Antes de la desaparición de los 4 policías, una patrulla encontró en una comunidad de Uncía 2 fábricas de cocaína de propiedad de un dirigente de los ayllus.
El suboficial Alcócer pudo morir un día después de la infructuosa gestión de los ministros Coca y Llorenti. El vicario episcopal del Norte de Potosí, William Ugarte, fue el único mediador con los ayllus.
Dolor: el padre de Emilio Alave lleva el uniforme de su hijo
2 ayllus asesinaron al 4º policía en plena negociación con familias
Violencia: El suboficial Nelson Alcócer pudo morir un día después de la infructuosa gestión de los ministros Coca y Llorenti.
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Oruro / La Prensa.- El suboficial segundo Nelson Antonio Alcócer Casano (46) pudo ser asesinado por comunarios de dos ayllus de Uncía tres días antes de que los campesinos decidieran entregar los cuerpos de éste y tres de sus camaradas, según un reporte preliminar que reveló la autopsia de ley ayer.
De acuerdo con estos mismos informes, que serán confirmados o descartados tras varios análisis de laboratorio, los cabos Rubén Cruz y Emilio Alave, y el policía Miguel Ramos fueron asesinados el lunes 24 de mayo en Cala Cala, Uncía, a donde llegaron detrás de la pista de dos vehículos robados, aunque los campesinos aseguraron que éstos cometieron abusos durante el control de documentos de los motorizados que circulan por el lugar. De hecho, en esa zona del país circulan los motorizados sin papeles conocidos como autos “chutos”.
De confirmarse la fecha de la muerte de Alcócer, su violento deceso se produjo un día después de la infructuosa presencia de los ministros Sacha Llorenti y Óscar Coca en la región. Ambas autoridades intentaron negociar con los comunarios la devolución de los cuerpos de los infortunados uniformados.
“Lo asesinaron cuando las negociaciones estaban en curso para que no delate a quienes mataron a sus camaradas, lo cual es gravísimo”, afirmó el abogado de los familiares de los policías, Johnny Castelú, al anticipar la probable responsabilidad del Órgano Ejecutivo en este hecho si se confirma la fecha de la muerte de Alcócer y con ello la posibilidad de rescatarlo con vida.
Sin embargo, un investigador reveló anoche, en Oruro, que tres policías murieron entre el 23 y el 25 de mayo, y Alcócer, entre el 28 y el 30 de ese mismo mes. Precisó que fueron victimados a picotazos.
Antonio Torres Balanza, director del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), dijo ayer que llegó a la conclusión preliminar de la data de muerte de Alcócer después de revisar el informe que le remitieron desde Oruro los médicos Vilma Gabriel y Julio Valencia.
En declaraciones a la radio Fides, el profesional aseguró que “se ha podido establecer preliminarmente que (las muertes de) tres de las víctimas tienen una data aproximada de unos diez días según los signos que se han encontrado, y uno de ellos sería de una data de muerte relativamente reciente, de aproximadamente tres días”.
El fiscal orureño Aldo Morales Alconini explicó que la causa principal del fallecimiento de las víctimas fue traumatismo encéfalo craneal, aunque todos presentaban politraumatismos. “La data de la muerte es de aproximadamente diez días. Estimamos que el mismo día en que han sido tomados como rehenes, el domingo 23, fueron victimados. Pero estamos esperando el peritaje para que nos den la fecha casi exacta del fallecimiento”.
La versión de Torres Balanza fue confirmada por el abogado de los familiares, quien explicó que al recibir los cuerpos, ayer al amanecer, no los revisaron y salieron rápidamente del lugar.
Pero ya en la morgue se observó que el rostro del suboficial Alcócer presentaba emanaciones de sangre relativamente fresca. Alcócer y el cabo Esteban Alave podían ser reconocidos, pero el policía Miguel Ramos y el cabo Rubén Cruz tenían el cráneo destrozado y estaban completamente desfigurados.
13 días de tensión, dolor y muerte en el norte de Potosí
Domingo 23 de mayo. Cuatro policías, que supuestamente investigaban robo de autos, son capturados por dos ayllus de Uncía. Fueron acusados de asesinar a un taxista. Ese día habrían sido torturados hasta morir, lo que debe ser confirmado.
Lunes 24. Los uniformados no se reportan a la Dirección de Prevención e Investigación de Robo de Vehículos de Oruro. Tres de ellos mueren esa madrugada.
Martes 25. El comandante de la Policía, general Óscar Nina, confirma en La Paz la muerte de sus camaradas y comisiona al Diprove-Oruro a investigar el hecho.
Miércoles 26. Un cabildo de los ayllus de Uncía: layme, aymaya, pukara y qaracha declara a la región zona de libre tránsito del contrabando, veta a la Policía y a la Fiscalía, y admite los asesinatos.
Jueves 27. Familiares llegan a La Paz, contratan al abogado Johnny Castelú y claman por ayuda presidencial y gubernamental para recuperar los cuerpos de sus seres queridos ajusticiados.
Viernes 28. El defensor del Pueblo, Rolando Villena, anuncia que pidió permiso a las autoridades originarias para negociar en el lugar la entrega de los cadáveres.
Sábado 29. El Defensor recibe permiso y garantías de los ayullus para negociar la recuperación de los cadáveres. Sus gestiones resultan infructuosas.
Domingo 30. Villena sostiene una reunión con dirigentes de los ayllus, pero los mallkus exigen la presencia del Ministro de Gobierno para denunciar supuestos abusos de la Policía.
Lunes 31. Los ministros Sacha Llorenti, de Gobierno, y Óscar Coca, de la Presidencia, llegan a la zona, se reúnen con los mallkus y al no lograr su objetivo, regresan a La Paz.
Martes 1 de junio. Seis familiares de los policías y el abogado Castelú llegan a Uncía y encomiendan al vicario católico William Ugarte negociar la devolución de los cuerpos. Este día, presumiblemente, es asesinado el suboficial segundo Nelson Alcócer.
Miércoles 2. Los ayllus se reúnen por separado y aprueban, posteriormente, un pronunciamiento que respalda en los hechos la actividad de los contrabandistas de automóviles.
Jueves 3. Familiares de las víctimas y el abogado Castelú acceden a las exigencias de los campesinos. Firman un documento en el que renuncian a seguir acciones legales, y son amenazados.
Viernes 4. Entre las 06.00 y las 06.30, los familiares y el abogado recuperan los cadáveres. Los trasladan a Oruro.
Familiares entraron solos hasta Uncía
Dolor. Ayllus condicionaron entrega de cuerpos
Espera. Los familiares aguardan con ataudes para velar los restos a la conclusión de la necropsia.
La Razón – Oruro
“Tuvimos que entrar como rateros para poder sacarlos como ladrones”, dijo entre lágrimas una esposa de los cuatro policías linchados y cuyos cuerpos fueron entregados por miembros de ayllus cercanos a la localidad de Uncía.
La travesía por la que pasaron los familiares y el abogado Johnny Castelú fue altamente riesgosa. Llegaron por sus propios medios el jueves a Uncía para pedir a los representantes de los ayllus la devolución de los cuerpos de los cuatro policías asesinados.
Tras intensas negociaciones en las que el vicario episcopal del Norte de Potosí, William Ugarte, fue el único mediador, se firmaron compromisos y un memorial a través de los que desistieron de iniciar cualquier acción legal.
“Yo tuve que disfrazarme para poder entrar al lugar, porque tenía miedo que nos hicieran algo malo”, dijo una de las esposas de los occisos. Los únicos que participaron en la reunión con los representantes de los ayllus fueron el vicario y el abogado.
La madre de uno de los policías contó que tuvieron que esperar, hasta las dos de la mañana de ayer y en medio del frío, la respuesta de los representantes de los ayllus Layme, Puraka, Aymaya y Karacha, quienes al final accedieron a la entrega de los cadáveres poniendo una serie de condiciones.
La entrega se produjo en las afueras de Uncía, en una cancha cerca de un río. Fuentes extraoficiales señalaron que la camioneta donde cargaron los cuerpos fue proporcionada por los ayllus. El proceso duró hasta las 7.00.
“Los cuerpos nos los dieron tal como estaban, no vimos de dónde los desenterraron, atados, con los rostros totalmente destrozados y en descomposición. Tuvimos que levantarlos con nuestras propias manos, exponiéndonos a cualquier cosa”, dijo otro de los familiares.
El temor es mayor porque los ayllus les exigieron la entrega de fotocopias de cédulas de identidad de los familiares hasta el cuarto grado de parentesco. “Ninguno de los allegados, sean tíos, primos u otros, podrá iniciar acciones legales contra los ayllus”, explicó Castelú.
El fiscal de Homicidios de Oruro, Aldo Morales, ha dicho que se iniciará un proceso de oficio sin la participación de los familiares. Esta investigación se desarrollará en coordinación con la Fiscalía de Potosí, que ya recaba pruebas.
Datos de la entrega
Tras una negociación, a las 2.00 se decidió efectuar la entrega de los cadáveres de los policías.
Una comisión de fiscales de Potosí arribó a las 6.00 para verificar el levantamiento de los cuatro cuerpos.
Los familiares no participaron del diálogo. No les permitieron que los cuerpos sean puestos en ambulancias que esperaban en Huanuni.
Diputado dice que Evo ordenó la entrega
El diputado Luis Gallegos (MAS) reveló ayer que el jueves sostuvo una reunión con el presidente Evo Morales, en horas de la tarde, y que la instructiva de entregar los cuerpos de los policías muertos en Uncía provino del Primer Mandatario.
“Nos hemos reunido el jueves a las 3 de la tarde con nuestro presidente Evo Morales y él ha indicado que entreguen los cadáveres y el trabajo se ha hecho desde ayer. Me he comunicado desde La Paz con el sector y se ha coordinado con las autoridades a solicitud del Presidente”, afirmó. El parlamentario representa a la circunscripción donde habitan los ayllus que victimaron a los policías el 23 de mayo.
Gallegos salió en defensa de los ayllus afirmando que fueron utilizados por los contrabandistas. Añadió que las autoridades originarias de los mencionados ayllus incluso tienen los nombres de quienes victimaron a los policías y que los harán conocer al presidente Evo Morales.
“No son culpables los ayllus, solamente los han utilizado los contrabandistas que son de Santa Cruz o de Cochabamba, los ayllus son humildes. Las autoridades de los ayllus le harán conocer al Presidente los nombres de los contrabandistas. Seguimos coordinando con el Presidente”, insistió.
Comunario detenido prometió venganza
El comandante de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), Félix Molina, reveló ayer que un dirigente de los ayllus, detenido por narcotráfico, habría prometido vengarse de cualquier efectivo policial que ingrese a la zona.
Recordó que antes de la desaparición de los cuatros policías linchados, una patrulla encontró en una comunidad de Uncía dos fábricas de cocaína, cuyo propietario resultó ser un comunario.
“Al parecer, producto de esta aprehensión, este dirigente que era dueño de las fábricas habría manifestado que iba a vengarse con cualquier policía que ingresara a su comunidad, aunque no está verificado”, aseveró.
Éste podría haber sido uno de los móviles para que los ayllus terminen victimando a los cuatro efectivos de la Dirección de Prevención y Robo de Vehículos (Diprove). “Por eso, no dudamos de que fuera ese producto, el resultado de que estos cuatro camaradas habrían sido linchados”, dijo Molina.
Actualmente, el propietario de las fábricas de droga encontradas se encuentra detenido, preventivamente, en el penal de Cantumarca. Los ayllus prohibieron el ingreso de personas ajenas a las comunidades de Uncía.
Ayllus habrían matado en medio del diálogo
Forense. El informe preliminar revela que fallecieron por golpes en la cabeza
Daniela Romero – Oruro, La Razón
Luego de 12 días de la desaparición y posterior linchamiento de 4 policías en un ayllu en Uncía (Potosí), la madrugada de ayer los familiares recuperaron sus cadáveres. Uno de ellos habría sido ajusticiado hace 4 días, de acuerdo con un informe preliminar. Inmediatamente, diferentes sectores del país clamaron justicia y exigieron que el Gobierno investigue el caso y no se avale la impunidad de los responsables.
Según Erbol, un informe preliminar del médico forense de la ciudad de Oruro, doctora Vilma Gabriel, quien estuvo a cargo de las autopsias a los cuerpos de los cuatro policías asesinados, reveló la tarde de ayer que uno de los efectivos recién perdió la vida hace aproximadamente 4 días. Es decir el martes 1 de junio, un día después de la presencia de autoridades de Gobierno en el lugar para negociar con los ayllus.
“La doctora Gabriel pudo establecer preliminarmente que tres de las víctimas tienen una data aproximada de unos 10 días (de muerte), según los signos que se encontraron en sus cuerpos, y uno de ellos (es decir el cuarto efectivo Néstor Alcócer Casano) data de una muerte relativamente reciente, de aproximadamente cuatro días”, dijo Antonio Torres Balanza, director del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF).
El abogado de los familiares, Johnny Gastelú, confirmó a la red ATB que el oficial Nelson Alcócer falleció hace cuatro días. “Significa que cuando la familia imploraba y estaba decidida a ingresar de rodillas a pedir que se le devuelvan los cuerpos, el ciudadano Nelson Alcócer estaba con vida, este acto es inhumano”, aseveró. El hermano de este oficial, Efraín Alcócer, agregó: “Ha habido negligencia del Gobierno; si actuaba en el debido momento, hubiésemos recuperado a mi hermano, exigimos justicia”. El informe también señala que los cuatro uniformados habrían muerto por traumatismo encéfalo craneal tras recibir golpes muy fuertes en la cabeza.
“Han sido entregados como papa. Nosotros pensábamos que iban a estar por lo menos en bolsas, pero no. Los han sacado de donde los tenían enterrados y así los han devuelto”, dijo Gastelú.
El lugar de la devolución de los cuerpos cambió dos veces, los indígenas no quisieron que se diera a conocer el sitio donde fueron enterrados y la entrega habría sido a través de intermediarios y no con la presencia ni de seres queridos ni otras autoridades.
En el camino a Oruro, el abogado hizo una breve inspección de los cuerpos. “Dos de ellos tenían el rostro completamente desfigurado, eran irreconocibles. Otro de ellos tenía el cráneo quebrado”. Los cuatro cadáveres llegaron a la morgue a las 10.00 y fueron sometidos a una necropsia para luego ser entregados a sus familiares y sean velados.
“Los cuerpos tienen más de 10 días de muertos. Estimamos que el mismo día que fueron atrapados (domingo 23 de mayo) fueron victimados. Sin embargo, estamos esperando peritajes para que se dé una fecha exacta del fallecimiento”, explicó el fiscal de Homicidios de Oruro, Aldo Morales.
Señaló que los autores del crimen utilizaron objetos contundentes como piedras y otros para provocar un traumatismo encéfalo craneal en las cuatro víctimas. “Los cuatro cráneos estaban abiertos”, indicó. Los cuerpos de los uniformados se encontraban enteros. “En uno de ellos hay indicios de quemadura”, afirmó el fiscal de materia, Alfredo Santos. El informe forense preliminar estableció que los brazos y las piernas tenían laceraciones. Otras versiones indican que los responsables de la muerte de los policías golpearon la nuca de uno de los efectivos con una picota con brutalidad, lo que ocasionó el desprendimiento de los ojos.
“Hasta mañana (hoy) tendremos los informes pertinentes después de realizar otros peritajes más. El Ministerio Público dará la información de manera transparente”, anunció Morales. Sin embargo, sostuvo que se trata de un asesinato y, por tratarse de un delito de acción pública, la Fiscalía investigará de oficio.
Diprove anunció que se querellará contra los responsables. La Defensoría del Pueblo, familiares, la diputada Elizabeth Reyes, de Unidad Nacional, y la Iglesia, exigieron una investigación y sanción de los autores del hecho.
Imploran a Evo que ordene una investigación
Familiares de los cuatro policías que fueron linchados en la localidad de Saca Saca le exigieron al presidente Evo Morales asumir acciones inmediatas para que el crimen de los uniformados no quede impune.
“Que haga algo este Presidente, queremos ver de este indio que se mueva ahora. Que se entienda con (ellos). Yo digo así a este Presidente, porque no hizo nada, ninguna institución nos extendió la mano. Hemos peregrinado y nadie nos ayudó”, manifestó con lágrimas la madre del menor de los policías, Miguel Ramos.
“Bastaba con una palabra de él, hubiéramos hecho ya algo el lunes o el martes. Ha preferido viajar”, dijo otra de las familiares. El diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS) Luis Gallego informó en La Paz que el presidente Morales envió una nota a los ayllus potosinos para mediar la entrega de los cuerpos de los efectivos; sin embargo, esta afirmación fue desmentida por las familias dolientes.
Asimismo, denunciaron que reciben llamadas con amenazas y que no tuvieron la colaboración del comandante de la Policía de Potosí, coronel Orlando Ávila. Mónica de Corrales, esposa del suboficial Nelson Alcócer, afirmó que ahora se quedan en la orfandad 10 hijos. “Son nuestros hijos y los hijos de sus camaradas, ahora qué vamos a hacer. Por favor, pido justicia”.
14 días para recuperar los cuatro cuerpos
Un calvario
La recuperación de los cuerpos de los cuatro efectivos de Diprove fue larga y se manejaron varias hipótesis sobre cómo los ajusticiaron.
24 de mayo
Desde Uncía las primeras informaciones que se conocen son que los policías desaparecieron y que habrían sido tomados como rehenes por comunarios.
25 de mayo
El martes, el Comando Departamental de la Policía de Oruro reporta que cuatro de sus miembros han sido linchados en manos de comunarios.
26 de mayo
El miércoles luego de que los ayllus realizaran un cabildo en su pueblo, ellos mismos confirman que los policías fueron ajusticiados.
27 de mayo
Los familiares entran en la desesperación. Piden ayuda a Evo Morales en La Paz. Los uniformados no pueden entrar hasta la localidad de Uncía.
28 de mayo
La Policía pide a familiares de los uniformados esperar hasta el lunes 31 para recuperar los cuerpos. El Ministerio Público investiga.
29 de mayo
El Defensor del Pueblo llega hasta Llallagua para coordinar una negociación para la entrega de los cuerpos de los policías.
30 de mayo
El Defensor del Pueblo visita Saca Saca y Cala Cala para concertar la reunión entre el gobierno y dirigentes para el lunes.
31 de mayo
Llegan los ministros de Gobierno y de la Presidencia a la subsede de Karacha (Uncía-Potosí), para iniciar el diálogo con los ayllus.
1 de junio
Llegan los familiares de policías y piden a la Iglesia que sea la mediadora. El vicario del norte de Potosí acepta y dialoga.
2 de junio
El Fiscal de Distrito llega a Llallagua y está dispuesto a investigar los hechos, recabando toda la información en el lugar de los hechos.
3 de junio
Los familiares de los policías se reunieron con el Comandante Regional de la Policía de Llallagua y dirigentes originarios.
4 de junio
Los cuatro cuerpos de los policías son dejados en un terreno con evidentes signos de tortura en sus cráneos. Los llevan hasta Oruro.