio, si bien en la selección de los postulantes se introdujeron aspectos que “sesgaron la situación”, dependerá de que la gestión que haga el nuevo Defensor sea la que espera la población.
La actual Defensora, Rielma Mencias, advirtió de que parcelar el voto en la Asamblea en favor de un candidato que responda sólo a una fracción política “conlleva el riesgo de que se pierda la credibilidad de la ciudadanía”.
Recomendó “dejar de manosear” los nombres de los candidatos porque el apoyo de un partido para uno u otro los estigmatiza. Sugirió a los legisladores tomar en cuenta la trayectoria y la “estatura moral” de los postulantes, y al momento de votar, exponer públicamente el por qué de su respaldo para tal o cual persona. La oposición en el Legislativo manifestó que apoyarán al postulante que obtuvo mayor puntuación, es decir, Albarracín.
El MAS tendría dos candidatos para tomar la Defensoría del Pueblo.