La captura de ocho ciudadanos colombianos en Venezuela pone una vez más a prueba las relaciones entre los países vecinos. El presidente Álvaro Uribe reclama a Caracas que se respeten los derechos humanos de sus conciudadanos acusados en el país vecino por un supuesto caso de espionaje. Los ocho ciudadanos colombianos fueron arrestados el pasado martes y la justicia sospecha que espiaron a los exportadores de petróleo del sistema nacional de electricidad durante la escasez de energía, que atentaba con minar la popularidad del Presidente Hugo Chávez.
Su homólogo colombiano, Álvaro Uribe Vélez, reclamó este miércoles en Bogotá respeto a los derechos humanos de sus compatriotas detenidos en el vecino país ya que en casos anteriores el gobierno colombiano se queja de no haber obtenido aclaraciones sobre la muerte o arresto de sus connacionales. Uribe pidió que “se les respeten totalmente sus derechos humanos, que el gobierno de Venezuela, las autoridades competentes, garanticen el respeto de los derechos humanos a estas personas”. También añadió que dos de los detenidos trabajaron hace algunos años como farmaceuta y como médico general en un dispensario del Ejército en Medellín, y aseguró que sus informes no tienen ninguna otra vinculación con fuerzas del orden colombianas.
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