Otro sopapo «sin miedo»

Los masistas querían resarcirse en la UMSA del traspié electoral del 4 de abril pero nuevamente salieron derrotados por el MSM, que auspició a la candidata ganadora del Rectorado Teresa Rescala.

image VIA, la fórmula que ganó el rectorado de la UMSA y que permitió la reelección de la Dra. Teresa Rescala por otros tres años.

No es un secreto para nadie que el MAS quiere copar todos los niveles del Estado y sus instituciones y controlar todas las organizaciones de la sociedad civil. Si pudiera hacerlo, es seguro que ya estaría realizando algunas maniobras para quitar del medio al cardenal Julio Terrazas y poder nombrar a otro, en “consulta con las organizaciones sociales”. A esos niveles de irracionalidad hemos llegado.



La última elección de rector en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) adquirió en esta oportunidad una trascendencia que no tuvieron los pasados años. Esto se debe a que el MAS, dentro de su política hegemónica y excluyente, se empeñó a fondo para lograr la elección de su candidato, el ex ministro de Salud, Ramiro Tapia.

Los masistas ofrecieron de todo, desde computadoras y el pago de bonos y poco le faltó para ofrecer la promoción automática a los estudiantes. Todo les parecía adecuado y nada excesivo si de lograr el control de la universidad más numerosa del país se trata. El propio vicepresidente Alvaro García puso a todo su equipo de asesores a disposición de Ramiro Tapia, además de que el frente Revolución tenía su “cuartel general” instalado en la vicepresidencia.

Tanto Tapia como la candidata a vicerrectora, Silvia de Alarcón utilizaron para su campaña dos vagonetas muy parecidas a las que diariamente vemos parqueadas al frente del edificio de la Vicepresidencia, aunque es claro, todo podría ser producto de la casualidad o de una conspiración como ocurre siempre que los masistas se hacen pescar in fraganti.

image Foto: Ramiro Tapia, ex ministro de Salud, logró el 40% de votos perdiendo frente al 57% de Teresa Rescala. Tapia fue ministro de Salud del gobierno de Evo.

Resulta que la hermana de Ramiro Tapia está casada con Raúl García Linera, hermano del vicepresidente que, a propósito, tiene mucho que explicar sobre su presencia en el Hotel Las Américas el pasado año, cuando se acribilló a mansalva al supuesto terrorista Eduardo Rozsa y a dos de sus acompañantes.

De esta forma, durante las elecciones en la UMSA se replicó un libreto mediante el cual los miembros de la cúpula masista lograron conciliar sus intereses políticos con los familiares.

Sin embargo, como ya se está haciendo costumbre para desesperación de los masistas, el libreto nuevamente no dio resultado y se quedaron con las ganas de tomar a la UMSA y aplicar una supuesta “reforma universitaria” que entre sus aspectos más resaltantes contemplaría la participación de las “organizaciones sociales” en el Consejo Universitario y con derecho a veto, lo que significa que estas tendrían la capacidad de intervenir y decidir en aspectos de orden académico, aunque la mayoría de sus dirigentes apenas hayan cursado la escuela primaria.

Los masistas querían resarcirse en la UMSA del traspié que tuvieron en las elecciones para gobernador y alcaldes pero nuevamente sufrieron una derrota también a manos del Movimiento sin Miedo (MSM), la fuerza política que auspició a la candidata ganadora, Teresa Rescala.

El MSM está causando muchos desvelos a la cúpula masista y no debería sorprendernos que se emprenda una ofensiva en regla contra este partido, de la cual ya existen algunos atisbos como las citaciones emitidas contra el alcalde paceño Juan del Granado.

A parte de estas consideraciones, es de destacar que por lo menos en esta oportunidad, la UMSA se haya librado de que “ponchos rojos” y dirigentes sindicales disfrazados de originarios, decidan sobre cuestiones académicas y de que en lugar de generar ciencia y conocimiento en esa universidad, se dediquen a indagar, ya no sobre el sexo de los ángeles, sino sobre el de las piedras, práctica “científica” a la que es muy afecto el canciller David Choquehuanca.