Un viceministro que quiere mostrarse como el más feroz cancerbero del gobierno masista y aprovechar "su poder" para obtener buenas ganancias.
Gustavo Torrico (de lentes oscuros), viceministro de gobierno y Miguel Ángel Rimba, Viceministro de deportes juegan billar en el Hotel Titikaka en un descanso del gabinete efectuado el 6 de abril pasado. (Foto Anf)
El viceministro de Gobierno, Gustavo Torrico, está haciendo lo que mejor sabe hacer: Amenazar en forma cobarde con el respaldo del poder que tiene y también hacer buenos negocios al amparo de ese mismo poder. La diputada Norma Piérola denunció que recibió amenazas de Torrico exigiéndole que se calle porque de lo contrario le cortaría la lengua.
La diputada Piérola denunció que Juan Kudelka se reunió con el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, antes de hacer las acusaciones contra quien fuera su benefactor, Branco Marinkovic, lo cual denota la forma en que está manejando el gobierno el caso Rozsa y cuales son los verdaderos intereses que tiene.
Pero Torrico no solo amenaza a parlamentarios de la oposición, también advirtió con mandar al alcalde Juan del Granado a hacerle compañia a García Meza en Chonchocoro; sin duda quiere mostrarse como el más feroz cancerbero del gobierno masista a la par que considera que sus servicios deben ser muy bien remunerados.
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Es conocida su habilidad para hacer buenos negocios utilizando la influencia que tiene en el MAS. No está demás recordar que tenía muy buenos contactos con el ex presidente de la Cooperativa de Teléfonos La Paz (Cotel), Fernando Dips, gracias a los cuales consiguió que varios de los miembros de su agrupación conocida como los “Satucos” fueran nombrados en cargos jerárquicos de la empresa.
Se trata de René Escóbar, quien a su vez designó a Milovoy Abastoflor como jefe del Departamento Jurídico. Abastoflor fue anteriormente asesor legal del Fonvis, entidad en la que se sabe, Torrico tiene muchos intereses y varios “recomendados”. Otros “satucos” incorporados fueron Juan Andrade, gerente de Sistemas Informáticos y Waldo Herrera, gerente Comercial.
Todo este entramado armado sobre un evidente tráfico de influencias posibilitó que Torrico adquiera un gran poder económico ya que, claro está, los nombramientos requerían el pago religioso de diezmos y la concesión de todo tipo de prebendas.
Dips ha manifestado en más de una oportunidad que prefería acceder a los requiebros de Torrico para mantenerlo tranquilo y para que no lo moleste. En esta su obsesión por su “tranquilidad” Dips llegó a mayores. Dos meses antes de las elecciones generales de diciembre de 2009 traspasó al gobierno del MAS, el canal 46 que emite por Cotel TV al que equipó con accesorios adquiridos de AP Producciones, la productora de la periodista allegada al MAS, Amalia Pando, hoy devenida en "crítica" del gobierno.
Resulta que el aporte de Dips, quedó en manos de Gustavo Torrico y funciona como TV Off con oficinas en la plaza España de la ciudad de La Paz.
Pero las expectativas de Torrico no se quedan ahí. Hacen unos días el ministro de Educación, Roberto Aguilar, anunció la puesta en marcha de la Escuela de Gestión Pública, la cual estaría dirigida a formar funcionarios dentro de la nueva mentalidad que exige el “Estado Plurinacional”.
Entre los mecanismos que utilizará la Escuela de Gestión Pública, se encuentran la emisión de un programa educativo diario por algún canal televisivo.
Con ello se presenta una nueva oportunidad para Torrico quien se apresuró a mover sus influencias para que sea su canal mediante el cual se emita dicho programa. Se conoció que por este concepto TV Off facturaría la suma de diez mil dólares al mes.
Por lo visto Torrico tiene muy buenas aptitudes para hacer negocio y tiene el "cuero" suficiente como para que le importe que lo acusen de tráfico de influencias. Finalmente ya podrá borrar en el futuro algunos malos manejos como lo hizo con su pasado eneferista- adenista.