Berlusconi, en caída libre

 

Elisabetta Piqué

BERLUSCA No es un momento fácil para Silvio Berlusconi. La crisis económica, que lo obligará a pedirles a los italianos "sangre, sudor y lágrimas"; las peleas que lo han distanciado de su segundo en el PDL, Gianfranco Fini, y un megaescándalo de corrupción que sacude a su gobierno han provocado una brutal caída de su popularidad.



Según un sondeo que dio a conocer ayer La Repubblica, de IPR Marketing, la popularidad del Cavaliere, que había llegado a su punto más alto en octubre de 2008, con el 62% de aprobación, cayó este mes al 41%, su mínimo histórico.

Si bien en diciembre pasado, después de la agresión sufrida en la Piazza del Duomo, en Milán, Berlusconi, golpeado en los meses anteriores por los escándalos sexuales, había recuperado 3 puntos (del 45 al 48%), la confianza se fue desinflando primero al 46%, luego al 44% y ahora al 41%: un total de 21 puntos en menos de dos años.

Es la primera oportunidad desde que se convirtió en jefe de gobierno por tercera vez, en mayo de 2008, en que más de la mitad de los italianos, el 52%, afirma que tiene "poca o ninguna" confianza en el Cavaliere.

Más allá de la crisis económica, el factor determinante en esta abrupta caída ha sido el megaescándalo de corrupción en la licitación de obras públicas, además de otras ilegalidades cometidas por algunos de sus máximos colaboradores.

La sospecha de enriquecimiento ilícito ha golpeado al número uno de la Defensa Civil, Guido Bertolaso, hombre muy cercano a Berlusconi y secretario de Estado, hasta hace poco considerado una suerte de héroe por los italianos debido a su eficiente actuación en las grandes catástrofes, como el terremoto de los Abruzos de abril de 2009.

Bertolaso, que aún no tiró la toalla porque Berlusconi no le aceptó la renuncia? está siendo indagado por corrupción en la adjudicación de obras públicas realizadas en la isla de La Maddalena con motivo de la reunión del G-8 del año pasado. Pero no es el único del entorno del premier en esta situación. Hay otros nombres ligados al gobierno de centroderecha en la mira.

Dos semanas atrás, el ministro de Desarrollo Económico, Claudio Scajola, se vio obligado a renunciar durante una investigación judicial nacida en Perugia, pero que se ha extendido a toda Italia y que puso en su mira a la denominada cricca (banda) que lucraba con las grandes obras y construcciones,

El ex funcionario compró en 2004 un departamento de 180 metros cuadrados con vista al Coliseo gracias a fondos negros que habrían sido parte de un regalo que le habría hecho Diego Anemone, un constructor romano indagado por el mismo escándalo.

A través de sus empresas, Anemone habría refaccionado muchas casas de políticos y de personajes vip, y sería el responsable de haber organizado un sistema de tangenti (coimas) para adjudicarse las licitaciones para los grandes eventos.

En medio de lo que la prensa ha llamado appaltopoli ( appalto significa licitación), de la crisis y de la caída de popularidad, la única ventaja de Berlusconi es que la oposición de centroizquierda, siempre dividida por sus luchas internas, sigue sin levantar cabeza.

También Italia prepara su plan de ajuste

Después de los drásticos planes de austeridad aplicados por los gobiernos de Grecia, España y Portugal, le llegó la hora a Italia, otro país de la eurozona que no tiene las cuentas en orden debido a un déficit gigantesco y a una enorme deuda pública.

Justo en momentos en que la popularidad del gobierno de Silvio Berlusconi está en su mínimo histórico, el ministro de Economía italiano, Giulio Tremonti, confirmó que en breve se anunciará un duro ajuste para los italianos, que significará una corrección del presupuesto del Estado por un valor de entre 30.500 y 34.100 millones de dólares para los próximos dos años, según la prensa local.

"Oí hablar de recortes en los salarios de los parlamentarios del orden del 5 por ciento, lo cual me hacer reír. Para mí es sólo un aperitivo", dijo el jefe de la cartera de Economía en una conferencia de prensa en Bruselas.

El ministro confirmó así que se vienen tiempos de sacrificios para los italianos, que se habían sentido bastante ajenos a las turbulencias financieras, porque el gobierno reiteradamente negaba la crisis económica al asegurar que "en Italia la situación es distinta" gracias a un sistema bancario "sólido" y a la fuerte capacidad de ahorro de la población.

Pero con la realidad de un país en recesión desde hace años, con una ineficiente burocracia estatal, problemas estructurales, falta de competitividad y grandes niveles de corrupción ?un país denominado, de hecho, "el enfermo de Europa"?, Tremonti admitió que "es hora de reducir efectivamente el peso de la mano pública" y que el gobierno se apresta no sólo a "corregir las cuentas, sino también el sistema".

"No aumentaremos los impuestos. No pondremos las manos en los bolsillos de los ciudadanos, sino que reduciremos el gasto público donde es menos productivo y donde tiene un efecto recesivo", aseguró el ministro.

El déficit italiano en 2009 alcanzó el 5,2% del PBI, y su famosa deuda pública el 115%, convirtiéndose en la segunda más alta de la eurozona después de Grecia. No por nada el titular de la cartera económica reiteró que Italia también reducirá la deuda pública.

Adelantando el contenido de la denominada "maniobra", que debería aprobarse a principios de junio, el ministro afirmó que no va a incidir en las pensiones.

"Si usted me pregunta si vamos a dar vuelta el sistema de pensiones le digo que no, porque funciona bien", dijo, al contestar una pregunta. "Tenemos el sistema previsional más estable de Europa", agregó.

Sin embargo, la prensa local especulaba con que el gobierno podría demorar el ingreso de nuevos beneficiarios al sistema y elevar la edad de retiro de las mujeres que trabajan en el sector privado.

Tremonti también señaló que deberán preocuparse "los falsos inválidos y los evasores", confirmando así las versiones que hablan de un plan extraordinario para controlar los abusos en el cobro de pensiones por invalidez, así como de un nuevo mecanismo para controlar las entradas fiscales.

En efecto, se trata de un nuevo sistema para medir la riqueza de los italianos, que serán puestos bajo la lupa si gastan en escuelas privadas exclusivas, minicar ?autos eléctricos que pueden manejar chicos de 15 años? o en centros de belleza.

Anteayer, el ministro de la Función Pública, Renato Brunetta, afirmó que no serán recortados los sueldos de los empleados públicos.

"No estamos en ese punto, no somos Grecia. No habrá absolutamente ningún recorte a los salarios de los empleados públicos", dijo. Lo cual no significa, sin embargo, que podrá congelarse la renovación de los contratos de 3,5 millones de empleados públicos, que caducaron en 2009.

El Ministerio de Economía analizaría además regularizar los inmuebles no registrados, endurecer el control sobre las apuestas y loterías y derogar el actual beneficio del 10% fiscal de los premios por productividad.

Mensaje del primer ministro

En un país con miles de jóvenes sin trabajo, negocios con sus persianas bajas y difícil acceso al crédito, el ajuste no será fácil de digerir para las familias italianas, a quienes les cuesta llegar a fin de mes.

No por nada Berlusconi estaría pensando en hacer un "llamado a la nación" para explicarles a los italianos por qué deben ajustarse el cinturón.

"Una vez que Tremonti haya definido la estrategia, le tocará al premier convencer a los italianos de la necesidad de hacer sacrificios", escribió ayer La Stampa, que destacó que en este discurso el Cavaliere deberá sacar a relucir "todo su arte comunicativo y su capacidad de ponerse en sintonía con los electores".

La Nación – Argentina