El motín en el vestuario de la selección francesa ya es asunto de Estado. El presidente galo, Nicolas Sarkozy, ha citado a ‘Titi’ Henry para una reunión en la que le pedirá explicaciones sobre la rebelión. De participar en una revuelta de vestuario, a modo de protesta por la expulsión de Anelka de la concentración mundialista, a rendir cuentas ante el mismísimo presidente.
El papel de Les Bleus en Sudáfrica ha sido poco menos que patético, por lo que Nicolas Sarkozy ha citado al veterano del vestuario para exigirle una explicación sobre lo sucedido. La pelea entre Anelka y Domenech, la huelga en el entrenamiento posterior a la expulsión del ariete del Chelsea, y la temprana eliminación del Mundial serán los asuntos sobre los que giren las preguntas del mandatario galo. Así que mientras sus compañeros de grupo y el seleccionador Raymond Domenech partían de regreso a casa, después de caer en la fase de grupos, Henry tomaba un avión privado rumbo a París.
Las críticas hacia los futbolistas franceses están siendo muy duras, e incluso se habla del "fracaso más estrepitoso de la historia de la selección". El prestigioso medio L’Equipe ha propuesto sancionar a los jugadores por su bajo rendimiento, especialmente a los organizadores y participantes en el famoso motín.
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