Como en el 2006, el Presidente Evo Morales entró triunfante a Santa Cruz. Llegó ayer al promediar 10:15 de la mañana a la Gobernación cruceña para reunirse por dos horas con el Gobernador, Rubén Costas, y al término dijo a la prensa que "se trabajará con la autoridades que quieren hacerlo con el Gobierno, como Rubén Costas". Ayer se instaló la pax aymara en Santa Cruz.
Llegó al aeropuerto El Trompillo entre las 9:30 y 9:45 am. Un fuerte contingente de efectivos policiales compuesto por 25 escoltas uniformados y otros 40 elementos de inteligencia del Estado, ‘camuflados’ de civiles e infiltrados entre el tumulto de la parcialidad masista que esperaba al mandatario en la Plaza 24 de Septiembre, escoltaron al Presidente Evo Morales al segundo encuentro con el otrora máximo representante de la oposición regional, el Gobernador cruceño, Rubén Costas.
Abruptamente, de una de las cinco movilidades oficiales estacionadas afuera de la Casa de Gobierno Departamental, el primer hombre del Estado bajó acompañado de Rubén Saavedra Soto, Ministro de Defensa, uno de los nuevos hombres fuertes del Presidente, para dirigirse a la entrada, dónde lo esperaba el Secretario General, Roly Aguilera.
Entre tanto, el Gobernador aguardaba en el interior de su oficina, acompañado del ex-Senador de la República y ahora Secretario de Coordinación Institucional y Desarrollo Autonómico, Oscar Ortiz, manteniéndose ambos lejos de la vista del público. Horas antes, cuando Costas ingresó a la casa del Cardenal Julio Terrazas, admitió otra vez ante la prensa no contar con una agenda definida para plantearle al Presidente, igual que en la primera reunión en la sede de Gobierno, el pasado 2 de junio.
La visita del Jach’a Mallku al Gobernador cruceño generó mucha expectativa entre actores políticos y la ciudadanía en general, quienes todavía pueden recordar aquella primera vez que Evo Morales llegó a Santa Cruz victorioso en enero del 2006, al estrenarse como Presidente de Bolivia, para reunirse con el alto mando de la oposición regional de este lado del país, por entonces unida bajo la bandera de la Autonomía.
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Para aquella primera visita, Morales se reunió con la dirigencia empresarial de la Cámara de Industria y Comercio (Cainco), entonces a cargo de Gabriel Dabdoub, y luego con el Comité Cívico Pro Santa Cruz, presidido por el ahora Senador de Convergencia Nacional (CN), Germán Antelo; ambas instituciones albergaban la oposición más recalcitrante al proyecto de "Socialismo a la boliviana" que representa el líder cocalero y su sigla política el MAS – IPSP.
La diferencia entre aquel encuentro y el de ayer no sólo la hacen los escenarios, diametralmente opuestos, marcados por la capitulación de los liderazgos regionales (Santa Cruz, Beni y Tarija), una oposición dividida y diezmada, un Rubén Costas moderado, la Cainco en silencio y un Comité Cívico, en palabras de Luis Nuñez, que celebra el "acercamiento". Ayer, como consecuencia de la hermética reunión que duró poco más de dos horas, se consolidó un nuevo periodo en la relación de poder entre el gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS-IPSP) y la oposición regional identificada con Rubén Costas, punta de lanza de la desaparecida "Media-luna". Ayer se consolidó en Santa Cruz la "Pax Aymara".
Durante la reunión, llegaron uno a uno a la cita Secretarios de Gobernación, asesores, representantes de sectores empresariales y miembros del cuerpo diplomático, quienes aguardaron la salida del Presidente al interior de la Casa de Gobierno regional.
Tras la reunión, el primero en dar la cara fue el Presidente, quién concedió a la prensa una breve conferencia de prensa. Escueto y suelto de lengua, Morales explicó que trabajará de forma coordinada con las autoridades que quieran hacerlo con el Gobierno, cómo Rubén Costas. Agregó que sobre el tema de autonomías, hubo muchas coincidencias, sobre todo al considerar que ese proceso debe enmarcarse en la nueva Constitución Política del Estado, por lo que se llegó al acuerdo para conformar una comisión técnica entre autoridades del departamento de Santa Cruz y del Ministerio de Autonomías, que trabajando en equipo deberán resolver algunos vacíos legales que son de preocupación del "nuevo aliado del Gobierno".
Por otro lado, el Jefe de Estado manifestó que existen proyectos de construcción de caminos en los que Costas le pidió apoyo técnico y financiero, como la construcción de la carretera entre San José de Chiquitos-San Ignacio de Velasco y Concepción, la carretera San Matías y Santa Rosa del Sara y la construcción de la avenida Metropolitana en la capital Cruceña, por lo que comprometió el apoyo del Ministerio de Obras Públicas y la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC).
Una de las debilidades de Morales, el fútbol, propició el final de la conferencia de prensa, cuando el primer mandatario recordó que Brasil jugaría en la tarde contra Corea del Norte (2-1). "Tengo que ir a ver el partido", dijo sin complejo alguno y pasó a retirarse, no sin antes pasar saludar a los funcionarios de la Gobernación y el cuerpo consular japonés, conducido por Óscar Ortiz, quiénes esperaban a Morales bajo la bóveda central de Casa de Gobierno.
Comenzó un nuevo periodo, aparentemente marcado por relaciones cordiales y pacíficas entre el Gobierno y la Gobernación cruceña. La cuestión es si la "paz" que ofrecen ahora Morales y Costas se parece a la que ofrecieron miles de años atrás los Augustos emperadores romanos a los pueblos derrotados, bajo la hegemonía del César.
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