¡A la guerra en cuadratrack!


Se desmadró al comentar que Bolivia se prepara ante cualquier agresión bélica. ¿Qué es lo que tiene en mente Evo? Como de costumbre resulta muy difícil desentrañar los vericuetos del pensamiento del “guía espitual” pero si se atiende a sus propias palabras se deduce que estaría dispuesto a arrastrar a Bolivia a un conflicto con Colombia y todo por su obsecuencia hacia el dictadorzuelo venezolano.

imageA falta de equipamiento militar adecuado, las FFAA recibieron de Evo, cuadratacks. (foto Abi)

Somos pacifistas pero si nos provocan nos defenderemos, dice Evo pero no dice de quien viene la “provocación”. Que se sepa Colombia en ningún momento ha provocado a los bolivianos, y si de eso se trata, en todo caso la provocación proviene del propio Morales ya que no es correcto tildar a ese país de ser servil y obediente a los Estados Unidos, sobre todo cuando no se tiene la autoridad moral porque se permite en el propio territorio la injerencia directa de un gobierno extranjero (el venezolano).



Evo con la incontinencia verbal que lo caracteriza se está abriendo de manera innecesaria un nuevo frente esta vez con Colombia, país con el que Bolivia mantiene tradicionalmente buenas relaciones. Curiosamente ha sido el único mandatario que ha expresado una línea belicista y parcial, contrariamente a sus otros colegas del continente que se pronunciaron por una solución pacífica del impase y se abstuvieron de alinearse en favor de uno u otro Presidente de los países en conflicto.

El presidente Morales, se pronuncia en cuanto oportunidad se le presenta contra las bases militares en Colombia, con  respaldo de EEUU, pero en forma disimulada propicia el aumento de la presencia de efectivos militares venezolanos en los departamentos de Beni y Pando y otras regiones del oriente.

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Quiere mostrar a Colombia como un país agresor cuando en realidad es el agredido por parte de grupos guerrilleros cuyos nexos con el narcotráfico son ampliamente conocidos. Se mete a donde no lo llaman y lo hace de la peor forma que podría esperarse de un dignatario de Estado que se supone debe evaluar adecuadamente todos los acontecimientos antes de lanzar afirmaciones impertinentes y groseras.

Sería bueno saber si las Fuerzas Armadas bolivianas están dispuestas a dejarse arrastrar a una aventura de este tipo por arrimarse al carro de Hugo Chávez que evidentemente está dispuesto a todo con el afán de satisfacer su marcada egolatría. Chávez no es más que un militarote de opereta que se ha creado un imaginario en el cual él vendría a ser una reencarnación de Simón Bolivar.

Seguramente se ve, sable en mano recorriendo los pueblos de esta parte de América supuestamente para liberarlos. Sin embargo existe la plena certeza de que esos pueblos no quieren ser “liberados” con los mismos métodos con que ha “liberado” a los venezolanos, que en lugar de leche, alimentos o adecuados servicios de salud y educación, tienen destructivas armas, desabastecimiento y persecución.

«Nosotros, por Constitución, somos un país pacifista…pero si nos provocan, tenemos derecho a defendernos y también nos estamos preparando para eso”, afirmó el presidente Morales en horas pasadas.

Tal vez sería bueno que Evo consulte a sus asesores antes de lanzar afirmaciones de semejantes proporciones que comprometen al país. Más aún cuando dice que proviene de la cultura de la vida y no de la confrontación, aspecto que a la luz de sus propias palabras y acciones resulta cada vez más dudoso, sobre todo porque sin consultar a los bolivianos su gobierno firmó un pacto militar con su similar de Venezuela.

Lo cierto es que solo a alguien muy irresponsable se le ocurriría intentar involucrar a Bolivia en un conflicto que por donde se lo vea no tiene razón de ser, excepto en la desquiciada mente de Hugo Chávez.