El gobierno duda de la policía e investiga el caso Apaza. Ministerios de Justicia y de Gobierno conforman una comisión. Organismos DDHH preocupados
Otro sospechoso: Marco Antonio B.Q., de gorra, ayer en la FELCC de La Paz
La Prensa
La Policía atribuye a un desmayo los signos de tortura en Olorio
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Sospechas: Se trata de un presunto autor del atraco contra el peaje de la Ceja. La institución insiste en la “muerte súbita”.
Jefes de la Policía, principalmente de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, negaron que el presunto responsable del atraco a Vías Bolivia haya sido golpeado y atribuyeron a un desmayo los signos de tortura y de asfixia que el forense halló el martes en el cuerpo sin vida de David Olorio.
Él era el principal sospechoso del asalto al peaje de la Autopista y del asesinato del suboficial Leonardo Condori, el domingo reciente.
El portavoz oficial de la FELCC alteña, teniente coronel Adolfo Cárdenas, informó que “el señor Olorio quería salir de los predios de la FELCC, dirigirse al lugar donde se encontraría el armamento” usado en el atraco indicado.
El oficial dijo que ese inmueble se halla en la zona Faro Murillo, “pero ante la negativa se desvaneció, es decir, cayó abruptamente. Nuestro personal dio los primeros auxilios y lo trasladaron al nosocomio más cercano, el Hospital Nueva Esperanza, pero se produjo el deceso”.
Medios impresos de La Paz, entre ellos La Prensa, difundieron fotografías del cuerpo sin vida de Olorio. En ellas se observan signos de violencia en el rostro, las rodillas y el hombro derecho.
El director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, coronel Rosalío Álvarez, explicó que “el fallecimiento se produjo en forma sorpresiva tras sufrir insuficiencia respiratoria y cuando era trasladado al centro médico, donde funcionaba el ex Hospital Agramont de El Alto”.
El director regional de la FELCC alteña, coronel Israel Vega, sostuvo que el sospechoso “pidió salir de las celdas para hablar con alguien. En ese momento, presentó convulsiones y se desplomó. Posteriormente, el personal de servicio procedió a atender al sujeto, (pero) llegó sin vida a (un) nosocomio”.
Vega refirió que el aprehendido tenía la posibilidad de recibir visitas, pero no precisó con quién deseaba dialogar.
Cárdenas aseguró que el sospechoso sufrió el desmayo dentro de la celda, después de haber ofrecido proporcionar la información mencionada.
Las explicaciones surgieron a pesar de las fotografías del cadáver, en las que aparece con hematomas y excoriaciones. Cárdenas dijo “que no hubo laceraciones (en el cuerpo). Una vez que se produjo el deceso, se hizo el levantamiento legal del cadáver. En el protocolo se señala concretamente que no había signos de violencia. Horas más tarde se practicó la autopsia. El médico forense, que no pertenece a la Policía, certificó que el deceso se produjo por muerte súbita. Eso significa que no hubo agresiones, golpes, hematomas ni signos de violencia”.
El fiscal de Distrito, Williams Dávila, indicó que el médico Rubén Soliz le comunicó que hizo una “autopsia blanca”, vale decir que no señala la causa de la muerte y que para verificarla debe esperar los resultados de los análisis histopatológicos que se realizan en el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF).
Además, el martes declaró a El Alteño que el cuerpo presentaba signos de asfixia y tortura. El abogado defensor del sindicado, Wálter Fernández, explicó que se mantuvo con su cliente hasta las 19.00 del martes en las celdas de la FELCC y que alrededor de las 20.00, dos efectivos de Inteligencia lo sacaron de ese lugar con destino desconocido. Cárdenas confirmó que el teniente Omar Antezana, director de Inteligencia y jefe de la División de Delitos contra la Propiedad, y otro de sus camaradas buscaron al presunto atracador en la celda de la fuerza anticrimen.
Fernández dijo: “A eso de las 03.00, su concubina, la señora Carola, escuchó que en las radios de los policías se mencionaba insistentemente la expresión ‘dos diez’. Averiguadas las cosas, esa clave significa muerto”. Sin embargo, Carola Cristina C.J. recibió la información del deceso hacia las 06.00, cuando se le dijo que se procedería al levantamiento legal del cadáver. El abogado indicó que su cliente no participó en el atraco del domingo 4, pues desde la tarde se dedicó a beber en un bar ubicado en la avenida Manco Kápac con un chofer y un lavador de autos, quienes testificarán este hecho.
El jurista presentó ayer una demanda por el delito de asesinato contra los efectivos de la FELCC alteña que tuvieron a Olorio bajo su cuidado, pero lamentó que el Ministerio Público no hubiera recibido el memorial bajo el argumento de que no se sabe quién es el fiscal asignado al caso. Anunció además que recurrirá al Defensor del Pueblo y a la Asamblea Permanente Derechos Humanos para denunciar “prácticas inquisitorias de tortura que se aplican durante las dictaduras”.
Entretanto, la FELCC de La Paz ya toma parte activa en el caso, pues ayer detuvo a Marco Antonio B.Q. (33), quien permanece en una celda de esa unidad. El arresto ocurrió en la calle Socabaya de La Paz. Pudo haber sido identificado por las víctimas del atraco, y su vehículo, un taxi gris con la placa 1087-IAU, reconocido como uno de los carros en los que llegaron y huyeron los asaltantes. En la parte exterior de ese automóvil se encontraron rastros de sangre que son analizados en un laboratorio. El sindicado, entre lágrimas, negó su participación en el atraco, cuyo botín aún no ha sido precisado.
Fiscalía indaga a la FELCC alteña
El fiscal alteño Daniel Aguilar abrió una investigación por homicidio a causa de la muerte de David Olorio Apaza (41). Los primeros actos investigativos fueron interrogar a uno de los efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto y a la viuda del fallecido, además de haber efectuado una inspección ocular al lugar donde supuestamente ocurrió el deceso.
Aguilar anunció que llamará a declarar a otros efectivos de la fuerza anticrimen, entre quienes se cuenta al director de esa unidad, coronel Israel Vega, y a todos los agentes que tuvieron alguna relación con el fallecido en sus últimas horas de vida.
El representante del Ministerio Público declaró reserva sobre su labor, por lo que se excusó de dar a conocer detalles de sus avances investigativos.
El fiscal de Distrito de La Paz, Williams Dávila, ordenó la apertura de esta investigación y encomendó el caso a Aguilar y a la fiscal Virginia Viscarra. Consultado sobre las declaraciones de esta última en torno a que el cadáver de Olorio sólo presentaba hematomas superficiales producidos al desplomarse inconsciente, Dávila admitió no tener conocimiento de tales afirmaciones, por lo que solicitará un informe al respecto.
Dávila dio cuenta, además, de que el asalto al peaje de Vías Bolivia es investigado por los fiscales Arminda Arancia, Julián Marca y Juan José Ponce.
Organismos preocupados
Rolando Villena anunció que la Defensoría del Pueblo estudia abrir una investigación del caso Olorio.
El Defensor exteriorizó su preocupación por la serie de acciones que atentan contra la vida y la integridad.
Recordó los linchamientos de cuatro efectivos de la Policía en Saca Saca y la agresiones de Pantipata.
La entidad solicitará un informe sobre las circunstancias en que murió David Olorio Apaza.
Yolanda Herrera, presidenta de la Asamblea de Derechos Humanos, mostró su preocupación por el caso.
La activista confirmó que tomó conocimiento de que policías incurren en uso excesivo de la fuerza.
Derechos Humanos, sin embargo, no puso en duda el informe policial sobre una muerte súbita.
El gobierno duda de la policía e investiga el caso Apaza.
Investigación. Los ministerios de Justicia y de Gobierno conformaron una comisión
Conferencia. Llorenti habla con los medios de comunicación, este jueves.
La Razón – La Paz
El Gobierno pone en duda el informe sobre las causas de la muerte de David Olorio Apaza, vinculado con el atraco a Vías Bolivia, y anunció la creación de una comisión biministerial que se encargará de indagar sobre las circunstancias de la muerte del presunto delincuente.
El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, informó en una conferencia de prensa que su despacho y el Ministerio de Justicia serán parte de la comisión. Ésta se formó un día después de que surgieran dudas sobre las circunstancias de la muerte del que fuera identificado como una pieza clave para esclarecer el atraco a Vías Bolivia, donde fue asesinado un policía.
Apaza (40) fue detenido el martes, junto a su concubina Cristina Céspedes. Ese día fue recluido en las celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto, y un día después se informó de su deceso. Entonces se mostraron fotografías de hematomas en su rostro y otras partes del cuerpo, que no tenía cuando fue detenido y presentado a los medios de comunicación.
Llorenti afirmó ayer que el Gobierno investigará el caso. “Quiero dejar establecido, sin ninguna presunción, que la tortura no está permitida en el Estado Plurinacional, no es método de investigación y es un crimen de lesa humanidad”.
El director de la fuerza anticrimen alteña, coronel Israel Vega, dijo el miércoles que los hematomas del supuesto antisocial fueron a raíz de una caída cuando era socorrido, tras sufrir convulsiones. Ese día, la hasta ayer fiscal del caso, Verónica Villegas, afirmó que en la autopsia “no se encontró ningún tipo de lesiones, y la muerte fue súbita”.
El forense Rubén Soliz explicó ayer que “nunca indicamos que haya muerto por tortura, lo que saltó a la vista fueron las equimosis, es posible que se haya asfixiado; pero como estamos investigando, no es posible dar más información”.
El fiscal de Distrito de La Paz, Williams Dávila, informó que también iniciarán una investigación. “Se está tomando declaraciones al responsable de la celda y a los arrestados que estaban ahí, porque ellos han debido ver qué pasó; esa persona era muy importante en la investigación”, afirmó.
El defensor del Pueblo, Rolando Villena, consideró que se trata de “hechos comprobados de tortura, practicados por policías”. La presidenta de la Asamblea de Derechos Humanos, Yolanda Herrera, también se pronunció y planteó, como lo hizo la familia de Apaza, una segunda autopsia legal.
El nuevo fiscal del caso, Daniel Aguilar, quien reemplaza a Villegas, explicó que aún no cuenta “con un certificado forense definitivo” sobre la muerte del supuesto delincuente y que evaluará la pertinencia de una nueva autopsia.
La defensa de Apaza pidió reserva en el caso y Llorenti evitó hacer mayores comentarios hasta tanto, explicó, haya más evidencias.
Arrestan a otro sospechoso
La Policía capturó a otro sospechoso de los atracos a una casa de cambios en Villa Fátima y a Vías Bolivia, en el peaje. Marco Antonio Vago Quispe es el nombre del aprehendido en un operativo ejecutado en la avenida Mariscal Santa Cruz, informó el director de la fuerza anticrimen de La Paz, coronel Rosalío Álvarez. El supuesto delincuente estaba conduciendo un vehículo con las mismas características de los usados en el atraco en El Alto. Testigos del hecho delictivo lo habrían identificado.
La FELCC dice que Apaza admitió que participó del atraco
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto informó que, antes de su muerte, Olorio Apaza admitió que participó del atraco a Vías Bolivia y que, incluso, dio pistas sobre el escondite de las armas que se usó en ese hecho delictivo.
La información la proporcionó el encargado de Relaciones Públicas de la fuerza anticrimen, coronel Adolfo Cárdenas, quien añadió que el sospechoso dio información importante que ayudaría a esclarecer los hechos y permitiría dar con los autores.
“Posterior a su (primera) declaración, tenía intenciones de proporcionar mayor información sobre dónde se encontraba el armamento que habrían utilizado en el robo agravado del peaje en la autopista”, insistió el jefe policial.
Cárdenas explicó que por esa razón el personal de Inteligencia, junto con efectivos de la Unidad de Propiedades, volvió a entrevistar al aprehendido. En ese proceso, el supuesto delincuente sufrió convulsiones y habría caído, provocándose hematomas en el rostro y parte del cuerpo.
Los detalles de la investigación se mantienen en reserva y el trabajo de la FELCC alteña se centra en determinar los nexos de la banda delictiva que operó en el peaje de la autopista con el atraco perpetrado a una casa de cambios en la zona de Villa Fátima.
Sostienen que hubo tortura
Los familiares de Olorio Apaza están a la espera de que se les autorice la práctica de una nueva autopsia. El objetivo, dijo la tía política Constancia Céspedes, es sustentar que el aprehendido sufrió agresiones y fue torturado cuando era interrogado por su supuesta participación en los atracos al peaje de Vías Bolivia y a una casa de cambios en Villa Fátima. Los familiares tienen en su poder fotografías que denotan agresiones en el rostro, el tórax y las rodillas.
Niegan el uso de un suero
El jefe de prensa de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de El Alto, coronel Adolfo Cárdenas, negó el uso del “suero de la verdad” en el momento en que se interrogaba a Olorio Apaza. Sostuvo que el procedimiento se efectuó conforme a lo que establecen las normas legales y que se atendió de forma inmediata al sospechoso cuando presentó convulsiones, por lo que fue trasladado de forma inmediata a un centro médico de La Paz.